La semana fantástica
EL Bilbao Basket, con Eric y Buva imponiendo su ley en la zona, se consolida en puestos coperos tras derrotar a un correoso Joventut impulsado por su notable actividad defensiva
Bilbao - En plena época de Black Friday, Cyber Monday y demás promociones comerciales, el RETAbet Bilbao Basket coronó ayer su particular semana fantástica de victorias. Tres en una. Pack completo. El equipo de Carles Duran, revitalizado, reconocible en sus líneas maestras a pesar de no protagonizar su partido más acertado de cara al aro, sobre todo desde más allá de la línea de 6,75, descabalgó a un resistente Divina Seguros Joventut y cerró un resultado (83-70) que le mantiene firme entre los ocho primeros clasificados. Los hombres de negro dominaron el marcador desde el salto inicial hasta el bocinazo final, cogieron vuelo en el marcador en un segundo cuarto en el que la apuesta de Duran de activar como pívot a Axel Hervelle para sacar de la zona al intimidante y enorme Jerome Jordan surtió efecto y en la segunda parte supieron aguantar las acometidas verdinegras buscando insistentemente en las cercanías del aro a Micheal Eric e Ivan Buva, quienes acabaron el choque sumando 31 puntos entre los dos con porcentajes de acierto superlativos.
El conjunto vizcaino no gozó esta vez del respaldo de los triples para imponer su propuesta de juego (28% de acierto); tampoco Álex Mumbrú cuajó un partido sideral de los suyos en la faceta anotadora -eso sí, fue el máximo reboteador (7) y asistente (5) del equipo-, ni Miha Lapornik ejerció de salvador como en Berlín... Esta vez, los focos enfocaron a otros, lo que es muy del gusto de Duran. Scott Bamforth atinó en las penetraciones, Tobias Borg se desgastó en labores de retaguardia antes de sofocar con cinco puntos seguidos el último intento de rebelión de la Penya, Jonathan Tabu dio un paso más en su recuperación y los pívots se hicieron gigantescos en la zona. Además, la defensa, solidaria, activa y con constantes ajustes, rindió a un notable nivel, proporcionando al colectivo una sobresaliente red de seguridad en las fases del duelo en las que los balones se negaron a besar la red pese a estar muchos de ellos lanzados desde posiciones liberadas.
Mucho ritmo Salto inicial ganado por Eric, bloqueo perfecto de Bamforth, pase largo de Mumbrú y finalización del pívot nigeriano. El duelo nació con una jugada que los hombres de negro han convertido ya en marca de la casa y que supuso el punto de arranque a unos minutos frenéticos en los que los equipos se emplearon en cancha a tope de revoluciones, sin tiempo apenas para plantar sus retaguardias y ni siquiera para hacer faltas. Los anfitriones, con Eric muy activo y Bamforth tirando y penetrando, llevaron la iniciativa en el luminoso, pero el Joventut supo aprovechar los 2,15 de Jordan para no perder la estela de su rival. El panorama de igualdad cambió cuando ambos postes tuvieron que sentarse en el banquillo con dos faltas. Los de Duran comenzaron a buscar con insistencia a Buva, muy superior a Miralles en su emparejamiento interior, y consiguieron ir abriendo brecha. El 25-17 a 19 segundos de la conclusión del acto inaugural premiaba la apuesta ofensiva de los locales, que llegaron a los dobles dígitos de renta (31-21) en el segundo cuarto merced a la insistencia del croata en las distancias cortas y al notable trabajo de Mendia en ambas canastas. Sin embargo, una serie de fallos del Bilbao Basket en tiros de tres puntos lanzados sin marca dio alas a un conjunto verdinegro que, con Jordan otra vez en cancha, supo encontrar además rendijas en la retaguardia bilbaina. Sin embargo, Duran no tardó en mandar a los suyos un nuevo plan de actuación. Tras el 0-9 de la Penya (31-30), el técnico catalán colocó a Hervelle de cinco, el belga sacó de la zona a Jordan y el Bilbao Basket volvió a fluir tanto en ataque como, sobre todo, en defensa. Así las cosas, no tardó en producirse un nuevo despegue en el marcador, que desembocó en un notable 47-35 en el ecuador de la contienda.
A vuelta de vestuarios, el Bilbao Basket impuso su fortaleza interior para que el Joventut, fogoso desde la línea de 6,75, no encontrara un ecosistema favorable para la remontada. Los anfitriones estiraron su colchón hasta el 55-42 tras un dos más uno de Eric y tuvieron oportunidad para poner más tierra de por medio, pero los de Ocampo no se descompusieron. Los Vasiliauskas, Bogdanovic y Lapornik (Luka, el visitante) comenzaron a engatillar desde la larga distancia y amenazaron con un intento de revuelta, sofocada en primera instancia por un palmeo de Buva sobre la bocina del tercer cuarto para dejar el choque con un esperanzador 67-57 a diez minutos de su conclusión.
Pero el Joventut seguía aferrándose al partido con uñas y dientes y utilizó el mal arranque de último cuarto del Bilbao Basket en ataque, con apenas tres puntos en cuatro minutos, para subirse a sus barbas de la mano de sus descarados exteriores. El 67-62 tras otro triple de Vasiliauskas dejaba claro que todavía había partido y mucho por pelear, aunque Borg no tardó en llegar al partido para desactivar el peligro. El base, notable hasta entonces en defensa pero inédito en ataque, conectó una punzante penetración y un triple frontal para dar aire a los suyos (75-66 a 3:46) y, de paso, terminó con la resistencia verdinegra, que además no tardó en comerse un mate de Eric y un contraataque de Hervelle para acabar hincando la rodilla mientras el Bilbao Basket gustaba y se gustaba a base de tapones (Borg) y mates (Eric). Los hombres de negro han recuperado su mejor versión en su particular semana fantástica y afrontan reforzados un complicado mes de diciembre que tendrá un vital preludio pasado mañana con la visita continental al Lietuvos Rytas.