Para el sábado, se anuncia una fiesta del baloncesto, pero para el Lointek Gernika es también un partido muy importante.

—Sí, pero qué mejor que jugar un partido importante con este ambiente que se espera. Esperemos que venga mucha gente y que, efectivamente, sea una fiesta del baloncesto femenino y del deporte femenino, que parece que ahora vive un boom con el récord de las chicas de fútbol del Barça. A ver si podemos seguir por esa línea y si logramos la victoria para mantener las aspiraciones de llegar al play-off, que es el objetivo del equipo y de todo el club.

Algunas compañeras ya vivieron una iniciativa igual hace dos años. ¿Qué le han contado?

—Tengo muchas ganas de que llegue porque todas me han dicho que fue espectacular y que todas lo recuerdan con mucho cariño porque el pabellón es muy bonito. Nosotras ya jugamos el año pasado la Supercopa en Miribilla, pero apenas había público, y supongo que ahora será otra cosa. Espero que venga mucha gente, que anime y que nosotras estemos motivadas y con la adrenalina a tope porque jugar en este tipo de ambiente es lo que queremos. Yo ya he jugado en pabellones llenos como cuando estuve en Girona o Valencia y es algo muy bonito. Por eso, espero que la gente se lo pase bien y que ganemos, claro.

El Estudiantes femenino también va a jugar esta semana en el Wizink Center. ¿Necesita el baloncesto femenino estas iniciativas? Porque parece que ese boom del fútbol está hace de menos a otros deportes.

—Sí, bueno, el baloncesto lleva años en los que se juega con pabellones llenos. Llenar el Camp Nou tiene mucho mérito porque no es nada fácil, pero parece que ahora todo el mundo está pendiente del fútbol. Yo me alegro por ellas porque cualquier deporte femenino se merece apoyo ya que hay muchísimo talento y espectáculo que muchas veces se oculta por culpa del masculino. Mucha gente sigue también el baloncesto femenino desde hace mucho tiempo y lo que va a pasar esta jornada, que el Barça vaya a volver a llenar el Camp Nou otra vez quiere decir que algunas cosas van cambiando, es muy positivo y espero que se siga avanzando.

Volviendo al Lointek Gernika, tienen poco margen de error en estos cuatro partidos.

—Sí, hay que ir partido a partido, pero hay que ganar como sea. Gastamos el comodín en Bembibre, pero dependemos de nosotras y sabemos que si ganamos lo que nos queda, estaremos en el play-off. También hay que mirar a otros rivales, pero confío en que haremos un buen trabajo. Seguro que mañana salimos enchufadas y podremos coger la fuerza que necesitamos para acabar bien.

Desde el episodio de covid de diciembre, el equipo no ha podido remontar el vuelo. ¿Ha sido un problema físico o mental?

—Han pasado muchas cosas. Primero, lo del covid. Luego tuvimos que estar más de un mes sin jugar y hubo que hacer casi otra pretemporada. Después, lo que pasó en Turquía, en lo que no quiero ni pensar porque fue un drama. También se lesionó Itzi (Ariztimuño), que es una jugadora muy importante para nosotras, y se fue Lucas (Fernández), el entrenador ayudante. Entramos en una dinámica muy mala de sensaciones, de derrotas, y todo se ha acumulado. Era como un bucle porque cuando pensábamos que podíamos salir de bache volvíamos a caer. Ha sido muy duro, pero por eso estoy más orgullosa del papel que hicimos en la Copa al llegar a semifinales, que era uno de los objetivos del club. Ahora nos toca cumplir el del play-off y así acabaremos con buen sabor de boca.

El equipo ha sumado también muchas derrotas en finales apretados.

—Bueno, cuando estás en una dinámica negativa se nota en la confianza y como dice la ley de Murphy, lo que va mal puede ir aún peor. Pero tampoco culparía a esas derrotas ajustadas porque es todo un cúmulo de cosas. También hemos ganado partidos ajustados, esto es deporte y a veces sale cara o cruz, como en Bembibre, donde ellas se jugaban todo. Pese a esa derrota creo que estamos bien, nuestra actitud no fue mala y tenemos ganas de jugar estos cuatro partidos.

Queda este esfuerzo final. ¿Está el equipo preparado?

—Sí, seguro. Repito que la Copa nos vino muy bien, nos ayudó a creer en nosotras. Después de este partido en Miribilla, al que vamos a tope, nos quedarán dos de tres en Maloste y eso también nos debe empujar ante el Cadi y el Girona, dos rivales duros, pero de esos a los que gusta enfrentarse. Yo soy optimista y creo que lo vamos a conseguir.

Al final, el Lointek Gernika había acostumbrado a todo el mundo a estar arriba, casi en su techo, y a veces puede salir una temporada no tan buena, como esta.

—Sí, yo llevo menos tiempo aquí, pero el equipo ha hecho un gran trabajo y siempre ha hecho temporadas muy buenas, entre los cuatro o cinco mejores. De hecho, la primera vuelta fue muy buena porque nos jugamos con el Cadi ser cabeza de serie en la Copa. La segunda vuelta ha sido un desastre, pero esta temporada sabíamos que iba a ser igualada y se está demostrando. Con todo, aún tenemos opciones de meternos en el play-off y vamos a agarrarnos a estas últimas balas y a pelear hasta el final.

“Seguro que saldremos muy motivadas porque jugar en este tipo de ambiente es lo que todas queremos”

“La segunda vuelta ha sido un desastre, pero dependemos de nosotras para acabar con buen sabor de boca”