Andoni no podrá jugar en la primera fase del Parejas

Bilbao - Andoni Aretxabaleta tendrá que esperar al menos semana y media para volver a jugar. El pelotari de Markina acumula tres jornadas consecutivas del Parejas fuera de órbita por los problemas que acarrea en la mano derecha y el sábado, en otro encuentro crucial, no será de la partida. El manista vizcaino, que el martes se sometió a una resonancia en la diestra para ver de qué pueden venir los problemas y la hinchazón al golpear, se probó ayer en el Labrit de Iruñea con malas sensaciones y optó por suspender el envite ante Yves Xala y David Merino. Sin embargo, los resultados médicos que conoció después de la sesión fallida dejaron claro que la cosa es más grave. Los problemas de la derecha son similares a los que le hicieron parar cerca de mes y medio en verano: una rotura fibrilar en la mano, entre el primer y el segundo dedo. “Se me pasan muchas cosas por la cabeza. No voy a jugar”, certificaba al término de la prueba. Andoni, un muchacho risueño y positivo, se encontraba contrariado.

Es la mano. Pero hay más. No le duele, pero los efectos secundarios son complicados. Está la confianza, el juego, la chispa... En definitiva, los positivos que da el jugar todas las semanas. “Se me hincha la mano y eso es de darle mal”, confiesa el pelotari, quien agrega que “siendo un partido importante como el que es y, no teniendo todas conmigo, prefiero no jugar”. Y es que, tal y como analizó la pasada semana en el Astelena de Eibar, donde se ejercitó con idéntico resultado, es primordial el respeto. Al público, sí; pero también a Oinatz Bengoetxea. Confiesa el guardaespaldas que “hoy -por ayer- por lo menos le he podido dar. Pero, al final, no se trata de la mano únicamente. Voy a pasar un mes en casa, falta la confianza, ponerme a la pelota... No es solo la mano. Por respeto a Oinatz, que juegue Untoria, que está muy bien”.

Así las cosas, el zaguero najerino volverá a compartir gerriko con el delantero de Leitza el sábado. Otra prueba de fuego. De nuevo, es ganar o ganar. “No estamos teniendo suerte. Ni yo con las lesiones ni Oinatz con las chapas en los últimos tantos. Eso nos ha llevado a tener tres puntos menos, de ocho a cinco”, sostiene Aretxabaleta, al que le tocará ver de nuevo el encuentro desde la grada. Desde ella vio el domingo pasado cómo se escapaba el partido en un saque-remate que pisó tablas por centímetros. Antes, en Tolosa, frente a Artola-Albisu fue una chapa con el 21 iguales el que desniveló la contienda. También acabó con sonido metálico el envite frente a Olaizola II-Beroiz (22-20).

De este modo, a Oinatz y a Untoria, reemplazo de Andoni, solamente les queda luchar. Tienen que ganar o despedirse. Bengoetxea VI lo tiene claro: “Nos quedan muy pocas opciones: ganar y que nuestros contrarios directos pierdan. Lucharemos hasta el final. Xala y Merino están eliminados. Muchas veces jugar sin presión hace que juegues más y otras menos. Nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo lo mejor posible”.

Para ello, el combinado de Asegarce se decantó por pelotas más bajas, de 105,1, 105,3 y 104,2 gramos, escogidas con la premisa de que Aretxabaleta iba a ser de la partida; mientras que Xala y Merino II las prefirieron de 106,1, 106,6 y 106,3. Yves afirma que “nosotros lo que queremos es ganar. Ahora nos sentimos bien, pero es muy tarde. Queremos dar guerra y si acabamos con otra victoria, mejor para la confianza”.