Que no, que sí, que no... ¡que sí!
Tras reponerse a triplazo limpio de un mal inicio y desperdiciar la ocasión de romper el duelo con un 60-69 en el acto final, el Bilbao Basket gana merced al fallo de Sakic sobre la bocina
Bilbao - Que no (tras un primer cuarto horroroso que acabó 28-15), que sí (después de que siete triples en el segundo acto reactivaran al equipo para llegar al descanso solo un punto por detrás), que no (al comprobar en la reanudación que aquello seguía sin fluir del todo y el rival volvía a despegarse), que sí (cuando don Raúl López Molist saltó a cancha para ordenar, disparar y colocar el 60-69 a 7:37 del final tras un excelente parcial de 2-18), que no (69-69 a 5:05), que sí (69-75 a 2:15), que no (76-75 a 56 segundos)... ¡y que sí! El Bilbao Basket ha recuperado su alma de funambulista, la capacidad que antaño tenía de moverse con maestría sobre el alambre y que el curso pasado le dio la espalda de manera abrupta. Este año la fortuna le sonríe, le hace ojitos, coquetea con él. Lleva dos resoluciones a cara o cruz en estas seis jornadas y se ha llevado el gato al agua en las dos, en Andorra con un tiro sobre la bocina embocado por Axel Hervelle y ayer en un final agónico en el que el lanzamiento tras penetración de Zeljko Sakic, bastante asequible, acabó siendo escupido por el aro mientras el marcador se quedaba en cero.
Los hombres de negro necesitaron del coqueteo con la ruleta rusa para sumar su quinta victoria de la temporada tras un partido racheado, repleto de dientes de sierra. Esa falta de continuidad tanto defensiva como ofensiva ante un cuadro bien plantado como La Bruixa d’Or, obligado a hacer de su Nou Congost un fortín, convirtió la resolución final en un escenario poco apto para cardiacos, con ambos conjuntos igual de cerca e igual de lejos de la victoria. Después de que pareciese que el 76-75 tras triple de Dewar iba a castigar al Bilbao Basket por su incapacidad para poner el candado al partido cuando tuvo oportunidad, Marko Todorovic estableció el 76-77 tras un rebote ofensivo por fallo de Danilo Andjusic, más entonado y protagonista ayer supliendo al ausente Bertans. Con menos de un minuto en el reloj, Zeljko Sakic falló en la siguiente acción y todo parecía en manos de los visitantes, pero el triple de Álex Mumbrú no encontró red y los de Pedro Martínez se vieron con un último hilillo de vida y diez segundos para tirar de él, pero de nuevo Sakic estrelló el balón en el aro.
Uno de los defectos estructurales del conjunto vizcaino el pasado curso, que parecía desterrado en el presente, volvió a hacer acto de presencia en el duelo de ayer: el Bilbao Basket salió demasiado frío a cancha y permitió al rival coger vuelo en el marcador, un parcial de 12-2 en apenas cuatro minutos. La defensa de los de Sito Alonso no funcionaba, permitiendo penetraciones y tiros demasiado cómodos al rival, y en ataque las cosas no fueron mucho mejor. La entrada en pista de Raúl López, que activó a Marko Todorovic y Andjusic, mantuvo en pie, aunque fuera tambaleándose, a los visitantes, pero el acierto exterior de Dewar y la brega en la pintura de Haritopoulos permitieron a La Bruixa d’Or cerrar el primer cuarto con un 28-15 que resumía a la perfección las trazas del duelo. Buscó el Bilbao Basket amparo en la línea de tres puntos para regresar al partido y lo que encontró fue petróleo. Dos bombas de Wragge y una de Dejan Todorovic en apenas minuto y medio sacaron a los de Pedro Martínez de su estado de gracia y dibujaron un partido más competido. Con el punto de mira exterior perfectamente afinado (siete triples en este segundo parcial), Andjusic y Mumbrú sumándose a la fiesta y una mejor circulación de balón, los de Alonso recuperaron el rebufo de un rival que, sin embargo, mantuvo el control aprovechando los despistes defensivos bilbainos. Bastó con que los visitantes cerraran filas atrás para que los catalanes comenzaran a expulsar gordas gotas de sudor y finalmente la contienda llegó absolutamente abierta a su ecuador (44-43).
La genialidad de Raúl En la reanudación, el Bilbao Basket desperdició un par de ocasiones de ponerse en ventaja por primera vez y los locales aprovecharon gustosos para volver a coger vuelo. El 58-51 amenazaba con ser un serio problema, pero Alonso apostó por jugar con dos bases y el de Vic no tardó en hacer lo que mejor sabe: magia. Un triple suyo -posteriormente llegarían otros dos- abrió un extraordinario parcial de 2-18 en el que los visitantes, perfectamente liderados por el catalán en ambas canastas, aniquilaron absolutamente a su rival. El 60-69 a 7:37 del final -la renta pudo ser mayor porque el equipo desperdició dos faltas antideportivas por el camino- suponía una inmejorable rampa de despegue hacia la victoria, pero la salida de cancha de Raúl tras su cuarta falta volvió a atascar a los de Alonso. Igualó a 69 puntos La Bruixa d’Or y volvió a despegarse el Bilbao Basket, pero al conjunto vizcaino le faltó aplomo en ataque y coordinación en defensa -le sobraron también pecados de juventud de varias de sus piezas más bisoñas- para no verse abocado a un final de infarto. La inclinación de la balanza de parte de cualquiera de los dos escuadras hubiese tenido su parte de justicia, pero finalmente la fortuna sonrió a un Bilbao Basket que sigue acumulando victorias incluso cuando no ofrece, ni mucho menos, su mejor versión.