MADRID. Una genial jugada en el minuto 54, once toques y trece segundos en los que confluyeron muchas cualidades -regate, velocidad, fuerza, cambio de ritmo, agilidad o deci- sión-, realzó el impacto de la irrupción en la Liga de Joao Félix, con la complejidad de un rival como el Getafe, pero un “inmenso talento”.

Acechado por sus marcadores, ubicado en la delantera -Diego Costa estaba sancionado- en el novedoso esquema de Simeone, 4-3-1-2, con rombo en el medio campo, el chico de 19 años trazó entonces una espectacular acción. Un recorrido de unos 60 metros. Lo comenzó cuando agarró la pelota aún en su terreno. Primero encaró y desbordó a Mauro Arambarri con un control, una media bicicleta y un túnel; más tarde resistió la embestida de Fayçal Fajr y la pisó con la izquierda para quebrar a Bruno, con el que sostuvo una carrera desde el medio del campo hasta que fue derribado dentro del área. Penalti.

Trece segundos (del 54:25 cuando comienza la jugada al 54:38 cuando es parado en falta), once toques (nueve con el pie derecho y dos con el izquierdo, cuando la pisa y cuando la toca por última vez antes de ser derribado), tres adversarios desbordados y el asombro del público, que se levantaba según avanzaba la jugada.

“El primer partido de Liga es complejo”, expresó su entrenador, Diego Simeone, sobre la intermitencia del jugador ante el correoso Getafe. Duró 64 minutos, cuando se quedó en el suelo tras un salto con un rival. Sufrió un calambre en el gemelo izquierdo y Simeone decidió cambiarle, “pero está bien”, aclaró el técnico.