BILBAO. En ocasiones, el golf golpea donde menos se espera y por unos pocos centímetros hace pasar de la alegría a la decepción. Eso le ocurrió a Jon Rahm ayer en el hoyo 2 de Royal Portrush, un par 5 en el que esperaba poner en marcha en positivo la segunda vuelta de The Open después de haber rozado el birdie en el 1. El de Barrika lanzó un gran segundo golpe que llevaba una pinta buenísima y le podía dar la oportunidad, incluso, de hacer un eagle. Pero la bola se quedó medio metro corta y su bote hacia la izquierda y se fue a reposar a la zona ondulada que rodeaba el green. Desde allí, pateó, un golpe muy socorrido en este links, pero la bola no logró llegar al green y volvió a rodar cuesta abajo un par de metros más atrás del punto de impacto.

Ahora Rahm decidió chipear con el mismo resultado, la bola de nuevo a sus pies. El birdie ya era imposible, el par casi también y después de otro chip que en el quinto golpe se le fue largo de bandera la cosa acabó con un doble bogey “muy doloroso”. “Ha sido un error estúpido. Tenía que haberme dado al menos una opción de salvar el par con el segundo chip”, admitió el vizcaino, que al menos supo digerir el contratiempo y encarrilar su vuelta para acabar con uno bajo par y -4 en total que le deja a cuatro golpes de los líderes, JB Holmes y Shane Lowry, antes de la jornada del movimiento de hoy. “Después del doble bogey he intentado no volverme loco con recuperar cuanto antes. Sabía que se estaban haciendo birdies, pero he logrado aislarme y no hacer cuentas”, explicó.

Sus opciones están intactas en un torneo apretado, aunque quién sabe qué habría pasado sin esos dos golpes malditos que se sumaron tontamente a su tarjeta. En el resto de un día en el que de nuevo apareció la lluvia a ratos, Rahm trató de mantenerse sólido y lo logró de tee a green, “pero ha sido una pena no haber metido un par de putts más. Me he dejado varios metibles”. Aún así, el balance fue positivo porque “quitando un par de hoyos he jugado muy bien”. De cara a las dos jornadas finales, con gente de mucho nivel por delante, el golfista de Barrika dijo que la clave es “mantener la paciencia no pasarse de agresivo porque has fallado esos putts y quieres dejarla más cerca”.

A Rahm le recordaron que en sus últimos torneos tampoco logró resultados brillantes en la segunda jornada victorias y acabó ganando o cerca: “Si acabo igual, por mí cojonudo”, bromeó.

Otaegui, eliminado

Menos ganas de broma tenía Adrián Otaegui, que era todo resignación. Su sensación era que no había jugado mal estos dos días, “pero no he metido un putt y así era imposible”. Solo pudo hacerle dos birdies al campo en dos días y el donostiarra se quedó fuera del corte por apenas un par de golpes.

the open championship

1. JB Holmes-8

1. Shane Lowry-8

3. Tommy Fleetwood-7

3. Lee Westwood-7

5. Cameron Smith-6

5. Justin Harding-6

5. Justin Rose-6

8. Brooks Koepka-5

8. Jordan Spieth-5

12. Jon Rahm-4