EL Bilbao Basket ha conseguido que la fase decisiva de la temporada regular de la LEB Oro haya coincidido con su momento más sólido de un curso en el que sus constantes vitales han sufrido ciertos vaivenes, aunque últimamente se han estabilizado para dar lugar a un grupo humano que ha hecho de la solvencia su bandera. Los hombres de negro acumulan en estos momentos cinco victorias consecutivas, su mejor racha del ejercicio, en partidos de todos los colores (sencillos, agónicos, encarrilados prácticamente desde el arranque, resueltos en los compases finales?) pero todos ellos con un denominador común: cuando tocaba subir una velocidad en cuanto a intensidad, velocidad o nivel de acierto Álex Mumbrú ha encontrado recursos para dejar sin argumentos al rival de turno.

La sostenibilidad del conjunto vizcaino queda de manifiesto al comprobar que su balance en el Bilbao Arena o a domicilio es prácticamente el mismo. La victoria conquistada el sábado en Ourense es la décima fuera de casa de un Bilbao Basket que, por contra, solo ha hincado la rodilla en cinco ocasiones (Betis, Palencia, Castelló, Valladolid y Palma). En una competición en la que no es nada sencillo lograr resultados positivos cuando toca afrontar desplazamientos, los hombres de negro han sabido expresarse de manera notable en canchas en su mayoría complicadas y de importante nivel de exigencia. Además, los de Mumbrú han ido poco a poco ganando en contundencia y aplomo en Miribilla. En el arranque del curso les costó disfrutar y dar lo mejor de sí mismos delante de su público, pero su balance como local ha mejorado hasta el 11-4, con cinco victorias consecutivas, todas ellas por más de diez puntos, y sin conocer el amargo regusto de la derrota desde que el Liberbank Oviedo se impusiera el ya lejano 20 de enero.

A falta de cuatro jornadas para la conclusión de la temporada regular, el Bilbao Basket y el Iberojet Palma parecen los equipos más en forma entre los que pugnan por una buena posición de cara a las eliminatorias por el ascenso. Los baleares suman cuatro victorias consecutivas y tras pasar durante la temporada por fases irregulares han conseguido encaramarse a la cuarta posición. Por contra, los dos siguientes rivales del Bilbao Basket, Melilla en casa y Covirán Granada fuera, atraviesan por un complicado bache de resultados después de haber sufrido ambos tres derrotas consecutivas. Los resultados adversos ante Betis Energía Plus y el propio Palma podían entrar dentro de la lógica, pero los de Alejandro Alcoba visitarán el domingo (18.00 horas) Miribilla después de caer en su cancha ante el CB Prat por un contundente 72-88. Por su parte, el conjunto nazarí ha hincado la rodilla sucesivamente ante Valladolid, Betis y Palma.

Factor cancha Encaramado en solitario a la segunda posición de la tabla clasificatoria, el Bilbao Basket lo tiene todo a su favor para acabar la temporada regular con el factor cancha a favor de cara a la primera eliminatoria del play-off, factor este importantísimo pese a su probada eficacia como conjunto visitante. Eso sí, los de Álex Mumbrú tienen prohibido cualquier atisbo de relajación ya que a lo largo del curso han sufrido en sus carnes las desagradables consecuencias que acompañan en esta indescifrable y cambiante LEB Oro a los conjuntos que confían demasiado en su teórica superioridad y no se emplean en cancha con todas sus armas. Todos los equipos se juegan cosas importantes a estas alturas de la competición (los hombres de negro cerrarán la liga ante Canoe y Barça Lassa, por el momento incrustados de lleno en la lucha por eludir las últimas tres posiciones que condenan al descenso a LEB Plata) y no hay lugar para regalos ni descuidos.