El traspaso de Bale, en paños menores tras una filtración
Se publica el contrato firmado por el Tottenham y el Real Madrid para la venta del galés, quien costó 100 millones
WIKILEAKS nace en 2006 por la voluntad de Julian Assange como una organización mediática internacional sin ánimo de lucro con un eslogan que dice: “Abrimos a los gobiernos”. En su portal digital se publican desde entonces documentos que buscan aportar transparencia a mundo, denunciar comportamientos no éticos o poco ortodoxos. La idea del ciberactivismo se propaga y así se crea en septiembre de 2015 Football Leaks, un portal digital ruso escrito en portugués en el que se filtra información relacionada con el fútbol. La voluntad es arrojar luz a los rincones oscuros del deporte del balón, a “tratos de trastienda, transferencias controvertidas y acuerdos comerciales que a menudo eclipsan actuaciones en el terreno de juego”. O sea, la intención es dar a conocer verdades ocultas. Justicieros por cuenta propia.
Uno de los últimos movimientos de esta página web, como en su día sucediera con el brasileño Neymar, es la publicación del contrato firmado por el Real Madrid y el Tottenham para acordar el traspaso del galés Gareth Bale. A través del documento que ofrece Football Leaks la primera conclusión es que el Real Madrid no pagó lo que dijo haber pagado. Desde el club que preside Florentino Pérez siempre se ha mantenido que el costo del fichaje fue de 91 millones de euros, otorgando el primer escalafón del traspaso más caro de la historia de la entidad a Cristiano Ronaldo, una operación de 96 millones de euros. Según el documento colgado en la red, Bale no costó 91.589.842 millones de euros, sino 100.759.417.
Para tratar de sostener su versión, el Real Madrid incluyó en el contrato una cláusula mediante la cual, el Tottenham no podía emitir información alguna sobre los detalles económicos de la operación del traspaso. Y es que entre esos detalles se establecían dos fórmulas, tal y como anuncia el contrato hecho público, que está firmado por el presidente del Tottenham, Daniel Levy, y el director general del Real Madrid, José Ángel Sánchez, y que consta de seis páginas que se dividen en puntos enumerados.
Una de ellas era la de abonar la cantidad del traspaso íntegramente, lo que supondría un monto de 87.010.350 euros descontando un 5% establecido como cláusula de solidaridad, mediante la que “si un jugador profesional es transferido antes del vencimiento de su contrato, el club o clubes que contribuyeron a su formación recibirán una parte de la indemnización”, según los estatutos de la FIFA. La segunda era realizar un pago fragmentado en cuatro partes, lo que elevaba el traspaso considerablemente, opción que ejecutó el Real Madrid, que debe liquidar su deuda en julio de 2016. En este caso, el desembolso es de 99.743.542 euros, cantidad a la que sumado ese 5% se eleva a un total de 100.759.417. Esto significa casi 10 millones de euros más que la cantidad anunciada por el club que preside Florentino Pérez.
Dentro de los 21 puntos en los que está dividido el contrato, concretamente en el número 4, se recoge que el Real Madrid renuncia a recibir parte del pago que todavía tenía pendiente de cobro la entidad con sede en Concha Espina por la venta de Rafael Van der Vaart al Tottenham en 2010. La cantidad del traspaso, sin embargo, no viene recogida, ni tampoco la deuda que se cancela. Según recogieron los medios de comunicación ingleses en su día, la venta del futbolista holandés reportaría al club madrileño alrededor de 10 millones de euros. De modo que esto encarece aún más el precio del fichaje de Bale por parte del Real Madrid, cifra que, al menos públicamente, sigue siendo una incógnita en cuanto a concreción se refiere.
Eso pretendió el Real Madrid, que no se dieran detalles. Es lo que se exige en el punto 15, en el cual se pacta que únicamente se informará a la prensa de que el coste del traspaso de Bale es de 91.589.842 euros. En ese apartado es en el que se obliga al club inglés a que no aporte ningún detalle económico a la prensa. Es una cláusula de silencio.
Otra cláusula figura en el punto 10, en el que el Tottenham se reserva hasta junio de 2019 un derecho de tanteo sobre Bale en el caso de que un club de la Premier League trate de ficharle. Mientras, en el apartado 11 se concreta que si la entidad inglesa no ejerce el tanteo y se vende a Bale antes del 1 de septiembre de 2015, el Real Madrid debería de abonar 11.750.000 euros.
otros objetivos El ejemplo que atañe a Bale es el último más sonado, pero Football Leaks va engordando su listado de publicaciones. Los futbolistas Martial, Mangala, Pedro León, Falcao, Garay, Hulk o el entrenador Jorge Jesús, entre otros, han sido sujetos del portal digital, como lo ha sido Neymar, otro de los más reputados casos, ya que la web divulgó el contrato original firmado por el futbolista brasileño en 2012 con la empresa Doyen Sports para que esta gestionara sus derechos de imagen en diferentes países. En esa información se daba a conocer los acuerdos mediante los cuales Doyen Sports se reservaba los derechos de exclusividad de prestar sus servicios para la promoción del jugador, así como que percibiría el 60% de los ingresos recibidos. De la diferencia restante, Neymar Sport Marketing se llevaría el 20% y el club brasileño Santos, un 10%. Asimismo, publicó también los acuerdos firmados ya en 2015 por el actual jugador del Barcelona con la firma de videojuegos Konami y también con PokerStars. Cada publicación, en mayor o menor medida, ha traído cola. Los secretos mejor guardados del fútbol tienen altavoz. Se llama Football Leaks.