Bilbao - El cosquilleo por ponerse su primer dorsal tras un largo calvario pudo con los momentos en los que Beñat Intxausti (20 de marzo de 1986, Muxika) pensó en colgar la bicicleta. Recuperada la ilusión y tras el aprendizaje que supone superarse en los malos momentos, quiere empaquetar el pasado para afrontar una campaña mirando al día a día, con la ambición de recuperar su mejor versión de la mano del Eukadi-Murias. “A largo plazo, lo conseguiré”, dice Beñat Intxausti.

¿Cómo se encuentra?

-Muy bien, con ganas de debutar. Estamos entrenando bien y estamos mejorando poquito a poco. Todavía con cautela porque hay mucho trabajando por hacer, pero estoy contento.

¿Qué tal ha ido la pretemporada?

-Ha ido bien. He podido aprovechar bien el tiempo para entrenar y ha ido sin problemas.

¿Ha olvidado todo lo que le ha ocurrido?

-Bueno. Me he centrado en entrenar día a día, dejando de lado el pasado.

Sale del Sky, donde apenas pudo ser ciclista, para recalar en el Euskadi-Murias. Pasa del equipo más poderoso del mundo a un equipo mucho más humilde.

-Sí que es verdad que es un poco extraño pasar de un equipo grande a uno de segundo nivel, pero bueno, es un equipo que me gusta y sentía ilusión por participar en un equipo joven, en crecimiento, que lo ha hecho muy bien. Salió la opción y me motivó. Pensé que si me ilusionaba es porque realmente quiero seguir andando en bici, compitiendo, y quiero ser ciclista.

¿Cuál ha sido el recibimiento en el equipo?

-La verdad que muy bueno. Ha sido fantástico. Tanto con los corredores, como con los directores y con la empresa Murias y con Jon Odriozola. Ellos han confiado y han apostado por mí y veo que ellos quieren que resurja con ellos y yo crecer con ellos. Es motivante e ilusionante para mí. Estoy muy contento. Tengo muchas ganas de ponerme el dorsal y el maillot en carrera.

Jon Odriozola, mánager del Euskadi-Murias, aseguró que fue una apuesta personal de él contar con usted para el equipo. ¿Resultó sencillo que le convencieran?

-Desde el primer momento en el que se pusieron en contacto conmigo, le dije a Odriozola que estaba de acuerdo con lo que me decía. En ese momento lo que quería era confianza, correr en casa? El equipo era lo que me daba y me ofrecía. Me daba las cosas que yo quería.

¿Qué espera de usted el equipo?

-Espera, sobre todo, que poco a poco coja el nivel de antes. Para lograrlo tengo un buen calendario de carreras. Espero que con eso y con la confianza que el equipo ha depositado en mí y si la salud me respeta, pueda volver al nivel de antes.

Odriozola comentó que quiere que usted sea la referencia del equipo. ¿Se ve en ese rol?

-Bueno, quizás por edad y experiencia sí que puedo ser la referencia para los jóvenes. Ellos me conocen muy bien y yo también a ellos. Saben en qué equipos he estado, qué carreras he corrido, con lo cual puedo aportar mi experiencia y explicarles cosas que tal vez les ayudan a mejorar.

¿Qué cree que le falta tras tres años de parón?

-Principalmente me falta entrar en competición, correr. Tengo que entrar en la competición, en ritmo de carrera, y coger poco a poco la forma.

Se estrena en menos de una semana en Murcia. ¿Qué espera de su puesta de largo?

-No espero nada, no tengo ningún objetivo, solamente quiero volver a correr, coger el ritmo de carrera, adaptarme a los compañeros e ir cogiendo días de competición. Eso es lo único que quiero y a lo que voy.

¿Cómo cree que rendirá en la temporada?

-Espero ir poco a poco porque todavía estoy un poco verde, sin ritmo y sin plenitud física. Eso sí, espero ir a más, entrando en el ritmo de competición, y a medio y largo plazo estar mejor.

¿Se pone objetivos o prefiere no pensar en ello?

-Para mí, ahora mismo, el objetivo principal es estar en carrera, correr. Más adelante, veremos. De cara a la Vuelta a España, me pondré otro tipo de objetivos. Ahora busco estar en carrera, ser protagonista junto al equipo y sobre todo coger la condición y el ritmo de carrera, que es lo que me falta.

Tras tres temporadas en el dique seco, supongo que tendrá muchas ganas de competir.

-Tengo ganas de ponerme un dorsal, de compartir las carreras con los compañeros, de estar en carrera. Ese nervio que se siente en carrera y que entrenando no se consigue se echa de menos. Eso es lo que quiero ahora mismo.

¿Qué sensaciones tiene ante su debut?

-Siento un poco de nerviosismo otra vez y tengo algo de dudas sobre cómo responderá el cuerpo, no sé cómo responderé al sufrimiento ese que me espera, que son sensaciones que no se tienen cuando entrenas.

¿Confía en ser el corredor que fichó por el Sky antes de sufrir la enfermedad?

