Javi Salgado: “Siempre estamos cerca del rival, pero nos frenan pequeños detalles”
El base de Santutxu defiende que, pese a lo que digan los números, el Bilbao Basket “ha cambiado” con la llegada de Mrsic y reconoce que la segunda vuelta va a ser “dura”
Bilbao - ¿Qué tal se encuentra el vestuario después de la derrota del domingo en casa ante el Fuenlabrada?
-Estamos jodidos. Las últimas derrotas, sobre todo en casa ante Obradoiro y Fuenlabrada después de venir de una racha buena de tres victorias seguidas como local ante buenos equipos, nos ha dejado un poco tocados, pero esta liga es así. Cada partido es una historia y una pelea, hay que seguir luchando. Sabemos que estamos en una situación delicada, pero todavía quedan muchos partidos. El vestuario está jodido, pero con ánimo de seguir trabajando.
Se ha hablado mucho de las idénticas trayectorias ligueras con Carles Duran y Veljko Mrsic. ¿Cómo lo ven los que están dentro de ese vestuario? ¿Ha cambiado algo?
-Sí. Siempre que viene un nuevo entrenador hay cambios en muchas cosas. En los entrenamientos diarios, en la filosofía de trabajo, en la filosofía de defensa... En todo. Quizás los números digan que las situaciones son similares, pero estamos todavía trabajando. Carles llevaba año y medio en el club y muchos jugadores sabíamos ya cómo quería hacer las cosas. Veljko ha llegado hace poco y encima hemos tenido las lesiones de Jonathan Tabu, Ricardo Fischer o Mickell Gladness. Hay muchas circunstancias que influyen en los vestuarios. Vamos a ver si ahora conseguimos coger otra vez la racha buena y, sobre todo, si logramos ser competitivos el domingo en Barcelona ante un equipo que estará dolido y que llega tras un cambio de entrenador, lo que todavía lo hará todo más complicado. Pero queremos ser competitivos en el Palau y a partir de ahí seguir trabajando para preparar este último tramo de liga.
El pasado domingo el equipo volvió a sufrir durante el segundo cuarto otro de esos baches que hace que los rivales se le escapen en el luminoso. ¿Cuestión física, sicológica, de estructura de equipo...?
-Cada partido es diferente. El Fuenlabrada, por ejemplo, es un equipo muy trabajado a nivel defensivo, con muchos cambios, y eso hizo que nos parásemos, que nos costara mucho conseguir situaciones cómodas en ataque, que los jugadores exteriores a veces tuviéramos que botar más de la cuenta, y en el segundo cuarto, cuando dejamos de defender bien, ellos se vinieron arriba y con su defensa pararon nuestro juego. Luego en el descanso hicimos ajustes y conseguimos jugar algo más en equipo. Sí que a veces tenemos bajones y malos momentos, pero tampoco hay que obsesionarse con eso, son circunstancias de cada partido. El cuerpo técnico analiza cada partido y siempre estamos cerca del rival y con posibilidades de hacer cosas, pero pequeños detalles nos lo impiden, nos frenan. Estamos trabajando para seguir mejorando esos detalles.
Con otros jugadores lesionados, el equipo sacó victorias adelante. ¿Tanto daño les ha hecho la lesión de Mickell Gladness?
-Sobre todo porque ha coincidido con los partidos ante Obradoiro y Real Madrid, equipos que tienen a Artem Pustovyi y Walter Tavares, los dos jugadores más grandes de la liga y dos tipos muy dominantes en la zona. Sin nuestro mejor jugador dentro nos han hecho mucho daño, su ausencia ha llegado en el peor momento posible. Todo influye. No es cuestión de poner excusas porque todos los equipos tienen sus problemas, pero su baja sí que nos ha hecho daño.
Lo que sí que está ya claro es cuál va a ser la lucha del equipo hasta final de temporada: evitar el descenso. Se ha hecho ya un corte con dos equipos con cuatro triunfos y otros tres con seis, entre ellos el Bilbao Basket.
