Síguenos en redes sociales:

Carles Duran: “El Joventut no es un club cualquiera para mí y yo tampoco lo soy para ellos”

Desde su regreso en febrero de 2018 a la entidad en la que se formó, Duran ha sido pieza clave en la resurrección deportiva de un club que el domingo recibe al Bilbao Basket

Carles Duran: “El Joventut no es un club cualquiera para mí y yo tampoco lo soy para ellos”

Bilbao - Tras ser despedido por el Bilbao Basket en noviembre de 2017, el técnico catalán recaló meses después en el Joventut para intentar algo que parecía imposible: salvarlo del descenso a la LEB. Lo logró con un final de curso sobresaliente y la pasada temporada lo clasificó a jugar la Copa y el play-off. Pese a las circunstancias de su destitución, sigue hablando con enorme cariño de Bilbao y de la entidad de Miribilla.

El Joventut lleva ahora mismo seis victorias seguidas y Carles Duran es el entrenador del equipo de moda en la ACB.

-Bueno, yo no lo veo así (risas). Es cierto que estamos en buena dinámica, sobre todo de resultados, y eso es algo que siempre hay que intentar aprovechar porque cuando estás en una mala racha suele ser difícil salir, lo sé por experiencia. A ver si alargamos este buen momento lo máximo posible, porque cada victoria en Liga Endesa es muy importante.

¿Cómo se explica que un equipo que arranca con cuatro derrotas pase a sumar seis triunfos seguidos?

-En las derrotas hubo una acumulación de factores. Primero, muchos jugadores importantes lesionados, habiendo incluso alguno que aún no se ha recuperado, como Simon Birgander, u otros como Conor Morgan o Xabi López-Arostegui que nos dan un ritmo y una intensidad que el equipo necesita. Además, veníamos de un año y medio en el que tuvimos a un jugador (Nicolás Laprovittola) que nos ha marcado mucho para bien y el hecho de incorporar nuevos jugadores y encontrar sus roles ha necesitado un tiempo. Y por último, y no es algo exclusivo del Joventut, cada derrota es una losa. En principio teníamos unas expectativas muy altas y las primeras derrotas nos hicieron daño. Lo más importante ha sido cómo nos hemos reanimado, me quedo con eso.

La Eurocup no le está pasando factura.

-Estamos en el grupo más competitivo (Unics Kazan, Darussafaka?), el único donde aún no hay ningún equipo clasificado y con rivales que lo están haciendo muy bien en sus competiciones nacionales. Teníamos cierto temor, pero la Eurocup nos ha venido bien porque las victorias en competición continental nos han ayudado a animarnos en la ACB. A ver si somos capaces de entrar en el Top 16, ya que ahora que queda poco y estamos tan cerca nos hace ilusión.

¿Cuáles son las líneas maestras de este Joventut?

-Desde que llegué a Badalona nuestra idea fue muy clara. Primero, intentar jugar el mejor baloncesto posible. Aquí la gente te exige muchas cosas pero, sobre todo, ver buen baloncesto. Lo segundo, que la gente de la casa tenga un papel importante. Cada uno a su manera, pero sobre todo Xabi, Albert Ventura o Neno Dimitrijevic tienen un rol muy importante. Y luego está lo que buscamos todos, que es ganar partidos y la manera de hacerlo. Creo que jugamos un baloncesto alegre y agresivo, un estilo que ha sido siempre seña de identidad del Joventut. No solo de ahora, sino con Lolo Sainz, con Aíto, con Alfred Julbe? El Joventut siempre ha sido un equipo defensivo capaz de generar muchas cosas al contraataque y eso es lo que intentamos transmitir.

¿Es muy difícil para un entrenador componer un nuevo equipo cuando se pierde a una figura tan aglutinadora como Laprovittola?

-Como tenía muy claro que Nico se iba a ir, lo que hemos intentado ha sido adaptarnos lo más rápido posible, aunque tampoco ha sido fácil para jugadores que han compartido equipo con él. Date cuenta de que Nico nos sacaba de algunos marrones, pero esto es ley de vida y toca seguir creciendo. Yo no lo he vivido como algo traumático, ahora tenemos otras oportunidades. Por ejemplo, al estar detrás de Nico, Dimitrijevic no ha sido lo suficientemente valorado, pero ha tenido mucho mérito aguantar esa comparación. Ahora está liberado y se está viendo una mejor versión suya. Al final, un entrenador debe sacar el mayor provecho de sus jugadores para ganar y eso intento.

Le pongo sobre la mesa dos nombres propios: Klemen Prepelic, máximo anotador de la ACB, y Nikos Zisis, exjugador del Bilbao Basket.

