La ilusión ha vuelto a Bermeo y Jon Unanue refleja a la perfección el sentir de su tripulación. Tres años sin ganar para un grupo que estaba acostumbrado a pelear por todas las banderas es demasiado tiempo y la victoria de A Coruña fue la confirmación del buen trabajo realizado. Urdaibai está de vuelta y los remeros vuelven a soñar con ver a la Bou Bizkaia en lo más alto.

¿Qué sensaciones les dejó el fin de semana de A Coruña?

—El inicio de liga fue discreto, por no decir malísimo, y evidentemente sembró dudas. Se cambió el bote, nos mentalizamos para pelear de nuevo y en Galicia salió un fin de semana bueno. Peleamos bien, volvimos con un buen resultado ganando las dos jornadas y la bandera. Fue un espaldarazo de moral para el equipo y a ver si seguimos en la misma línea.

No solo vencieron, también dejaron muy buena imagen.

—Las sensaciones fueron buenas. El inicio de liga siempre suele ser muy estresante. Suele costar estar arriba y el primer día le dimos a muerte, supimos sacar un colchoncito de unos segundos y ganar. El segundo día Donostiarra nos apretó bien y estuvimos ahí a la par, pero cuando cogimos la cabeza nos vimos bien y supimos aguantar.

¿Echaba de menos vivir un fin de semana así?

—Claro. Recuerdo también el Campeonato de Bizkaia, que estaba nervioso como un quinceañero, inquieto, sin poder parar en ningún lado… echaba de menos eso. Los últimos tres años han sido pobres respecto a resultados. Nos habíamos acostumbrado a ganar todo y pasar de eso a comer un cero ha sido duro. Evidentemente hay ganas y el domingo se desató mucha tensión. Había mucha entre la gente que llevábamos tiempo en Bermeo y la alegría fue inmensa.

“Ahora estamos de dulce pero vendrán también golpes de vuelta, como el primer día o peor, y habrá que seguir luchando”

¿Cómo fue ver ondear esa bandera?

—No voy a decir que fue como ganar la primera bandera, pero algo similar. Llevábamos mucho tiempo sin ganar y se echaba de menos. Había esas ansias y nos vino genial.

Una victoria también importante después de estar el primer fin de semana por debajo de lo deseado.

—Fue muy importante porque el primer día fuimos quintos y nos dieron un golpe grandísimo. Ahí llegan las dudas y es cuando vienen mal dadas. Por lo menos nos defendimos bien en Donostia. No hicimos una actuación estelar, pero nos metimos justo justo en la tanda de honor.

¿Mantienen la cautela después de lo visto la primera jornada?

—Por supuesto. Antes de empezar decían que éramos los favoritos, pero poner esa etiqueta es muy fácil y luego hay que cumplir. El primer fin de semana recibimos un grandísimo golpe y luego hemos ganado. No es ni blanco ni negro. Ahí estamos. Ahora estamos de dulce pero vendrán golpes de vuelta como el primer día o peor y habrá que seguir luchando. Nosotros intentaremos pelear y estar arriba para tratar de ganar banderas. No será fácil, pero le pondremos todas las ganas del mundo.

¿Cuál cree que es el motivo de que Urdaibai esté ahora mismo en este buen momento?

—En los últimos tres años, para mí, había un equipazo y no funcionaron las cosas por diversos motivos. Los que han venido han dado un plus, pero ya antes se partía de unos mimbres súper buenos. Por A o por B en los últimos años no funcionamos ni la mitad de lo que debíamos hacerlo. Este año se ha cambiado de entrenador, ha venido gente nueva y parece que poco a poco nos vamos conjuntando. A ver si vamos para arriba porque creo que tenemos mucho margen de mejora.

También ha habido muchos cambios en la tripulación. ¿Cómo está siendo la adaptación de tanta gente nueva al grupo?

—Es un cambio importante y se están adaptando poco a poco. Los que han venido de Santurtzi, entre ellos Gorka que ya le conocíamos, nos dan un plus de calidad en lo deportivo. Luego también ha venido Eneko, que se ha notado que este año que ha estado en Ondarroa ha dado un salto de calidad importante.

“Los que han venido han dado un plus de calidad, pero ya se partía antes de unos mimbres muy buenos en el equipo”

Otra de las novedades es la del propio Iker Zabala, al que ya conocían como compañero.

—Ha cambiado de faceta y es un entrenador que pone mucho esfuerzo en las cosas. Tiene sus virtudes y sus defectos, como todos. Esta a lo que tiene que estar y la labor que hace ya me gusta. Luego es súper exigente y es muy directo, para lo bueno y para lo malo.

¿Cuáles son los objetivos que se marcan ahora que han confirmado que pueden andar muy rápido?

—No tenemos escrito en una pizarra con equis lo que vamos a intentar ganar. Es lo típico que se suele decir, iremos regata a regata. Intentaremos cada fin de semana estar en la punta de la lanza y seguir ahí. No hay más. Evidentemente, si podemos pelear por la liga, lo haremos, pero no tenemos nada marcado.

¿A quiénes ve como rivales?

—A los de siempre. Donostiarra, Hondarribia y Orio. Luego también a Zierbena, que está en un punto complicado, pero volverán a la carga. Eso sí, veo a Hondarribia como el rival más directo, es el más potente en mi opinión.

Habla de pelear por la liga, ¿cuánto tiempo llevaba sin pensar así?

—Llevo tres años sin planteármelo porque de inicio nos quedamos sin ninguna opción de liga. Los últimos años han sido pobres en Bermeo, descafeinados respecto a resultados y ahora estoy con ganas e ilusión.

La previa

Citas en Orio y Zierbena

Competición. La ACT regresa a aguas vascas con la disputa de la jornada de Orio, hoy a las 17.40, y la de Zierbena, mañana a las 11.40. En la Eusko Label Liga, Urdaibai tratará de dar continuidad a su buen fin de semana en A Coruña y tiene a Orio, Hondarribia y Donostiarra como los principales rivales en una liga que ha definido muy rápido la tanda de honor. En la Liga Euskotren, todo apunta a que se volverá a vivir un nuevo duelo entre las oriotarras y Arraun Lagunak. Asimismo, la ARC-1 tiene doble jornada (Pedreña y Orio) y la ETE se disputa hoy también en aguas pedreñeras.