Bilbao - El conjunto con el que el Bilbao Basket se batirá el cobre en los cuartos de final de la Copa marcha actualmente líder de la Liga Endesa (balance de 14-3), colíder de la Euroliga junto al Anadolu Efes (15-3) y lleva nueve temporadas, desde el aterrizaje en su banquillo de Pablo Laso, instalado en una dinámica ganadora que le ha llevado a adjudicarse 18 títulos en las 34 competiciones oficiales que ha disputado. Así es el actual Real Madrid, una máquina casi perfecta de jugar al baloncesto que curso tras curso, gracias a su descomunal músculo económico, consigue sobreponerse a la marcha de algunos de sus grandes referentes (Luka Doncic, Nikola Mirotic, Sergio Rodríguez...) para mantenerse en lo más alto. Los dos títulos de Euroliga (2015 y 2018), cinco de Liga ACB, Copa y Supercopa y la Intercontinental que han entrado en las vitrinas blancas bajo la batuta del técnico gasteiztarra, y todo ello haciendo gala de un juego tan atractivo como efectivo, han conseguido devolver a la entidad a un lugar de preponderancia que había perdido en los años anteriores.

Y esta temporada vuelven a ser grandes favoritos a ganar toda competición que se ponga en su camino. Laso vuelve a contar a sus órdenes con una plantilla tan larga como multidisciplinar merced a sus quince pupilos, sobradamente capacitados para responder a cualquier tipo de necesidad y contingencia. El Real Madrid juega al endiablado ritmo que imponen dos estrellas de la talla de Facu Campazzo y Sergio Llull y puede permitirse el lujo de tener en el banquillo, como secundario, a Nico Laprovittola, MVP de la Liga Endesa la pasada campaña con el Joventut. Si necesita tiro exterior, acuden raudos fusileros como Jaycee Carroll, Fabien Causeur o un Rudy Fernández por el que parece no pasar el tiempo y que se ha acostumbrado a sobresalir en los momentos más calientes a base de lanzamiento y muy buena defensa. En los puestos de tres y cuatro, resulta muy difícil encontrar una rotación más potente y complementaria que la que forman Anthony Randolph, Gabriel Deck, Jeffery Taylor, Trey Thompkins o Usman Garuba, la nueva sensación de su cantera. Y para cerrar a cal y canto su pintura, Jordan Mickey, Felipe Reyes y, por encima de todos en todos los sentidos, Salah Mejri (2,17 metros) y Walter Tavares (2,20), dos armas defensivas de destrucción masiva que ponen el lazo a un auténtico equipazo.