Jon Rahm ha tenido unos días para digerir el disgusto olímpico antes de afrontar a partir de mañana la penúltima prueba individual del LIV Golf. El barrikoztarra ha tenido que afrontar este año un calendario muy distinto al habitual y, con altibajos en su juego, ha logrado una victoria en la anterior cita en Rocester y una colección de puestos entre los diez primeros. A Greenbrier, en el estado de Virginia Occidental, llega como uno de los seis jugadores con opciones matemáticas de llevarse el título del circuito saudí. Joaquín Niemann, líder desde el arranque en Mayakoba, puede conseguirlo matemáticamente esta semana si gana y Rahm no acaba entre los tres primeros. Tyrrell Hatton, Sergio García, Louis Oosthuizen y Cameron Smith completan el sexteto de aspirantes a coronarse en la cita del mes que viene en Chicago.
El chileno aventaja en veinticuatro puntos al vizcaino, que va a necesitar para desbancar a Niemann al menos una victoria en estos dos torneos, que van a ser exigentes porque muchos jugadores se están jugando sus derechos de juego para el próximo año y su continuidad en los equipos en los que militan ahora mismo. Jon Rahm tiene el juego, como demostró en la anterior parada del LIV y en Le Golf National, salvo los últimos ocho hoyos de su participación olímpica. Pero sabe que debe afinar a la hora de convertir sus oportunidades para elevar su cuenta de victorias.
Con ser este tramo final del LIV Golf importante, lo es más para el futuro del golfista de Barrika lo que ocurra después. Su calendario del último trimestre del año está condicionado por el embarazo de su mujer Kelley, que debe dar a luz de finales de septiembre o principios de octubre. Acompañarla en ese momento es prioritario e innegociable para Rahm, que quiere jugar algunos torneos del DP World Tour, previo pago de las sanciones correspondientes, para mantener su condición de miembro del circuito europeo y ser elegible para disputar la Ryder Cup el año que viene.
Los puntos se empiezan a repartir desde la cita del British Open en Belfry de la última semana de este mes. Tras el cambio en el criterio de selección decidido por Ryder Cup Europa, seis jugadores se ganarán el derecho a formar parte del equipo por la acumulación de puntos y otros seis serán de designación directa de Luke Donald. El capitán y varios de sus compañeros esperan poder contar con Rahm en Bethpage, pero las normas dicen que el barrikoztarra tendrá que disputar al menos tres de los trece torneos que quedan. Descartados dos, el Irish Open y Wentworth por coincidencia con las dos últimas citas del LIV, las opciones se reducen ya que es muy complicado que pueda alcanzar la final de Dubái de noviembre. El Open de España y el Andalucía Masters estaban en sus planes, pero su situación familiar le impide fijar sus planes, de momento, y eso coloca otra nueva incógnita sobre el año que ha supuesto el gran cambio en la carrera de Jon Rahm, que puede tener mayores efectos de los esperados. l