“El rugby es una gran familia”
Dos de los clanes con más tradición de rugby de Bizkaia, los Agirre Moragues y los De Irala, celebran la llegada de los mejores equipos de Europa y de sus grandes aficiones
SON los Agirre Moragues y los De Irala. Y su apellido, en Bizkaia, significa rugby. Tal cual. Unos en Getxo y otros en Bilbao, estas dos familias hicieron de este deporte su pegamento, un adhesivo tan potente que ni el relevo generacional pudo con el ansia por el balón oval. Así que los que vinieron después acabaron por rendirse a él para seguir con la tradición. Y para disfrutarla. Porque el rugby tiene algo que engancha. Algo que hace que, cuando lo pruebas, tengas que repetir. Te seduce y te tiene pegado al barro domingo tras domingo, hasta hacer una temporada. O hasta hacer toda una vida. Porque, como reconoce Víctor Agirre, “el rugby no roza, al que le da, le da fuerte”. Por lo que a los Agirre Moragues y a los De Irala no les quedó otro remedio que ser unos enamorados de un deporte de apariencia ruda, pero de trasfondo romántico. El oval les ha dado familia y amigos, proyectos y ambiciones. Les ha dado la vida y, por eso, ellos se la entregan. Porque, para estas dos familias, el rugby es mucho más que un deporte. Y es que, más allá del resultado, lo más importante del rugby, lo que realmente le hace ser un deporte diferente, fue, es y será siempre el tercer tiempo, tal y como explica Iker de Irala: “Después de cada partido, todos hacemos la fiesta juntos porque todos los que jugamos al rugby somos, en realidad, una gran familia”.
Y esta es la semana del rugby en Bilbao. Las finales europeas por clubes, que tendrán lugar el próximo viernes y sábado, así lo han marcado. Los Agirre Moragues y los De Irala lo saben. Y, por eso, no dudan en lucir sus colores. Los primeros llenaron la explanada de San Mamés del amarillo característico del Getxo Artea. Víctor, Iñigo, Xabier, Juan Luis, Oihan, Gaizka, Josu, Nerea, Asier, Roller y Esteban tienen los apellidos más comunes del club aurinegro. No queda claro cuánta gente de esta familia ha quedado prendada del balón oval, pero lo cierto es que fueron los precursores del rugby en la localidad getxotarra. Fue en el 75 cuando los más veteranos decidieron dar a conocer un deporte que, por aquel entonces, tan solo se practicaba en el ambiente universitario. Y, después de ellos, siguiendo su ejemplo, cayeron los demás. Ahora, los Agirre Moragues están en todas las líneas de fuego del Getxo Artea: desde el barro hasta los despachos. Ellos son rugby y, por eso, no van a perder la oportunidad de ver a los mejores tan cerca de su casa: “Esto es una oportunidad de disfrutar de un día de rugby al máximo nivel, pero también es un orgullo que equipos de tanta calidad vengan a jugar a San Mamés. Porque para ver buenos partidos te tienes que ir a Francia, Irlanda, Gales... pero ahora los cuatro mejores de Europa van a estar aquí. Era impensable que esto ocurriera”, admite Xabier. Por eso, no es de extrañar que esta familia tenga en el bolsillo las entradas para ambas finales desde hace ya más de un año.
Iker de Irala es exjugador del Bilbao Rugby y actual miembro de su junta directiva, además de la de la Federación Vasca. Pero, sobre todo, es el orgulloso padre de Iban, Xabi y Unai, unos hijos que decidieron seguir con la tradición familiar y abrazar este deporte para toda la vida. Los tres siguen los pasos de su progenitor y lucen con orgullo las horizontales rojiblancas del Bilbao Rugby. “Lo que tiene este deporte que tanto engancha son sus valores y su honestidad, el compañerismo y el juego en equipo”, dice Iker, muy convencido. Para esta familia, que la capital vizcaina acoja las finales más importantes del mundo del oval es una “gran oportunidad para que la gente conozca lo que es el rugby”. “Se va a ver que en este deporte hay mucho contacto, pero muy pocas lesiones, que es lo que más miedo da. También va a ayudar para que se vea que el rugby acepta a todo tipo de gente, es inclusivo. Y a que más gente se anime a jugarlo”, reconoció la nueva generación de los De Irala. Al igual que los Agirre Moragues, esta familia al completo también hará acto de presencia en San Mamés. Cómo iban a perdérselo. “Van a estar los mejores del mundo del rugby. Va a jugar Dan Carter, del Racing 92, el Messi del rugby. Y enfrente estará Jonathan Sexton, del Leinster, que hoy en día es el mejor”, concluye Iker.
Un fiestón Los Agirre Moragues quieren acabar con el mito de que el tercer tiempo es sinónimo de cerveza. “Es más sociabilizar que beber, aunque también es cierto que después de un partido tienes una sed del copón y si estás mucho tiempo en un bar, pues te acabas tomando unas cervezas”, bromean. Con todo, lo cierto es que las finales europeas atraerán a más de 100.000 personas con el único objetivo de pasarlo bien. “Van a venir no solo las aficiones finalistas, sino mucha gente de otros equipos a la que le apasiona el rugby. Va a haber muy buen ambiente, se van a mezclar tanto las aficiones que van a parecer todas del mismo equipo”, explica la familia getxotarra. Y los De Irala son de la misma opinión. “Los bilbainos se van a encontrar con un ambiente totalmente distinto al del fútbol. En el rugby no hay agresividad, no hay hooligans. Hay una única fan zone porque el rugby realmente es una familia y eso la gente todavía no se lo imagina. Va a ser un fiestón y va a abrir la puerta para que en un futuro se puedan ver aquí más partidos de alto nivel”.
Lo único que enfrentará a estas dos familias el sábado es el equipo al que animarán dentro de San Mamés. Los Agirre Moragues se declaran seguidores del Leinster irlandés, mientras que los De Irala, franceses, tienen claro que su equipo es el Racing 92. Con todo, al salir de La Catedral, ambos clanes se fusionarán con el ambiente y demostrarán que forman parte de la misma familia: la del rugby.
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