BILBAO - Kerman Lejarraga no esconde sus pretensiones. Es un trabajador. Un obrero del ring. A pesar de su talento y su poder, innegables, su intención antes que triunfar es “que no le falte de nada a su familia”. Lo dice a las puertas de colocarse entre los tres mejores del mundo, lo que le acercaría a buscar el título mundial. Le honra.
Tratará de revalidar mañana el cinturón Internacional de los wélter de la WBA ante Jesús ‘La Pantera’ Gurrola (23-9-3). ¿Considera que es el rival más difícil con el que se ha enfrentado hasta ahora?
-Cada rival es una prueba de fuego. Para mí, Gurrola es el adversario más complicado que he tenido. Llevo desde agosto preparando las peleas y he encadenado varias preparaciones consecutivas. Estoy bien.
Entonces, se encuentra en un estado óptimo física y psicológicamente, ¿no?
-De físico siempre trato de ir muy bien preparado. Trabajo día a día, tanto por la mañana como por la tarde, para ir mejorando físicamente y de boxeo. Así que por ese lado no habrá problema.
Ganar al púgil mexicano antes de que suene la campana puede darle la oportunidad de estar entre los mejores del mundo en el peso wélter.
-Sí. De vencer a Gurrola me metería entre los tres primeros de la WBA.
Eso implicaría afianzarte entre la terna de boxeadores que pueden conseguir el título mundial.
-Sin duda. Podría combatir por el cinturón y entraría con más fuerza entre los aspirantes.
¿Cómo lo valora?
-Para mí, todo lo que sea pelear es bueno. Ahora que tengo las dos manos bien, yo lo que quiero es combatir. Tras operarme el doctor Pedro García Bernal, únicamente lo que quiero es saltar al ring y pelear y pelear.
¿Por encima de los resultados?
-Quiero combatir para ganar buenas bolsas, dinero, para la familia y para el día a día.
El objetivo de su carrera siempre ha dicho que es ir a competir en Estados Unidos.
-Sí, porque allí es donde el boxeo está mejor pagado.
¿Cómo ve el deporte en Euskadi?
-Cada vez va a mejor. Va hacia arriba. Es un orgullo. Esperamos que mañana haya un llenazo en el frontón Bizkaia de Bilbao. La gente de aquí es increíble. Es un orgullo y un honor pelear ante la afición vasca, que siempre anima y siempre te apoya.
¿En las peleas de casa nota el impulso de la gente o quizás siente más presión?
-Presión no tengo nunca. No tengo miedo a perder, porque sé que es algo que terminará llegando. Estoy preparándome para que no llegue, pero si tiene que venir, vendrá. Así que presión no tengo. Estoy ante mi gente y siento cómo me animan en cada momento.
¿Le da alas?
-Claro. La gente, mi familia y mis amigos están en la grada y motiva estar delante de ellos.
Su perfil mediático está creciendo cada día más, la gente le para por la calle y está considerado como uno de los boxeadores más conocidos. ¿Qué se le pasa por la cabeza cuando la gente se le acerca a pedirle un autógrafo o animarle?
-Soy bastante vergonzoso, pero es algo que me motiva. Que me animen, que me feliciten, me pone los pelos de punta. Hay gente que viene a pedirme fotos o a darme ánimos y yo estoy encantado. Al que me habla, le respondo muy a gusto. La verdad es que estoy muy agradecido. Les doy las gracias a todos ellos, tanto yo como todo mi equipo, porque al final trabajamos juntos. A todo el que me para, se lo agradezco.
¿Nota cómo le va cambiando la vida una vez que su progresión se ha ido reafirmando?
-Sí. Ahora solo tengo una mentalidad: ganar algo importante, hacerme un nombre y ganar una buena bolsa para la familia y poder vivir tranquilo. No sueño con tener un nombre en el boxeo, no. Tener un nombre lo agradezco, pero lo que quiero es vivir el día a día con mi trabajo, que es el boxeo, y mi familia.
¿Es un currante del ring?
-Eso es. Eso es lo que me gusta decir a la gente. Soy un currante del cuadrilátero, no trabajo para hacer un nombre. Soy un trabajador. El día a día y mi familia son las cosas que me motivan. Que no le falte de nada a mi familia es lo que me importa.
¿Cómo es Jesús Gurrola?
-Es mexicano y eso quiere decir que es bravo y guerrero, siempre va hacia adelante. Esperamos una guerra en el frontón Bizkaia de Bilbao.
‘La Pantera’ ha peleado contra campeones del mundo y siempre ha dado la cara, ¿no?
-Sí. Le tiras y se levanta. Aguanta mucho y hasta el final. Solamente ha perdido dos peleas antes del límite y una fue por un corte en la ceja que paró el árbitro. Así que no viene castigado.
¿Pelear contra un muro?
-No queda otra. Estamos a tope con la preparación y no quedará otra que tirar para adelante.
Para el ‘Winter on Fire 2’ estaba previsto que el rival fuera César Rivas ‘El Fronterizo’. ¿Ese cambio ha trastocado los planes en su dinámica de trabajo?
-No. A mí no me afecta. Trabajamos para dar guerra a todo tipo de rivales y mi boxeo no lo voy a cambiar por un adversario u otro. Mi boxeo es el que es y si es efectivo, perfecto.
Comparte velada con Andoni Gago.
-Antes de operarme de la mano fue la última vez que peleamos en la misma cita. Para mí es todo un orgullo salir al ring el mismo día que Andoni, mi compañero desde los inicios. También peleará Ibon Larrinaga, que lleva conmigo desde el principio.
Tiene todos los ingredientes para ser una velada que triunfe.
-Eso es.
¿Cómo ve al rival de Gago?
-Sofiane Takoutch es zurdo y alto, pero todos sabemos las guerras que lleva ya Andoni. Con las narices que tiene, ya le vale. Su rival es técnico, pero su coraje puede con todo.