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Triunfo revitalizador del Bilbao Basket

El RETABET BILBAO BASKET recupera la compostura perdida y, entonadísimo desde la larga distancia, regresa a la senda victoriosa en Santiago para aferrarse a la lucha por la copa

Triunfo revitalizador del Bilbao Basket

Bilbao - Aseguraba Carles Duran doce días atrás, dolorido como estaba por la acumulación de batacazos de los suyos, en las entrañas del Palacio de los Deportes de Murcia que su RETAbet Bilbao Basket necesitaba dos cosas: resetearse y regresar a sus orígenes. El inquilino del banquillo de los hombres de negro era consciente de que su equipo necesitaba como el respirar ponerse un buen tiempo en barbecho, darse margen para descansar, reflexionar y rearmarse de cuerpo y mente y, a tenor de lo visto ayer en el Fontes do Sar, no andaba desencaminado. El conjunto vizcaino recuperó la compostura perdida en un escenario del que en los últimos tiempos no se había llevado precisamente alegrías y demostró su intención de aferrarse con uñas y dientes a la lucha por la Copa. Rearmado en la faceta defensiva, con más seriedad y aplomo que en los últimos compromisos, y aprovechando sus excelentes porcentajes en el lanzamiento de tres puntos -15 dianas de 32 proyectiles lanzados-, el cuadro visitante se quitó de encima las horribles sensaciones que acumulaba de sus anteriores partidos, que pesaban ya toneladas, y salió a flote gracias a una victoria muy bien diseñada y ejecutada.

Los entrenados por Duran entendieron con notable clarividencia lo que el encuentro necesitaba para resolverlo con acierto y trabajaron a destajo para conseguirlo. Entregaron terreno en las distancias cortas para evitar que el Rio Natura Monbus cogiera vuelo y confianza espoleado por sus artilleros exteriores y los de Moncho Fernández, aunque hicieron daño con el rebote ofensivo y Artem Pustovyi arrancó como un tiro, nunca se sintieron cómodos en cancha. En ataque, los bilbainos encontraron situaciones cómodas de tiro desde la larga distancia y no las desaprovecharon. Muy pocas veces tuvieron que forzar situaciones para poder engatillar desde posiciones de tres puntos, lo que permitió que hasta seis de sus jugadores (Mumbrú, Lapornik, Todorovic, Tabu, Salgado y Bamforth) acabaran con dos o más dianas en su hoja de servicios.

Los visitantes, con un buen trabajo coral de los once jugadores que se vistieron de corto -Mumbrú y Hervelle actuaron mermados por los efectos de una gastroenteritis, pero el aplomo no les abandonó-, nunca se vieron por debajo en el marcador. Los gallegos hicieron la goma en un par de ocasiones, pero el excelente arranque de último cuarto del Bilbao Basket le permitió alcanzar un 58-73 a 5:50 del final que ya no tuvo vuelta atrás. Eso sí, los hombres de negro, enredados a última hora en la defensa zonal planteada por el rival como solución de emergencia, coquetearon con el posible descalabro -¡ay si Bendzius, tras taponar a Mumbrú, llega a meter la bandeja que erró a 30 segundos del final para colocar el 76-79!-, pero la sangre no llegó al río y entre Bamforth y Salgado solventaron la papeleta desde la línea de tiros libres.

Gran arranque El conjunto vizcaino arrancó la contienda mucho más lúcido e intenso que en anteriores compromisos. Merced a su notable disposición de retaguardia, jugando con mucha agresividad contra las situaciones de pick&roll, y moviendo con rapidez el balón en ataque, sin caer en la trampa de las defensas cambiantes diseñadas por Moncho Fernández, los de Durán solo necesitaron cinco minutos para poner pies en polvorosa (2-15). Engatillando con tino desde la larga distancia y conectando sin demasiadas dificultades con Eric, el Bilbao Basket ofrecía constantes vitales que habían desaparecido tiempo atrás, pero la segunda unidad revitalizó al Obradoiro, que aprovechó al espigadísimo Pustovyi para aferrarse al encuentro. Así, el poste ucraniano, autor de 13 de los 15 primeros puntos de su equipo, se convirtió en una pesadilla para la zaga visitante que, sin embargo, resistió el primer estirón de los anfitriones, que llegaron a colocarse 15-18, para cerrar el acto inaugural con un colchón de siete puntos.

Sin embargo, el Bilbao Basket empezaba a tener un serio problema: el rebote ofensivo. Los gallegos, de la mano de Whittington y Bendzius, empezaron a mostrarse muy dañinos aprovechando las segundas oportunidades y los de Duran perdieron gran parte de su frescura, viviendo casi exclusivamente de su acierto desde la línea de 6,75 debido a que Tabu encadenaba pérdida tras pérdida. Dos tiros libres de Pozas a 3:21 del descanso equilibraron la balanza a 33 puntos, pero la entrada a pista de Javi Salgado aportó a los suyos el orden, el criterio y el acierto necesarios para no desmoronarse.

Así, con dos triples del de Santutxu y otro de Mumbrú, el RETAbet Bilbao Basket alcanzó el descanso con un notable 35-43 a su favor, pero su regreso de vestuarios no fue demasiado consistente. Sin ritmo en ataque y con problemas de nuevo para sujetar a Pustovyi y Whittington, Duran se vio obligado a parar el partido en cuestión de tres minutos para no permitir demasiadas alegrías a los gallegos (43-47) y sus jugadores respondieron al llamamiento. Cuatro puntos seguidos de Hervelle y dos triples de Tabu y Todorovic volvieron a distanciar a los visitantes y el 54-63 a diez minutos del final era esperanzador, más aún cuando el conjunto vizcaino arrancó el acto final como una locomotora. Con Dulkys muy bien sujetado, anotando con criterio y sacando petróleo de una técnica señalada por Llovet ante Buva, el 58-73 invitaba incluso a pensar en un triunfo contundente para endulzar el average copero en la medida de lo posible, pero quizás habría sido ya demasiado. Ayer lo vital era la victoria y se consiguió. Paso a paso.