Txomin y Ander Arana conviven desde pequeños con la velocidad

Bilbao - En la casa de los Arana la velocidad es casi una religión. Txomin no es solo el único acostumbrado a correr al mandos de un vehículo, su hermano mayor, Ander, es un piloto consagrado a nivel vasco y este año ha conquistado por segunda vez consecutiva el Campeonato de Euskadi de Rallyes. Dos ereñotarras nacidos para ir siempre a los mandos de un volante, da igual que sea sobre cuatro o sobre dos ruedas, el objetivo es superar sus propios límites. “Empezamos en motocross hasta los trece años y luego hicimos goitibeheras. Cuando Ander sacó el carnet de conducir, montó un coche e íbamos a los rallyes, él de piloto y yo de copiloto”, recuerda Txomin, que para su hermano fue un “buen copiloto”. “No discutimos nunca y conduciendo juntos disfrutábamos mucho”, declara Ander.

Dos hermanos que viven la pasión por el pilotaje de una forma muy diferente. “Conduciendo somos completamente distintos. Ander es muy fino y yo arriesgo mucho más. Eso se veía en goitibeheras cuando yo me daba bastantes leches y él ganaba carreras”, cuenta Txomin. Aun así, el mayor de los Arana ha visto como su hermano va aprendiendo poco a poco y fue capaz de controlar su cabeza en el Dakar: “Txomin pilotó muy bien en el Dakar, con cabeza, como tiene que ser”. Ahora, ambos hermanos están en Argentina a pocas horas de comenzar el Dakar y una vez más Txomin contará con el apoyo de Ander para recibir consejos cada día.