“Creo que soy mejor pelotari que cuando gané la txapela”

¿Cómo está afrontando el verano?

-No creo que sea un verano muy duro para mí en número de partidos. Con el año que he realizado, es lo que hay. Tendré menos encuentros que en otras temporadas. Por ahora, he entrado en dos ferias y he alcanzado una final. En el Torneo Bizkaia espero conseguir llegar a la segunda. Es importante entrar en estos partidos.

Su carrera se ha desarrollado con mucha rapidez. ¿Se le hace raro contar con menor número de festivales a estas alturas?

-Es distinto. Sí que tienes más días libres para disfrutar de otras cosas, pero viene por una mala temporada. No es que tenga muchos partidos menos, pero sí que se nota menor tirón. Viendo también que los últimos años nos hemos pasado un poco de rosca, no me viene del todo mal.

El pelotari lo que quiere es jugar, pero es necesaria la mesura.

-Eso es. En los últimos dos años llegué muy cargado al Cuatro y Medio, saturado. Este curso, espero alcanzar el campeonato mejor, con entrenamientos y cuidando bien las manos.

Tras conseguir el billete a la final de la feria de San Fermín, el verano no ha empezado mal.

-En el Cuatro y Medio de San Fermín me fui a casa dando una imagen un poco triste, pero jugué contra un grandísimo Ezkurdia. Aun así, en la feria llegué a la final con Zabaleta y nos quedamos a la puertas del título.

¿Cómo valoraría la temporada regular que ha realizado?

-Ha habido pocos resultados. No me ha salido nada. En el Cuatro y Medio no pude jugar por las manos y llegué bastante cargado. Sinceramente, no creo que hiciera un mal Parejas; quizás nos faltó ganar, pero dimos la cara. Después, para el Manomanista entrené mucho. Pensábamos que lo estábamos haciendo bien, pero algo falló. Creo que he trabajado bien, me he cuidado más que nunca, tanto en la alimentación como en la parcela física, y no salieron los resultados. Habrá que analizarlo.

Aun así, el trabajo está hecho y le ayuda a crecer, ¿no?

-Sin duda. Creo que soy mejor pelotari que cuando gané la txapela, tanto técnica como físicamente. También cuenta el momento en el que te pilla el torneo. Este año he trabajado mucho con Jokin Etxaniz y Justo Lillo. No han salido las cosas, pero he trabajado mucho y bien. En el Manomanista me encontraba muy bien, pero hay que jugar el día del partido.

No hay que tener prisa.

-Se me exige mucho y yo también lo hago, pero hay que darse cuenta de que estoy jugando contra los mejores del momento y, si no estás al cien por cien, te ganan. Si sigo trabajando como hasta ahora, llegarán los resultados. Parece que he empezado el verano bien y quiero continuar así.

¿Esta temporada, en la que reconoce que no le han salido las cosas, también le ha enseñado?

-Sin duda. Cuando ganas, se aprenden pocas cosas. Parece que es fácil y que todo sale bien. Fíjese, hace dos años quedé campeón por sorpresa y ahora, trabajando más que antes, no han llegado los resultados. Estos momentos son importantes.

¿Cómo convive con la presión?

-Es complicado. Hay que saber llevarla. Este año no he acertado y no la he controlado bien. Me he presionado demasiado. En los partidos decisivos no di mi nivel.

Era uno de los favoritos al título del Manomanista y cayó en su primer partido, en cuartos, ante Ezkurdia por 22-9. ¿Fue un golpe?

-Sí, tremendo. Al final, para mí era el campeonato del año y eso me metió más presión. No acerté. Fue un palo, pero he trabajado mucho y eso saldrá a la luz tarde o temprano.

¿Necesita disfrutar en la cancha?

-Por ahí pueden ir los tiros. Este año he disfrutado pocas veces. He sufrido. En los últimos encuentros, sí que he conseguido disfrutar.

Lo más importante para usted es que va hacia arriba, ¿no cree?

-Eso es. He tenido un bache bastante grande. Con miniobjetivos vas cogiendo confianza. Hay mucho por mejorar, pero tampoco hay que ir con prisas.