-Está claro que ahora mismo, por las circunstancias de la clasificación, estamos mirando más hacia abajo que hacia arriba, pero también somos conscientes de que la cosa está muy igualada y que si enganchamos dos o tres victorias seguidas podemos volver a estar un poco más arriba. Ese es el objetivo, no resignarnos a estar peleando solo por evitar el descenso.
El colchón de dos victorias sobre el descenso se mantiene a base de los deméritos de Joventut y Betis, pero nos siempre va a poder ser así.
-Por supuesto. Lógicamente, de reojo miras los resultados de los rivales, pero nosotros tenemos que estar centrados en nosotros mismos y en nuestra propia mejora. Sabemos que vamos a tener que ganar partidos, que vamos a tener duelos complicados tanto en Miribilla como fuera de casa. En esta segunda vuelta tenemos que ir a Zaragoza, a Burgos, a Badalona... A partir de ahora todo el mundo se juega cosas importantes; unos, meterse en el play-off; otros, no descender. Va a ser una segunda vuelta dura.
Y tras el duelo en el Palau, tres semanas en blanco. ¿Positivo o negativo?
-No nos viene bien, lo que nosotros necesitamos es jugar e intentar ganar. A nadie le gusta parar tanto tiempo en mitad de una temporada, pero el calendario es así y los compañeros que van con la selección tienen también su trabajo, su compromiso y su esfuerzo que hacer con sus respectivos combinados. Los demás tendremos que entrenar, seguir manteniendo un buen tono físico y aprovechar para seguir mejorando situaciones.
En una situación del equipo que es delicada, ¿cómo ve a los jugadores más jóvenes e inexpertos en estas lides? ¿Se les puede hacer muy cuesta arriba?
-Veo situaciones lógicas en jugadores jóvenes. De repente en un partido uno puede brillar muchísimo y meter 20 puntos y al día siguiente, por lo que sea, porque ha tenido problemas de faltas, el rival defiende distinto o porque simplemente no le salen las cosas, jugar peor. Son cosas típicas de jugadores que tienen calidad, que todos ellos son muy buenos, pero que es la primera vez que juegan en la ACB, la primera vez que salen de sus respectivos países o universidades. La labor de los veteranos es intentar ayudarles y arroparles, enseñarles que eso es algo normal y que nos ha pasado a todos. Lo importante es que sigan concentrados cada día y en cada entrenamiento para preparar el siguiente partido.
En el plano personal, su temporada tampoco está siendo sencilla. Partidos en blanco, otros con 20 minutos en cancha... ¿Es fácil estar preparado para desempeñar ese rol?
-Es complicado, pero yo lo tengo bastante claro. Yo estoy aquí para lo que el entrenador decida y si tengo que jugar 20 minutos, pues 20 minutos, y si no tengo que jugar, no juego. Lo único que quiero es ayudar al equipo, aportar para que ganemos el mayor número de encuentros posible. Es difícil estar dos o tres semanas sin jugar y, de repente, en el siguiente partido, jugar quince minutos, pero somos profesionales y hay que asumir que esto funciona así. Hay que estar preparado para cuando el entrenador considera que un partido puede ser bueno para ti y para eso hay que entrenar día a día, estar mentalizado, no dejarte llevar y no caer en el desánimo. La fortaleza mental es el aspecto fundamental.
Al público también le han generado cierto bajón las dos últimas derrotas en casa tras haber enganchado anteriormente tres triunfos consecutivos. ¿Ha llegado el momento de asumir que esto es lo que hay, que antes los objetivos eran otros y que ahora la realidad es distinta?
-A principios de temporada ya dijimos que la propia Liga Endesa nos iba a marcar los objetivos. Hablar a comienzos de curso de Copa o play-off está muy bien, es muy bonito y todos los equipos quieren eso, pero luego es la competición la que te marca las metas. En este momento, nosotros tenemos que estar mentalizados en que el objetivo es conseguir victorias lo antes posible para salir de esa zona complicada y que todo Miribilla se tiene que mentalizar con eso, que va a ser una segunda vuelta bonita pero dura para todos. Les necesitamos más que nunca para que Miribilla siga siendo un infierno como ha venido siendo hasta ahora.