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Rubén Salaverri: “Barriola ha sido mi referente, jugar contra él es un sueño”

Rubén Salaverri (Fuenmayor, 1998) es la última adquisición de Asegarce. El riojano debutará en el Adarraga hoy, día de San Mateo

Rubén Salaverri: “Barriola ha sido mi referente, jugar contra él es un sueño”

Bilbao - Pablo Berasaluze en sus primeros años jugó junto a Javier Salaverri. Ahora, toma el testigo y será padrino de su hijo, Rubén, esta tarde en Logroño. El guardaespaldas de Fuenmayor disputará su primer envite en el ruedo profesional con Asegarce con un delantero experimentado ante Gorka y Barriola, su ídolo. Es el descorche soñado.

Llega el momento del estreno con Asegarce, ¿qué se le pasa por la cabeza?

-El debut es el sueño que tenía desde pequeño. Quería llegar a profesionales. Más aún cuando toca debutar en la feria de San Mateo, el día de San Mateo, que va a estar el frontón a reventar, hasta los topes. Irán muchos amigos. Es el debut soñado. Si juego bien, sería perfecto.

Hace hincapié en disputar un buen partido y dar una buena imagen, pero también tiene que disfrutar del día de su debut, ¿no?

-Quiero disfrutar, pero lo haces jugando bien. Es lo principal. Una cosa lleva a la otra: si sales con la idea de disfrutar, vas a jugar bien. Y al revés: si juegas bien, disfrutas.

¿Cómo está siendo el compás de espera desde que se anunció su primer duelo hasta ahora?

-Estas semanas se me están haciendo un poco largas. Llevaba un tiempo en el que estaba jugando un partido cada dos días y, de repente, pasar a tener que estar casi veinte días esperando, se hace largo.

¿Cómo procesa la tensión?

-Durante el partido seguro que me comen un poco los nervios. Eso es lo normal. La historia es saber controlarlos.

¿Es templado en los momentos clave?

-La verdad es que parece que soy templado, pero me caliento bastante con los nervios. Me cuesta controlarme. Sobre todo, el tema de la ansiedad me afecta. Respiro mal y lo paso mal. Yendo tranquilo y jugando con Pablo Berasaluze, que anima mucho, no hay problema.

Buen padrino le ha tocado. Pablo es un manista que disfruta enseñando a los jóvenes.

-El mejor que me podía tocar. Tiene alma de entrenador además de ser un gran pelotari. Es una persona de diez. Conmigo se ha portado muy bien estos días. Voy con mucha ilusión y muchas ganas de jugar con él.

¿Le han dado algún consejo?

-Que empiece intentando no fallar y que me meta en el partido poco a poco. Después, ya me iré soltando. Ya jugaré lo que sé.

Esta es una carrera larga, importa el debut pero también hay que quemar etapas e ir dando pasos poco a poco.

-Eso es. Este día será especial, pero no marcará mi carrera. Por hacerlo muy bien, no quiere decir que me vaya a salir igual siempre y lo mismo pasa al contrario.

Su padre Javier, exmanista profesional y socio fundador de Aspe, también le aconsejará.

-Es mi piedra de apoyo principal. Él me ha guiado hasta ahora y voy a seguir sus consejos, porque hasta el momento no me ha ido nada mal.

Dicen de usted que es un zaguero con dos manos bonitas, ¿qué más cualidades tiene?

-Soy un luchador y un trabajador. Además, le suelto cuando le tengo que soltar. En teoría, soy lo que tiene que ser un zaguero: soltarle y llevar a buena en los momentos necesarios. También tengo recursos de aire e intento ser cada día más completo. De todos modos, tengo que mejorar cada día.

Tiene 18 años y aún es muy joven. Estará concienciado en que le queda mucho por evolucionar y en que tiene que trabajar para conseguirlo.

-Desde el primer día me di cuenta de que ahora entraba en otro mundo. Hasta ahora venía trabajando bien y con la cabeza puesta en la pelota, pero, de aquí en adelante, aún más. Es difícil llegar, pero mantenerse más. Para eso hay que trabajar y trabajar. No hay otra.

¿Dónde radica la diferencia entre el mundo profesional y el campo aficionado?

-En la presión. Estás en todas las bocas. Tienes que hacerlo bien todos los días. Se mira con lupa lo que haces y lo que dejas de hacer.

¿Cómo lleva lidiar con las críticas?

-De momento, me aíslo. Voy a lo mío. Tengo ganas de jugar. Al final, las críticas van a estar ahí siempre.

¿Quién ha sido su referencia en el campo profesional?

-Abel Barriola ha sido el pelotari que más me ha gustado siempre. Después, cuando irrumpió José Javier Zabaleta, él me llamó la atención también.

Casualmente, lidia con el leitzarra.

-Es algo que habría soñado siempre. Jugar contra él, que ha sido mi ídolo, lo veía difícil. Me hace mucha ilusión que sea el rival en mi debut.