-A Klemen no lo hemos descubierto nosotros. Allá donde ha jugado, salvo en un Real Madrid repleto de estrellas, ha destacado. Lo que le estoy pidiendo es que, además de su talento y su capacidad anotadora, sea capaz de liderar el equipo para ganar. Una de las cosas que le he criticado es que él siempre ha metido muchos puntos, pero sus equipos en Alemania o Francia no han sido muy ganadores. Con la ayuda de sus compañeros está consiguiendo tener una dinámica más ganadora. Por su parte, Nikos ha sido un gran fichaje. Sustituir a Laprovittola no era fácil y había que buscar un jugador especial. Y no hablo de que fuera capaz de hacerlo mejor o peor en cancha, sino que necesitábamos alguien que entendiera el entorno. Zisis nos está dando mucha tranquilidad y está siendo un gran ejemplo dentro y fuera del vestuario. Sabe lo que es competir y, aunque no está en el mejor momento físico de su carrera, nos está dando mucho. Además está ayudando a crecer a Dimitrijevic y a Arturs Zagars. Es un jugador campeón, allí donde ha jugado sus equipos han ganado.

Desde su vuelta a la Penya ha vivido casi un guion de Hollywood. Primero, salvación con una gran racha de triunfos pese a tenerlo todo en contra; luego, temporada de ‘play-off’; y ahora, de nuevo en racha ganadora. Y encima en el club de casa.

-En este año y medio, casi dos, que llevo en el Joventut el impacto ha sido muy bueno para todos, egoístamente para mí pero sobre todo para el club, que ha vuelto a entrar en un periodo de estabilidad económica. En lo que a mí respecta, no he cambiado mucho, no he dejado de ser el Carles que fui en Bilbao o en Valencia. La experiencia ayuda a mejorar ciertas cosas, pero en lo personal no he cambiado mucho. Lo que sí que es cierto es que mis equipos anteriores me ayudaron a mejorar y aprender ciertas cosas. Y luego hay una cosa muy importante: el Joventut no es un club cualquiera para mí ni yo soy alguien cualquiera para ellos. Tengo la confianza total de todo mi entorno, de mi director deportivo y de mi presidente. Yo soy un entrenador que me he formado en el Joventut y tengo claro qué es lo que quiere este club y yo también creo mucho en ello. Espero que esta unión se alargue. Muchos pensaban que hace dos cursos nos íbamos a la LEB y hemos acabado jugando la Copa, el play-off, la Eurocup? Me siento muy afortunado.

Con la perspectiva que da el paso del tiempo, ¿qué recuerdo le ha dejado su paso por el Bilbao Basket?

-Lo primero que me viene del año y medio que pasé allí es que fue algo maravilloso. Me quedo con todo lo mejor, no solo porque mi familia y yo vivimos muy bien en cuanto a calidad de vida. Es una sociedad para aprender, con gente maravillosa. Solo tengo buenas palabras en lo personal. ¿En lo deportivo? Está claro que cometí errores, de lo contrario no me habrían echado. Creo que en algún momento se fue bastante injusto conmigo, pero son cosas que a veces pasan en el deporte profesional, la gente solo te valora por ganar o perder. Pero también pienso que cuando yo estuve allí se empezó a hacer una cantera, intenté aportar mi granito de arena y me alegro de que haya salido adelante. También intentamos crecer con gente joven, pero no lo conseguimos por diferentes motivos. No tengo ninguna mala palabra. Lo peor que llevé en su momento fue haberme ido por la puerta de atrás. Bilbao es un lugar maravilloso para trabajar, vivir y ser feliz.

¿Qué le está pareciendo el Bilbao Basket de este arranque de liga?

-Es un equipo que tiene muy claro lo que es y lo que quiere ser. Ha acertado con tres o cuatro jugadores y Álex Mumbrú los ha convertido en importantes. Como equipo han conseguido un grupo duro, con señas de identidad claras y algo muy importante que yo en mi época quizás no conseguí: es un equipo que en casa se siente muy fuerte. Lo están haciendo muy bien aunque hay que tener en cuenta que esta liga es muy larga y todo lo que hoy es maravilloso, tanto para ellos o como para nosotros, puede cambiar en tres jornadas. Pero me da la sensación que es un equipo que tiene claro a dónde quiere ir y sus buenos momentos de baloncesto son muy muy buenos. Aparte de la calidad que puedan tener los jugadores, eso habla muy bien del trabajo de Álex y de su grupo.

¿Qué le parece tener en el banquillo rival a alguien que fue jugador suyo?

-No soy nadie para opinar del trabajo de Álex. Es un entrenador joven, como yo, que siendo jugador ya era un poco director. Siempre le ha gustado opinar, mandar e intentar ayudar al equipo a ganar. Eso lo está transmitiendo siendo entrenador y yo le veo bastante tranquilo. Él siempre ha sido un jugador con mucho carácter y ahora le veo bastante tranquilo en el banquillo. Ha transmitido lo que él siente por el equipo, el club y la ciudad a sus jugadores y se ve un Bilbao Basket muy de Álex Mumbrú. Eso es muy positivo, lleva año y medio teniendo un sello muy bueno.

¿Qué tipo de encuentro espera para el próximo domingo?

-Nos enfrentamos dos equipos que intentamos jugar un baloncesto alegre. Prepelic está jugando bien aquí, pero también Axel Bouteille en Bilbao, Alen Omic y Ondrej Balvin también son importantes en cada equipo? Ganará el que sea más equipo, el que sea capaz de cometer menores errores y sepa estar más tranquilo en los momentos difíciles. Espero que sepamos imponer el hecho de jugar en casa, pero el Bilbao Basket nunca muere, salvo en Zaragoza ha competido siempre muy bien. Será un partido muy igualado.