BILBAO."El futuro del club no tengo duda de que no corre peligro", ha añadido el empresario vizcaino tras lamentar que no haya sido posible encontrar patrocinador local, ni apoyo de las instituciones públicas de Bilbao y Bizkaia para obtener nuevos fondos.
El consejero delegado ha informado de los contactos con los dos fondos de inversión después de que el pasado 30 de diciembre, desvelara que el club necesita un millón y medio de euros para hacer frente a los pagos, tanto de nóminas como de proveedores, al estar la entidad en una "situación límite de tesorería".
Arrinda ha anunciado que la próxima semana se presentará una "novedosa" acción dirigida a los ciudadanos para recaudar dinero a través de la venta de botellas de agua cuyos beneficios irán a parar al club.
"La dimensión que pueda tener será la que quiera la sociedad vizcaina", ha subrayado.
El directivo ha dicho que no tiene intención de desprenderse de sus acciones mientras no quede garantizada la viabilidad del equipo.
"No voy a vender mis acciones si no se garantiza el proyecto del club. Primero, está el club y luego, mi situación personal. Quien venga tienen que aportar gestión y economía", ha aclarado.
Arrinda ha apuntado también que ha mantenido conversaciones con un "grupo empresarial vizcaino" para su posible entrada en el accionariado, aunque "de momento han sido simples intenciones".
En estos contactos, los empresarios le han dejado claro que en caso de que él no estuviera "dentro del proyecto, no entrarían nunca".
Sobre el papel las instituciones, el empresario ha agradecido el apoyo recibido hasta ahora, pero ha lamentado que haya pasado "de ser un proyecto estratégico de interés para la sociedad a ser un club privado".
"No hemos pedido dinero a las instituciones, hemos pedido apoyo. Lo mismo que se apoya a empresas privadas que organizan eventos", ha añadido antes de quejarse también de que el sector empresarial "lo está pasando mal, pero hace tiempo que pasa de puntillas por el mundo del deporte".
Ha agradecido además a la plantilla su "honestidad, paciencia, respeto y cariño" con el "club, la afición y la ciudad" porque "más de uno ha tenido ofertas y han decidido quedarse".
Arrinda ha confirmado que los jugadores siguen teniendo las "puertas abiertas" hasta el día 30 de enero para salir del club, aunque por ahora no contempla la posibilidad de que "ningún jugador se marche".
Ha aclarado que "las arcas del club no se encuentran a cero en estos momentos" y que hay tesorería para "pagar algunas mensualidades", porque en marzo tienen previsto el ingreso de una partida de dinero.
Por último, y sobre la protestas manifestadas por un sector del público en el partido del pasado martes ante el Panionios griego, Arrinda las interpreta como un "llamamiento de la gente para pedir soluciones".
"Aquí no hay magia, las cosas no se solucionan de un día para otro. La gente pide soluciones y para que haya soluciones, necesitamos tiempo y tiene que venir gente", ha apuntado antes de recordar que tienen "cero euros de deuda con Hacienda" y la tienen "con quien no queremos, que es con nuestros jugadores y nuestra gente".