bilbao - Álex Mumbrú afronta este próximo sábado su primera final como entrenador del Bilbao Basket con la misma mentalidad ganadora que tenía como jugador y con la confianza de que el trabajo que se ha hecho durante la temporada puede servir para luchar contra la historia, tumbar los pronósticos y derrotar a una Real Betis que “es favorito por todo”. “Si hacemos las cosas que nos han llevado hasta aquí, tendremos opciones”, asegura el técnico de los hombres de negro.

Es su primera final como entrenador. ¿La afronta igual que todas las que disputó como jugador?

-Bueno, es la segunda después de la Euskal Kopa. Es totalmente distinto, en una posición u otra. Ahora te preocupas de más cosas. Ahora bien, lo tomamos como un premio al trabajo bien hecho en la primera vuelta y como una alegría para nuestra gente, al fin y al cabo, porque venimos de donde venimos y no deja de ser una final que espero que todo el mundo la disfrute como tal.

A la hora de preparar esta final, ¿cuánto le van a ayudar las que vivió como jugador?

-Intentaré prepararla como aquellas que gané, jaja. Te puede ayudar en el aspecto mental, en lo que puedes transmitir al jugador sobre cómo la queremos afrontar con garantías.

¿En una final influyen más los aspectos mentales o los tácticos? Porque a veces se habla de no caer en la sobrepreparación, en querer meter demasiadas ideas al jugador.

-Por eso. Tenemos una manera de hacer las cosas y lo que nos ha llevado hasta ella es lo que tiene que hacernos competir hasta el final. A priori, tenemos todo en contra porque desde que está este formato siempre ha ganado el equipo de casa. Luchamos contra la historia, pero vamos con la ilusión de pelear y hacer un buen partido.

El Real Betis llega con 18 victorias seguidas. ¿Lo prefiere así o sería más peligroso en otra dinámica?

-Ellos tienen el mejor presupuesto, tienen un equipazo, llevan una racha tremenda y son el coco de la liga. Eso es así. Parte como favorito por jugar en casa y por todo. Pero nosotros somos un equipo sufridor, ya hemos salido este año de algunos malos momentos y si algo tenemos en nuestro ADN es luchar cada partido. Ha habido días que hemos jugado mal, o que nos han sacado ventajas grandes, pero en todos los partidos hemos llegado a los últimos tres minutos con opciones de ganar. Intentaremos llegar a esa misma situación el sábado.

Los dos equipos tienen perfiles diferentes. Una de las claves será igualar el tono físico del Real Betis.

-Sí, por supuesto. Nosotros vamos con doce jugadores, incluyendo a Unai Mendikote, pero ellos los tienen de máximo nivel, han podido fichar lo que han querido. Si nuestra rotación es larga para algunos equipos de la LEB Oro, la del Betis lo es para nosotros y sabemos que tenemos que dar la medida en ese aspecto.

¿Se toman el partido como una reivindicación, de equipo y de club?

-Si lo planteamos así, nos equivocamos. La pasada temporada las dos aficiones lo pasaron mal en la Liga ACB, somos los dos equipos descendidos y, hablando de nosotros, logramos muy poquitas victorias y de repente estamos de nuevo jugando una final. No tenemos nada que demostrar, solo disfrutar, insisto, porque al fin y al cabo es un título que el Bilbao Basket no ha conseguido aún. Y sería muy bonito lograrlo, por qué no.

Es un partido que hay que tomar también de forma aislada porque en unas pocas semanas volverán a enfrentarse los dos equipos.

-Nosotros somos muy de ir partido a partido, aunque suene a tópico. Para nosotros era tan importante la liga que no podíamos estar pensando en la Copa. Y el Betis, seguramente, llevará tres semanas preparándola, aunque no hayan hablado de ello públicamente. Así han venido las cosas y no podemos pensar de otra manera.

¿Las dos últimas victorias han cambiado la manera de afrontar la final? ¿Ha llegado a estar preocupado?

-Estábamos tocados anímicamente, pero creo que el equipo ha sabido salir para adelante contra dos buenos rivales como el Lleida y el Huesca y ahora estamos en buen momento.

