VALENCIA BASKET: Ouviña (4), Casas (10), Juskaite (13), Gil (13), Trahan Davis (9) -cinco inicial- Gómez (2), Allen (13), Romero (0).

LOINTEK GERNIKA: Cornelius (5), Bjorklund (17), Roundtree (2), Gomes (6), Buch (4) -cinco inicial- Lo (7), Díez (0), Arrojo (2), Ivanovic (0), Ginzo (5), Ariztimuño (4).

Parciales: 13-15, 31-26 (descanso), 49-39 y 64-52.

Árbitros: García León, Báez Batista y Areste Giralt. Sin eliminadas.

Incidencias: Alrededor de 400 espectadores presenciaron el encuentro en la Fuente San Luis siguiendo todas las recomendaciones y medidas sanitarias.

El Valencia Basket dio un golpe sobre la mesa y se vengó del Lointek Gernika tras caer hace unos días en las semifinales de la Supercopa. Tras un primer parcial bajo en anotación, las taronja cogieron el timón del partido y no lo soltaron en ningún momento. Bjorklund (17 puntos) fue la líder del conjunto foral, pero el ataque coral de las pupilas de Rubén Burgos fue demasiado para las vizcainas.

Las gernikarras arrancaron el choque presionando con intensidad. Pero el acierto en los ataques no fue predominante durante los primeros minutos. Los debuts en liga son siempre complicados y, más si cabe, si se trata de un partido que enfrenta a dos de los mejores equipos del campeonato. El tiro exterior no funcionaba para las vizcainas.

Queralt Casas parecía tener respuesta a cada pregunta que formulaba el Lointek. Su precisión fue clave para buscar las cosquillas de las visitantes en las jugadas de ataque. El bajo acierto del primer cuarto por parte de ambos equipos (13-15) fue otro de los protagonistas del primer capítulo de la batalla. El segundo parcial comenzó con un Valencia Basket mucho más enchufado. Con una férrea defensa y acierto ofensivo, las locales cogieron el mando del encuentro. Una bandeja de Casas seguida de un 2+1 de Ouviña puso ocho puntos arriba a las taronja a tres minutos del descanso. Un triple de Bjorklund acabó con el parcial de 10-0 que había logrado el Valencia Basket. Fue la tiradora estadounidense la única capaz de cortar la hemorragia que estaba acabando con su equipo. La suerte no sonreía al Gernika y un triple milagroso desde el centro del campo de Ariztimuño en la última jugada de la primera parte no subió al marcador al estar, por tan solo unas milésimas, fuera de tiempo (31-26).

Las pupilas de Mario López tenían que reaccionar de inmediato y volver a activarse. Rosó Buch, con 20 puntos, fue la mejor de la semifinal de la Supercopa, pero estuvo desaparecida en los dos primeros cuartos. Fue al inicio del tercero cuando la catalana cargó el brazo y con un triple rompió su sequía anotadora. Pero Bjorklund estaba siendo el factor determinante para el Lointek. Su contribución fue clave para mantener vivas las esperanzas. Ariztimuño, sobre la bocina, esta vez sí, recortó las distancias con una bandeja (49-39).

El Gernika no quería irse de La Fonteta sin presentar más batalla e inició el último cuarto con un parcial de 0-6. Allen respondió a base de triples -tres en total- y tapones para minar la confianza gernikarra. El Lointek lo peleó hasta el final pero los últimos coletazos fueron en vano. El Valencia Basket se impuso con autoridad y completó la venganza de la Supercopa ante su público.