-A corto plazo costará, cómo no, pero creo que a largo plazo lo lograré. Ha sido un parón medianamente largo, pero también me ha dado un punto de frescura. Creo que me vendrá bien para el futuro. Si el cuerpo puede llegar al nivel que tenía, esa frescura estará siempre ahí.

¿Cuáles son sus pasos para este curso?

-Mi idea es ir compitiendo día a día. Coger días de competición. Para mí será clave cómo recupere en las carreras para poder marcarme objetivos y ver la mejoría.

¿Su regreso es comparable a la sensación que se puede tener cuando uno salta de aficionados a profesionales?

-A lo mejor es un poco tener esa sensación de volver a debutar, aunque con muchísimos más años y experiencia y desde otro punto de vista después de todo lo que he pasado, pero tengo una ilusión parecida, con ganas, con el gusanillo dentro por empezar.

Supongo que hubiese borrado estos tres años de parón obligado por culpa de una mononucleosis.

-Bueno, me hubiera gustado borrarlo, no haberlo pasado, la verdad, porque el sueño se convirtió en pesadilla, pero olvidado o no, ya está pasado y hay que mirar para delante; para el presente y el futuro. Tras lo que he pasado creo que ahora soy más fuerte mentalmente.

Dicen que de los malos momentos uno aprende. ¿Qué ha aprendido usted de esta amarga experiencia?

-Aprendes que sin salud no se puede hacer nada. No puedes hacer ni deporte ni vida normal y eso es muy duro. He aprendido a ser más fuerte ante los momentos difíciles. Soy diez veces más fuerte mentalmente que antes. Eso seguro que me beneficia de cara al futuro o al presente. Ahora veo las cosas de manera diferente. No le doy tantas vueltas a las cosas en mi cabeza como le daba antes. He aprendido a relativizar, a ver la vida de otra manera, a dar importancia a lo verdaderamente importante.

En todo este tiempo, ¿pensó en arrojar la toalla y colgar la bici?

-Hubo momentos y días en lo que sí pensé dejar el ciclismo. Viendo las carreras desde casa se pasa mucha envidia, se te hace mucha mala sangre, y cuesta. Algún día malo, cuando estuve de bajón, sí que pensé en dejarlo. Recuerdo que en un par de ocasiones salí a entrenar pero volví en autobús porque no podía regresar sobre la bici de lo cansado que estaba. El cuerpo no me dejaba. Cosas que hace uno cuando quiere y no puede. El cuerpo es inteligente y responde a su condición. Pero por otro lado, te sale el gusanillo de la competición, las ganas de seguir siendo ciclista, la rutina del día a día? y eso ha pesado más que los momentos en los que piensas en dejarlo.

Desde fuera dio la impresión de que el equipo se portó bien con usted.

-Siempre lo he dicho y siempre lo diré: el Sky se portó muy bien conmigo. El apoyo que tuve del equipo desde el principio fue fundamental para mí. No tengo más que agradecimiento para ellos. En mis tres peores años de vida personal y profesional, ellos me han apoyado y respetado. Me han ayudado en todo lo posible. La única espina que tengo muy clavada dentro es que no he podido devolverles con mi rendimiento en carrera esa confianza que depositaron en mí. El agradecimiento hacia el trato que me dieron es máximo.

Por culpa de la enfermedad no podía ni entrenar. ¿Qué hizo para poder pasar los días?

-Hacía lo que tenía que hacer, que básicamente se trataba de descansar. Los días se hacían muy largos.

¿Ha sufrido mucho viendo las carreras desde casa?

-El primer año fue duro y para mí resultó difícil ver las carreras. A veces preferí no verlas. Evitarlo. Me dolía verlas. Luego, poco a poco, volví a la rutina y me ponía nervioso viendo las carreras. Al principio me costó, pero luego lo asumes y te enganchas.

¿Vio la etapa con final en Oiz?

-Sí, la puede ver. Por la mañana entrené, pero a la tarde no quise ir a verla in situ. Lo vi desde casa, con pena, rabia e impotencia, porque encima estaba cerca de mi casa.

La Vuelta a España recalará en Bilbao. ¿Le gustaría estar allí?

-Sí, sin duda. El año pasado me dio muchísima pena no poder estar allí y más cuando llegaba a Oiz. Este año el equipo tendrá la oportunidad de correr la Vuelta y con la llegada a Bilbao, me encantaría estar. Es un objetivo emocionante e ilusionante para mí. Sería la mejor etapa para mí este año, seguro.

¿Piensa en la Itzulia o es demasiado pronto?

-Me gustaría estar en el vuelta de casa. Es un carrera muy bonita para mí, y más estando con el maillot de casa. Ojalá que todo vaya bien y pueda estar en carrera. En ese aspecto daré todo lo que tengo para poder participar, pero obviamente solo estaré si estoy bien de salud y dando el nivel. Me encantaría poder estar, pero no quiero estar por estar. Si al final no estoy al 100% es mejor que vaya otro compañero.