Un partido de dos velocidades
El Bilbao Basket pone deseo, pero se muestra inferior a un Gran Canaria mucho más rodado y conjuntado
Gran Canaria105
Bilbao Basket81
HERBALIFE GRAN CANARIA: Hendrix (9), McCalebb (16), Salin (3), Báez (4), Rabaseda (7) -cinco inicial- Oliver (7), Planinic (18), Pasecniks (8), O’Neale (16), Paulí (10), Kuric (7).
DOMINION BILBAO BASKET: Bamforth (13), Mendia (0), Salgado (0), Mumbrú (11), Eric (24) -cinco inicial- Iriarte (3), Hervelle (6), Todorovic (5), Vucetic (0), English (3), Buva (11), Llorente (5).
Parciales: 26-17, 51-34 (descanso), 77-56 y 105-81.
Árbitros: Perea, Manuel y Oyón. Eliminaron a Pasecniks, Mumbrú y Llorente.
Incidencias: Tercera jornada del Circuito Movistar de Lleida disputada ante unos 1.000 espectadores.
bilbao - El Dominion Bilbao Basket regresa de su primer paso por Lleida en esta pretemporada con una victoria amplia y una derrota amplia, algo que puede ocurrir en esta fase de preparación en la que cuentan tanto las fuerzas propias como las ajenas. Ayer los hombres de negro se encontraron con un rival mucho más rodado y conjuntado y asomó todo el margen de mejora que al equipo de Carles Duran le queda por delante.
Los once jugadores que alineó el Herbalife Gran Canaria estarán en el primer partido de liga, incluso la semana anterior en la Supercopa. De los doce que utilizó el Bilbao Basket, entre los cuales estuvo el debutante Vasilije Vucetic, solo ocho serán útiles en el estreno liguero, lo que provocó una clara descomposición entre los quintetos que había en cancha en uno y otro lado. El partido empezó con un 10-0 favorable a los amarillos que nada bueno anunciaba y así fue porque los vizcainos todo lo más que consiguieron fue colocarse a tres puntos (17-14). Pero el Gran Canaria era una máquina bien engrasada que apretó las líneas de pase para robar balones, con lo que sumó 24 puntos tras la pérdida del rival, y sobre todo logró pasarse el balón para ganar con gran facilidad la espalda de la defensa del Bilbao Basket. 31 asistencias y 58 puntos cerca del aro lograron los de Luis Casimiro ante la confusión que a veces reinó en las filas bilbainas. Incluso, hubo momentos de debilidad en el balance defensivo que enfadaron al técnico catalán.
Al cuarto minuto del segundo cuarto, el Gran Canaria ya doblaba en el marcador al conjunto bilbaino (42-21) y el resultado dejó de tener importancia. Duran siguió rotando a sus jugadores para cumplir los objetivos físicos del partido, pero los problemas para generar juego eran grandes por la agresividad de los canarios, que ponían piernas, brazos y cuerpos en el camino y siempre parecían ir un paso o dos por delante. Esta vez el recurso de buscar a Micheal Eric y Ivan Buva resultó a medias.
demasiado fogosos El nigeriano, que hoy viajará a Estados Unidos para resolver asuntos burocráticos, fue el mejor con 24 puntos y 8 rebotes y varias acciones espectaculares, pero el croata salió perdiendo en su duelo con su compatriota Darko Planinic, en el que a veces llegó a frustrarse. Pese a ello, sacó diez tiros libres, aunque solo una canasta en juego muy al final. Los dos pívots lo pasaron peor que ante el Fuenlabrada y quedó claro que tendrán que controlar su tendencia a cometer faltas, muchas de ellas por un exceso de fogosidad..
Tras el descanso, el Bilbao Basket intentó reducir la desventaja de 20 puntos, pero fue un intento breve porque el Gran Canaria tenía un ritmo mucho mayor y mucho más acierto. Los hombres de negro le echaron voluntad y ganas, pero tuvieron delante al equipo que, quizás, está en mejor momento a estas alturas de la pretemporada. Si el subcampeón de Copa sigue creciendo, será un rival a tener muy en cuenta a partir del 1 de octubre.
El Bilbao Basket, por su parte, trata de construir en una situación que no es real, como ha reconocido Carles Duran, por la ausencia de cuatro jugadores de la rotación principal. El equipo regresó ayer a Bilbao, pero el viernes y sábado estará de nuevo en Lleida para medirse al Joventut y al Andorra.