Bilbao - Hasta 2007, cuando O’Grady ganó la París-Roubaix, y aún así, el ciclismo australiano eran las andanzas de Skippy -Phil Anderson- en Europa y en el Tour, donde fue el primer no europeo en ser líder -1981- y luego ganó etapas, volvió a vestir el maillot amarillo nueve días en 1982 para acabar después quinto y mejor joven. Mucho después, Australia empezó a invadir la Europa ciclista y el inglés, a desplazar al francés, al italiano y al español como idioma en el ciclismo. Cadel Evans, que corre el domingo en Ponferrada su último Mundial antes de retirarse en enero en el Tour Down Under, se llevó el arcoíris en 2009 mientras se empeñaba en ganar el Tour que conquistó, al fin, en 2011. No era un caso aislado. La escuela australiana estaba produciendo ya talentos que salían de la pista, del piñón fijo, como Matt Goss, que unos meses antes de que Evans ganara el Tour triunfó, el primer australiano, en la Sanremo que ganó Gerrans un año después. Se retira Evans, pero el futuro australiano está asegurado con una camada criada en el ovalado que desde 2009 siempre ha logrado medalla en la crono sub’23 del Mundial: Bobridge fue oro en 2009; Durbridge, plata en 2010 y oro en 2011; Dennis, plata en 2012, y Howson, oro en 2013. Ellos son los ciclistas a los que Campbell Flakemore, 23 años y ganador hace unas semanas del prólogo del Tour del Porvenir, idolatra. “Hay una tradición en mi país últimamente, con Bobridge, Durbridge, Dennis? y yo intento seguir este camino”, dijo el australiano tras ganar el cuarto Mundial de contrarreloj sub’23 para su país en los últimos seis años, aunque para ello tuvo que apretar los dientes en la recta de meta, bajo la lluvia que hizo el circuito duro y peligroso, para batir a Ryan Mullen, el irlandés pelirrojo que vio cómo se le escapaba el arcoíris por apenas 48 centésimas. Ese pequeño margen, nada, separa las ambiciones de cada uno. Mientras el nuevo campeón del mundo espera seguir el camino de sus ídolos y contar para enero con un dorsal World Tour en el Orica, donde recalan los talentos de la escuela australiana, el irlandés desea continuar la próxima temporada en el An Post continental. “Soy muy joven aún y tengo que desarrollarme”, dijo Mullen, 20 años. El suizo Stefan Kueng completó el podio, mientras por la mañana, se enfundó el arcoíris junior Macey Stewart, otra que sigue la tradición australiana.