EL Dakar de 2020 está claramente marcado por la inscripción de Fernando Alonso. Su nombre, pese a no ser considerado uno de los favoritos, copa una gran atención mediática. Pero este será mucho más que el Dakar de Alonso. Es el estreno de un nuevo continente. Sudamérica, hogar de la prueba desde que tuvo que abandonar África, se traslada a Arabia Saudí. La organización pretende que esta edición sea un regreso a los orígenes. Renovar el espíritu de aventura de los primeros años, con menos pistas de tierra y el desierto convertido en protagonista. El Dakar arranca el domingo en Jeddah y pasará por gran parte del país en las doce etapas que están planeadas antes de finalizar el viernes 12 de enero en Qiddiya.

Esta edición contará con 572 participantes, que estarán divididos en cinco categorías. El Dakar es una prueba donde pilotos modestos pueden competir junto a las grandes estrellas del motor. Sin embargo, la cosa acaba ahí. Las diferencias económicas crean un abismo entre las marcas oficiales y los privados, que salvo contar con grandes patrocinadores o un patrimonio muy elevado no se pueden permitir luchar por la victoria final. Por eso en el Dakar los objetivos varían y cada piloto vive la prueba con su propia mentalidad. Desde los primeros espadas que sueñan con arañar segundos a los tormentosos recorridos hasta los más modestos que solo tienen en mente acabar. Son 572 carreras en una y todas ellas tienen como objetivo vencer a un desierto que no permite errores.

La adrenalina de esta prueba la sentirá por primera vez en su vida Fernando Alonso. Es su estreno en el Dakar y su experiencia anterior hace que todas las cámaras apunten a él en esta edición. El asturiano, que compite con un Toyota Hilux, es el primer campeón del mundo de Fórmula 1 que acude y él mismo reconoce que este será el "reto más duro de mi carrera". Desde hace años, Alonso tiene en mente convertirse en el piloto total y la Triple Corona es su primer objetivo. Ya ganó por partida doble el Gran Premio de Mónaco y degustó las mieles de la victoria en las 24 horas de Le Mans. Solo le queda vencer en las 500 Millas de Indianápolis para lograr este hito. Sin embargo, el asturiano, inconformista por naturaleza, apuesta por dar el siguiente paso y cambiar radicalmente de escenario. Pasar del control de los circuitos y la velocidad pura a la anarquía del desierto y la necesidad de primar la regularidad a la explosividad. Cambio de mentalidad y de terreno para un piloto empeñado en entrar en la historia.

Las vivencias de Alonso se examinarán con lupa y cada resultado será juzgado. A pesar de ello una victoria final, incluso de etapa, del asturiano sería toda una sorpresa. Su experiencia en este tipo de pruebas es prácticamente nula y a sus espaldas solo tiene la preparación realizada este año, de mucha calidad pero con todavía muy pocos kilómetros realizados para poder discutir el título a nombres con mucha más experiencia en estos escenarios. Para prepararse el campeón de Fórmula 1 decidió rodearse de la élite de este deporte. Marc Coma, vencedor en motos en seis ocasiones y hasta febrero de 2018 director del Dakar, será su copiloto. Mientras, Nasser Al-Attiyah, vigente defensor del título en coches y tres veces campeón, ha sido un apoyo constante en su preparación.

El propio príncipe catarí es el principal favorito para hacerse con la prueba en la categoría de coches. Es el vigente campeón, su Toyota ha demostrado funcionar de manera óptima y corre cerca de su casa, lo que le dará un plus de conocimiento en un terreno que será desconocido para la mayoría de sus rivales. Aunque Stephane Peterhansel y Carlos Sainz, ambos con Mini, también optan a la victoria final. Monsieur Dakar es un experto en la navegación y en un Dakar donde primará esa característica puede ser muy peligroso. Tampoco hay que descartar al polaco de Mini Jakub Przygonski o al saudí de Toyota Yazeed Al Rajhi por su condición de local.

ktm contra honda En la categoría de motos, los pilotos de KTM parten con un ligero favoritismo. La marca austriaca lleva 18 títulos consecutivos y cuenta con Toby Price, Matthias Walkner y Sam Sunderland como representantes de lujo. Tres perfiles diferentes pero de éxito garantizado ya que todos ellos saben lo que es ganar al menos un Dakar. Honda quiere acabar con esa hegemonía y para ello vuelve a insistir en Joan Barreda como principal referente. El piloto de Torreblanca es capaz de ser uno de los más rápidos de la competición, pero todavía no ha sido capaz de lograr una regularidad suficiente y varios errores clamorosos le dejaron más de una vez sin opciones de hacerse con el título.

También repetirá en esta categoría Laia Sanz. Atrás quedó esa piloto que se estreno con 26 años en la prueba, la de Corbera de Llobregat ya se ha ganado por mérito propio la insignia de leyenda de la competición y este año aspira a colarse entre los diez primeros con el vínculo formado por la estructura de Gas Gas y KTM. Sanz será una de las doce mujeres que participen en esta edición. El año pasado se batió el récord al haber 17 participantes femeninas, pero en esta ocasión el número disminuye hasta la docena. La marcha de Sudamérica, desde donde provenían gran parte de las participantes, afecta a estas inscripciones. Además, no habrá ninguna representación de pilotos femeninas del país anfitrión, algo lógico teniendo en cuenta las leyes de Arabia Saudí, que no permitieron hasta 2018 que las mujeres pudieran conducir.

un nuevo país El estreno en Arabia Saudí cambia completamente el Dakar. Con la llegada del desierto árabe las características del terreno cambian completamente. Atrás quedaron las pistas sinuosas, más típicas de los rallys, o los problemas con la altura. Este será el Dakar de la navegación y los organizadores ponen mucho énfasis en ello al cambiar la normativa de los road book. Las irregularidades de ediciones pasadas han provocado que se prohiba utilizar smartphones, GSM o teléfonos satélites en ciertos sectores. Además en seis etapas se entregará el road book, al que no se le puede añadir nada, menos de media hora antes de su inicio. Más dificultades para una prueba ya de por sí tremendamente exigente.

Domingo 5Yeda-Al Wajh752 km.319 km.

Lunes 6Al Wajh-Neom401 km.367 km.

Martes 7Neom489 km.404 km.

Miércoles 8Neom-Al Ula676 km.453 km.

Jueves 9Al Ula-Hail563 km.353 km.

Viernes 10Hail-Riad830 km.478 km.

DESCANSO

Domingo 12Riad-Wadi Al-Dawasir741 km.546 km.

Lunes 13Wadi Al-Dawasir713 km.474 km.

Martes 14Wadi Al-Dawasir-Harad891 km.415 km.

Miércoles 15 Harad-Shubaytah608 km.534 km.

Jueves 16Shubaytah-Harad744 km.379 km.

Viernes 17Harad-Qiddiya447 km.374 km.