bilbao - Jonatan Duke Hernández (Gasteiz, 1981) había jugado su último partido en Euskadi en el festival benéfico a favor de la Residencia Calzada de 2014, que supuso el embrión organizativo de la empresa Gernika Jai Alai. En aquella cita, unido a Iñaki Osa Goikoetxea, el alavés dio un grandísimo nivel. Ganaron ante Diego Beaskoetxea e Imanol López en un estelar de los que hacen afición (30-26). “Fue un bonito recuerdo. Entonces grabaron algunas escenas del documental Jai Alai Blues. El frontón estaba a reventar”, evoca. Tardó cuatro años en regresar hasta que la promotora gernikarra contactó con él para reforzar la zaga. Era el momento de volver después de pasar dos años en una “montaña rusa” por los problemas físicos. Todo comenzó con un grave accidente de coche el 6 de mayo de 2016. Dos campañas después, el zaguero busca hacer su camino en Euskadi. “Físicamente me he preparado a conciencia y me encuentro bien. Eso sí, me he sentido un poquito desencanchado en los primeros partidos dentro del Jai Alai World Tour. En los últimos dos meses, el frontón de Miami estaba cerrado y se me complicaron las cosas al no poder ensayar ni en Dania ni en Fort Pierce. En dos meses hice dos ensayos. Aunque físicamente me he preparado muy bien, sí que noto todavía que los partidos me cuestan. El cuerpo se hace a ello con tiempo”, determina el alavés, cuya hoja de ruta pasa por ir creciendo en cada choque.
“La última vez que jugué en Euskadi fue hace cuatro años”, recuerda Duke, quien analiza que “a todos los pelotaris nos motiva jugar en casa. Sobre todo, a todos los que estamos en América”. Y es que, en Estados Unidos se juega a quinielas. “En mi caso, siempre me he considerado más un pelotari de partidos que de quinielas. En el formato tradicional te vas metiendo poco a poco a medida de que van avanzando los tantos. En la quiniela, con error tuyo o de tu compañero, te toca marcharte. Solamente juegas a un tanto, es muy explosivo. Volver después de cuatro años a jugar partidos me hace mucha ilusión”, destaca el puntista. Por ahora, en lugares como Hondarribia o Gernika, “hay gente que me recuerda y que me dice que me echaban de menos”. El calor del público se siente.
En cualquier caso, Hernández siempre tuvo “en mente” volver a jugar en Euskadi. “Era una posibilidad. Que vuelvan a confiar en ti y que te llamen siempre es de agradecer, porque hace dos años tuve un accidente y he tenido varias lesiones durante este tiempo. Ha sido difícil”, determina el zaguero de Gasteiz, quien viene de dos campañas de incertidumbre. “Una montaña rusa”, define el pelotari. En el accidente de coche de 2016 sufrió una lesión de hombro que le mantuvo alrededor de “tres meses” de baja. Se recuperó bien y volvió a las canchas, donde disfrutó. “Tras mes y medio o dos meses, me salió una hernia discal en la cintura. Tuve que parar siete meses. Me recuperé, volví a jugar, me rompí el menisco y tuve que pasar por quirófano. Tardé otros siete meses en regresar. Hubo muchos altibajos”, revela. El pasado diciembre encontró de nuevo la estabilidad. “Al final, te toca luchar cada día para salir de los baches, siempre mirando hacia adelante con ilusión”, concreta.
Aun así, no vivió un camino de rosas. “Se te pasan mil cosas por la cabeza y que si el deporte seguía siendo para mí. Ya llevaba varios años pensando en que la carrera del deportista tiene fecha de caducidad ya sea por lesiones o por la edad. En mi caso, tengo 37 años y no estoy igual que cuando tenía 20”, declara Hernández. Por ello, este año se graduará en Administración y Dirección de Empresas en la rama de márketing. “Al final, se trata de poner la vista en dar el giro. Por debajo viene gente con ganas. Aun así, creo que todavía me quedan oportunidades y puedo dar guerra. Hay Duke para rato”, analiza, señalando a nuevas perlas como “Barandika, Lekerika o Ekhi”.
SITUACIÓN EN MIAMI Por otro lado, Hernández viene de fajarse en el cuadro de pelotaris de Miami, donde las cosas “no andan muy bien”. “El año pasado tuvimos problemas, porque teníamos contrato firmado para todo el año y el dueño cerró durante cinco meses. Estamos con demandas. Este curso se ha vuelto a repetir la situación”, señala el zaguero alavés. “Se rumorea que la próxima temporada vayan a abrir de diciembre a febrero con tres funciones diarias para cumplir las funciones obligatorias para tener la licencia de casino. Hay mucho embrollo. No pinta muy bien”, finaliza Duke.