En este tramo de la temporada se ha mantenido fiel a sus ideas. ¿No ha estado tentado de cambiar?

-No, no porque sea muy cabezón, que también, sino porque creo que lo más importante en un equipo, un club y un proyecto es no volverte loco con los resultados. Si un entrenador o un club son resultadistas, dependen de los resultados y cambian todas sus decisiones, acaban haciendo aguas por todas partes. Si por alguna derrota dejas de confiar en lo que creías desde el principio de la temporada? Al contrario, confiamos más aún. En esos tres partidos recibimos demasiados puntos, pero logramos volver a las bases de ser el equipo defensor que queríamos.

También ha mantenido una rotación larga con la idea de no perder jugadores por el camino. ¿Puede ser que a algunos les esté costando adaptarse por estar acostumbrados a permanecer más tiempo en la cancha?

-Lo que tengo claro es hay jugadores que prefieren estar más tiempo en pista, pero también que nuestro ADN debe ser luchar por todos los balones, no escatimar esfuerzos. Y si pasas mucho tiempo seguido en pista, no puedes llegar al 100% y tienes que descansar. Para descansar en pista y jugar 33 minutos, es mejor que esté en cancha otro que siga luchando. A veces, eso cuesta entenderlo, pero creo que el equipo cada vez lo va entendiendo mejor.

Ganar la Copa concede ventaja de campo en el ‘play-off’, pero no asegura nada porque está la liga muy apretada en esos puestos. ¿En qué debe mejorar el equipo de aquí al final?

-Ni en esa racha negativa éramos los peores, ni ahora somos los mejores. Somos el mismo equipo y vamos creciendo. He dicho alguna vez que no teníamos al inicio ningún jugador que hubiera jugado en la LEB Oro la temporada anterior. Eso no pasaba en ningún otro equipo. Eso hace que necesites más tiempo para conocer cómo funciona todo en esta liga, qué supone jugar en Valladolid, en Melilla, en Huesca... Luego, la llegada de Huertas y Demetrio nos ayudó a crecer porque podían explicárselo a sus compañeros. Ahora esta adaptación ya la tenemos hecha y creo que vamos a ir a más en todos los aspectos.

Y con el conocimiento que tiene ya de la LEB Oro, ¿cree que está bien valorada a nivel de jugadores y entrenadores?

-Bueno, es cierto que en la LEB quizás hay un desorden organizado, es todo más imprevisible. En la ACB hay muchos especialistas y ya sabes más o menos lo que va a hacer cada jugador y cada equipo. La gente de Bilbao conoce a siete u ocho jugadores de cada equipo de ACB, pero quizás no conocía qué jugadores tiene Ourense, o Granada? Pero creo que la LEB Oro es una gran liga porque es igualada y competitiva.

¿Y les ha frustrado que por esto mismo no se valore la trayectoria del equipo?

-Bueno, sé que lo importante es ganar y que hemos tenido momentos buenos y momentos malos, que los vamos a seguir teniendo. Entiendo que la gente pueda frustrarse por perder porque venimos de años de muchas derrotas y que cuando no ven lo que quieren estén susceptibles. Pero pienso que el equipo está rindiendo bien, aunque asumimos que ha habido momentos que no hemos estado bien y lo metemos en la mochila para tratar de que sean los menos posibles.

¿Y qué balance hace de su trabajo como entrenador en estos meses? ¿Es más complicado o menos de lo que pensaba en un principio?

-Hago un balance bueno, aunque sabía que no iba a ser fácil y que hay que seguir mejorando y trabajando mucho. Pero viendo como está la competición, que cualquiera puede ganar a cualquiera y que nosotros siempre hemos estado en las posiciones altas, entiendo que hay que ser positivo. El problema es que se nos ha querido comparar con el Betis y ahí salimos perdiendo, claro, porque ellos han mantenido mucho de lo que tenían en la ACB. Y hace que nosotros parezcamos peores de lo que estamos siendo.

El Betis es realmente la excepción dentro de la igualdad general que se preveía.

-Sí, estamos ahí. Nos hemos clasificado para la Copa, que era el primer hito de la temporada, y seguimos luchando en la liga. Estamos donde queríamos.