Kaiku, que tú eres el amo...

Portugalete. Kaiku recogió ayer en aguas de Portugalete el fruto por ser el mejor equipo durante todo el verano. Coleccionar banderas compulsivamente le ha servido al equipo sestaoarra para proclamarse campeón de Liga con todo merecimiento. Kaiku hace historia. Desde la creación de la Liga San Miguel, ningún club había sido capaz de ganar tres títulos de forma consecutiva. Ahora, el proyecto esculpido por José Luis Korta alcanza su punto álgido. Atrás quedaron las temporadas en las que tenía que presentar dos equipos en la Liga y en los Campeonatos. La plantilla sestaoarra ofrece ya plenas garantías y a lo largo de todo el verano ha demostrado un hambre insaciable de triunfos. Nueve victorias en la Liga San Miguel y los títulos de campeón de Bizkaia, Euskadi y España evidencian el magnífico rendimiento que los verdinegros han dado durante tres meses.

La guinda, justo antes de recibir en propiedad la Corona, fue la consecución de la Bandera del Corte Inglés, el trofeo que tradicionalmente cierra la temporada arraunlari. Tras el discreto rendimiento de los de Korta en Bermeo, Kaiku volvió a exhibir en la ría su versión más potente.

El azar colocó de nuevo a Hondarribia y Urdaibai uno al lado del otro. Con las peculiaridades del campo de regatas de Portugalete, parecía que de nuevo podrían repetirse los apretados pulsos entre las dos embarcaciones de la víspera y de La Concha. Hondarribia quedó encuadrado en la primera calle, Urdaibai por la dos, Kaiku por la tres y Orio por la cuatro. En principio, con la marea subiendo, esta era la mejor calle. Tanto Kaiku como Urdaibai, desde las primeras paladas, buscaron instalarse lo más cerca posible de la margen de Las Arenas y huir así de la corriente central. A mediados del primer largo Kaiku pugnaba con Orio para ser proa de regata, pero poco a poco la Bizkaitarra se fue afianzando en el primer puesto. Tras la primera ciaboga Kaiku ya contaba con cinco segundos de ventaja y los de José Luis Korta aprovecharon el empuje del centro de la ría para aumentar la brecha hasta los nueve en el segundo largo. En el ecuador de la regata Urdaibai y Orio estaban inmersos en un apretado duelo. Hondarribia estaba ya lejos y sin opciones de hacer algo en la regata.

Kaiku cuajó una regata impecable. Quería la bandera y no especuló. Además de a sus compañeros de tanda, Kaiku también superó sin problemas a Portugalete, que en la primera tanda firmó un tiempo sensacional. El cuarto largo fue un paseo para Kaiku. Asier Zurinaga pudo poner todos sus sentidos en disfrutar del broche de la temporada. Sin rivales pisándoles los talones, el patrón pudo soltar el remo al cruzar la meta y celebrarlo con los brazos en alto.

Incidente de Orio

A sus espaldas la regata había cambiado drásticamente. Urdaibai y Orio llegaban a la tercera ciaboga en el mismo tiempo, pero la San Nikolas se quedó enganchada en la baliza. Al realizar el giro, al igual que le pasó a Kaiku en la regata de Orio hace unas semanas, un remo se enganchó con las cuerdas de la baliza y era imposible avanzar. Tras unos segundos interminables, los aguiluchos consiguieron liberarse, pero para entonces el resto de traineras estaba ya fuera de su alcance.

Urdaibai se quedó así sin trainera con la que rivalizar y tan solo tuvo que exprimirse para mejorar el tiempo de Portugalete. La Jarrillera no había encontrado adversario ni en Tirán, ni en San Juan, ni en San Pedro, por lo que pudo despedir la temporada con una gran actuación ante su afición. Portugalete ganó su tanda dando una gran imagen, pero el cronómetro fue caprichoso y le dio el segundo puesto de la prueba a Urdaibai por tan solo siete centésimas.

Fiesta en Sestao

La tripulación de Kaiku enloqueció tras recibir su preciada Corona y lo pasó en grande celebrándolo con sus aficionados, que se desplazaron en masa por tierra y en barco a Portugalete. Quien no estuvo en el momento de la entrega de la Corona fue el entrenador del equipo. José Luis Korta sigue cumpliendo su sanción de once regatas y tuvo que esperar al recibimiento en Sestao para sentir el calor de la afición.