ESPUÉS del último partido del Lointek Gernika Bizkaia ante el Virtus Bolonia, que precedió a la primera pausa de la temporada por las ventanas de selecciones, Mario López dejó una frase llamativa: "Hay que analizar y corregir lo que hemos hecho hasta ahora porque en la Liga Femenina miramos más para abajo que para arriba". Probablemente, el técnico gernikarra arrastraba el enfado por una derrota dolorosa en la forma, que se sumó a la de tres días antes en Zaragoza, pero aunque los entrenadores siempre tienen cerca el botón de la preocupación y la exigencia, la situación del equipo no es tan mala como parecen indicar esas palabras. Más pareció un toque de atención, un aviso de que a la vuelta de la semana de descanso las jugadoras van a tener que dar lo mejor de sí mismas porque, al fin y al cabo, todos los objetivos siguen abiertos.

Es cierto que el Lointek Gernika lleva, después de siete jornadas, el peor balance de las ocho campañas que lleva en la Liga Femenina. Sus tres victorias y cuatro derrotas les sitúan en la décima plaza, pero a la misma distancia de los puestos de descenso que del tercer clasificado, lo que demuestra la igualdad existente en la competición. Al margen de los tres grandes, que no casualmente son los tres primeros, los equipos que juegan Europa están sufriendo y todos están por detrás de las gernikarras. El calendario influye en el balance porque el conjunto foral está invicto en Maloste y de las cuatro derrotas fuera de casa dos han sido en salidas imposibles como Valencia y Salamanca y las otras dos en Tenerife y Zaragoza, sendos partidos en lo que el Lointek Gernika no dio su mejor nivel, pero que se resolvieron en su contra en la última jugada.

En lo que queda de primera vuelta, estará en juego la clasificación para la Copa y para ello es claro que el equipo gernikarra tiene que mejorar algunos aspectos de su juego. Curiosamente, ocupa la décima plaza siendo el décimo en puntos a favor y en contra. En cambio, solo es decimotercero en porcentaje de triples y en rebotes totales. Tinara Moore es la máxima anotadora, con 13 puntos de media, pero se echa en falta una mayor presencia reboteadora de la estadounidense, que solo aporta cinco capturas. Belén Arrojo lo compensa con más de siete rebotes por partido, aunque esta falta de contundencia en el juego interior ya era algo con lo que se contaba cuando se configuró la plantilla. También la lesión en el hombro de Angie Bjorklund, que le dejó fuera en dos partidos, ha hecho que la eficacia en el lanzamiento exterior se resienta. Todo esto provoca que el Lointek Gernika esté sufriendo cuando se ve forzado a estirar su ataque y sea brillante cuando pueda lanzar transiciones, algo que no es sencillo por el desgaste acumulado en este primer mes y medio del curso.

La trayectoria del equipo en la Eurocup es la opuesta. Ha ganado los dos partidos como visitante y ha perdido los dos en Maloste, lo que resulta extraño porque, quitando la primera temporada que se jugó en La Casilla, las gernikarras solo han perdido en su pabellón en competición europea ante el Avenida, el Girona y el Valencia. El equilibrado balance hace que las de Mario López siguen dependiendo de sí mismas para pasar a la fase de eliminatorias. La Eurocup se reanudará el 24 de noviembre con la visita al Roche Vendée, pero todo apunta a que el partido decisivo será el 1 de diciembre en Maloste ante el Flammes Carolo. De hecho, con un triunfo ese día el Lointek Gernika estará clasificado.

Esa falta de kilos, músculo y centímetros en la zona se está acusando especialmente en la Eurocup ante rivales muy armados en el juego interior y en partidos donde el nivel de contactos se eleva y Ginzo, Brcaninovic y Moore, o Arrojo cuando le toca hacer de cuatro, lo pasan mal en el cuerpo a cuerpo. Además, la lesión de larga duración de Gabi Meskonyte, una jugadora que podía sumar en distintas facetas, ha mermado aún más la rotación ya que Margaret Roundtree no puede jugar en Europa por razones reglamentarias y, así, el equipo ha llegado al final de los partidos con la lengua fuera. De cara a todo lo que queda por jugar, el club debe decidir si incorpora otra jugadora en lugar de la lituana ya que quien podía ocupar ese sitio, la joven Irune Orio, también se ha lesionado de gravedad. Desde luego, este parón era muy necesario para recargar las pilas y volver con energía el próximo miércoles en Maloste ante el Ferrol.

El equipo, con tres victorias y cuatro derrotas en la Liga tras visitar Salamanca y Valencia, está tan cerca del descenso como del tercero

En la Eurocup sigue dependiendo de sí mismo y el duelo en Maloste ante el Flammes Carolo puede ser decisivo para pasar de fase