BILBAO. Ha resultado un tanto sorprendente el diáfano triunfo bilbaino, ya que se esperaba en el Nizhny un rival poderoso tras su últimos éxitos frente al propio Estrella Roja, en la Eurocup, y al Lokomotiv Kuban, en su liga casera.
Pero casi no hubo ni partido debido a las enormes diferencias que fueron consiguiendo desde el principio los hombres de Rafa Pueyo, que parecen que decidieron celebrar dándose un homenaje las buenas noticias en lo institucional que fueron recibiendo durante el día.
El 13-4 a mitad de primer cuarto, lejos de suponer un arranque espitoso de los locales, fue la línea que mantuvo el marcador todo el partido, que ya llegó más que decidido al descanso (43-22) y tuvo diferencias casi escandalosas, de hasta 29 puntos (76-47), en la segunda mitad.
Dentro de una labor siempre cuesta abajo de todos los hombres de negro, destacó su núcleo duro, es decir el bloque veterano nacional y Axel Hervelle.
El más brillante en lo estadístico fue Alex Mumbrú (20 puntos, 7 rebotes y 25 valoración), el más determinante Hervelle (8, 13 y 19) y el más aplaudido Raúl López (10). Germán Gabriel (11 y 13) y Fran Pilepic (11) también tuvieron incidencia en el desarrollo del juego.
Por el Nizhny, penoso por momentos, apenas si destacar la anotación de Taylor Rochestie (19), aunque ya con el partido perdido, y el trabajo en la zona de dos habituales secundarios, Petr Gubanov (8) y Pavel Korobkov (8).