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El Atlético culmina la remontada a base de carácter y pegada

Diego Costa y Giménez materializaron con goles la reacción ante un rival que ha perdido poderío

El Atlético culmina la remontada a base de carácter y pegadaFoto: EFE

Monaco 1-2 Atlético Madrid

MÓNACO: Benaglio; Sidibé, Glik, Jemerson, Henrichs; Grandsir (Sylla, m. 77), Tielemans, N’Doram, Aholou (Adama Traoré, m. 69), Chadli (Mboula, m. 58); y Falcao.

ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Lucas; Correa (Min. 70, Lemar), Rodri, Saúl, Koke; Griezmann y Diego Costa.

Goles: 1-0: Min. 18: Gandsir. 1-1: Min. 32; Diego Costa. 1-2: Min. 46+: Giménez de cabeza.

Árbitro: William Collum (Escocia). Amonestó a los locales Falcao, Sidibé y Adama Traoré y al visitante Giménez.

Incidencias: Primera jornada del grupo A de la Champions. Estadio Luis II, unos 14.000 espectadores.

montecarlo - El Atlético de Madrid resurgió en Mónaco con un estreno ganador en la Champions, en el que remontó un gol en el primer tiempo con pegada y determinación por medio de Diego Costa y José Giménez, los dos goleadores de una reacción promovida por Antoine Griezmann y Koke Resurrección.

Al ritmo de los dos, ambos esenciales para las máximas aspiraciones que se plantea el conjunto rojiblanco para este curso y ambos indispensables para la victoria de este martes -el francés asistió el 1-1 y el madrileño participó en ambas dianas-, su equipo se reactivó en el estadio Luis II con un buen resultado, con algún buen pasaje, pero también con unos cuantos aspectos aún mejorables.

El Atlético demostró carácter y sobre todo pegada; dos cualidades transcendentes en todo su recorrido de éxitos de los últimos seis años y dos bases sobre las que construir su reacción en este inicio de temporada. De momento se reencontró con la victoria, mientras ajusta su funcionamiento colectivo y potencia sus individualidades, además con la capacidad para levantar un gol en su contra.

El 1-0 fue un despropósito propio. De Saúl, sobre todo, cuando amortiguó con el pecho una pelota sencilla al borde del área, sin atender a que detrás esperaba Falcao para arrebatársela con suma facilidad, pero también de Correa, que intentó controlar de espaldas, hacia su portería, un balón que nunca debió ni siquiera pensar en controlarlo. El rechace fue a Gandsir, que culminó el gol.

Un tanto impropio de un equipo como el bloque rojiblanco, tan firme y tan cuidadoso atrás siempre. El Atlético se rebeló contra ese error al ritmo de Koke y Griezmann. Incluso sobre un césped horrible, también impropio de un duelo de la Liga de Campeones, el fútbol entre líneas del francés fue un jeroglífico irresoluble para su rival, un equipo que, aún con el 1-0, evidenció que hoy por hoy está lejos del club madrileño.

Sin nada del otro mundo, el Atlético derribó a su oponente con dos golpes en el cuarto de hora final del primer tiempo, desde el 1-1 de Costa al 1-2 de Giménez. En los dos participó Koke. En el 1-1, en el minuto 32, cuando transformó una transición en un contragolpe letal. Dos pases al primer toque, el primero suyo, el segundo de Griezmann, ya al desmarque al espacio y a la carrera de Diego Costa, desbordaron al Mónaco.

El Atlético rearmó su partido para el segundo tiempo. No asumió riesgos con la pelota, pero sí con su repliegue, que animó a su rival. - Iñaki Dufour