LOS Juegos Paralímpicos de Tokio están ya en el horizonte. Solo restan unos pocos meses para que llegue esa fecha tan esperada durante muchos años. Los sacrificios para poder estar ahí son muchos y varias veces exigen un cambio de vida drástico. En el caso de Jannik Blair (Horsham, 1992) y Tom O'Neill (Darwin, 1997) decidieron viajar al otro lado del mundo para poder prepararse en las mejores condiciones. Dejaron su Australia natal y se enrolaron en el Bidaideak Bilbao BSR. El principal objetivo era enfrentarse a los mejores jugadores del mundo y elevar así su propio nivel, pero en ese camino encontraron un lugar "increíble" y ahora disfrutan de la capital vizcaina y del club que les fichó. A partir de hoy buscarán su segundo título con el conjunto bilbaino en la Copa. Otro nuevo desafío en una aventura que comenzó con la cita olímpica como meta y que encontró otras muchas motivaciones más por el camino.

La Copa es un bonito reto para estos dos australianos, es la oportunidad de pelear por un nuevo título y aunque el Bidaideak Bilbao BSR no es el máximo favorito, no descartan pugnar hasta el último segundo por el trofeo. "El objetivo es ganar la Copa y creo que tenemos la habilidad para hacerlo. Gran Canaria es un rival muy duro y luego también están Extremadura o Ilunion. Pero estamos unidos y preparados para ganar", expresa O'Neill. El primer rival de los bilbainos será el equipo insular, un conjunto que les ganó fácilmente en su último enfrentamiento y es actualmente la bestia negra de los dirigidos por Esteban Núñez. "Hemos perdidos dos partidos contra ellos esta temporada. Llevo muchos años aquí y es un equipo que siempre nos ha dado muchos problemas", opina Blair, que no se asusta ante el reto de enfrentarse al Gran Canaria y afirma que está es "una oportunidad para mostrar que somos un equipo mejor que el que demostramos hace dos semanas".

Estos dos jugadores australianos encontraron el hábitat perfecto para desarrollar su juego de cara a los futuros Juegos Paralímpicos. La División de Honor es una de las competiciones más duras y atraídos por la constelación de estrellas que se reparten por los diferentes equipos decidieron probar suerte en la liga estatal. Lo que no esperaban es que al mismo tiempo iban a encontrar un lugar donde disfrutar también fuera de la cancha. "Me encanta Bilbao, es una ciudad increíble. Además, tenemos un gran equipo, el nivel es alto y son grandísimas personas. Ha sido fácil venir aquí", opina O'Neill que disputa su segunda temporada en las filas del conjunto vizcaino, y que reconoce que la llegada de Blair un año antes le ayudó a firmar por el equipo bilbaino: "Nos llevamos muy bien y me dijo lo bien que estaba aquí. La liga española es una de las mejores del mundo y quería jugar contra los mejores. Además con la posibilidad de ganar todo a nivel de España y de Europa".

Más hecho a la villa está Blair. Con un año más en la capital vizcaina, el jugador de Horsham ya domina el castellano y se desenvuelve a la perfección por Bilbao. El objetivo con el que vino se cumple con creces y además de disfrutar de un buen nivel de baloncesto, no tiene ni una queja en el día a día: "Jugamos partidos muy duros cada fin de semana y los entrenamientos son buenos. Esa es la razón por la que estamos aquí y además podemos disfrutar de una buena vida".

halagos cruzados Blair y O'Neill se entienden en la cancha. Son muchos años jugando juntos y se conocen a la perfección. Potencian sus virtudes y, sobre todo, se divierten a la hora de disputar los partidos. "Nos conocemos muy bien. Entrenar contra él es bueno, es un desafío muy grande. Eso nos ayuda a ambos. Luego, llevamos muchos años jugando juntos y en los partidos nos lo pasamos bien", comenta Blair. El propio O'Neill tampoco escatima en halagos: "Es uno de los mejores jugadores del mundo. He tenido la oportunidad de jugar con Jannik muchos años y es un placer, hace que sea más fácil jugar".

Ambos esperan que su combinación funcione en los Juegos Paralímpicos. Es su gran sueño. Blair logró la plata en 2012, pero O'Neill todavía no sabe lo que es colgarse una presea al cuello. "En Río no pudimos lograrlo y este año es como una redención. Estoy muy motivado", afirma el tirador de Darwin. No serán los únicos representantes del Bilbao BSR en los Juegos, ya que varios compañeros apuntan a estar en la cita olímpica e incluso comparten día a día con Joshua Turek, vigente campeón. "Josh no para de hablar de su medalla, aunque cuando hemos jugado los tres siempre le hemos ganado", bromean. Pero antes del gran reto, estos dos aussies quieren aprovechar al máximo su temporada en Bilbao y llegar a Tokio con más de un título conquistado.