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El grito de la juventud

Zubikarai-Etxebarria y Azpiri-Kastillo se llevan las txapelas del torneo Aste Nagusia de mano aficionada ante Arrasate-Urizar y Aurtenetxe-Ajuria

El grito de la juventudZigor Alkorta

Bilbao. Es el grito de la juventud un huracán tan intenso como la actividad de un volcán, como la violencia de una erupción. Son cosas de la edad. Como la irrupción de cuatro pelotaris en liza con un futuro terrible: Zubikarai-Etxebarria, ganadores de ayer en La Esperanza de las txapelas juveniles del torneo Aste Nagusia (21-22), y Arrasate-Urizar. Cuatro vizcainos con el tiempo en sus manos. No obstante, las figuras que más brillaron en una final para enmarcar, dura, peloteada y con tantos preciosos, fueron las de Andoni Arrasate y Oier Etxebarria. El delantero de Markina es un zurdo habilidoso y físicamente muy preparado, capaz de hacer lo mejor con el remate y aguantar a un sólido puntillero como el etxebarriarra Jon Zubikarai; mientras que el zaguero de Lemoa es un tallo de apenas quince años -cumple dieciséis en un mes- de 1,83 metros de altura y dos brazos larguísimos que se complementan con dos manos muy bonitas. Oier pugnó con Mikel Urizar brillando su pose de pegador futurible, pero el markinarra alumbró una figura de zaguero trotón, que cubre mucha cancha, al que no le terminó de tirar estar casi todo el partido dominado. Y todo en una final larguísima en la que los cuatro se exprimieron para encontrar la txapela, pero un saque cuando todo estaba a cara o cruz iluminó el rostro a los azules. Urizar erró el resto y cerró un envite de 650 pelotazos a buena. Un partido de los que dejan un regusto al aficionado dulce, aunque los pelotaris hayan sufrido al máximo. Y lo hicieron los cuatro para encontrar huecos en una final igualadísima que hizo las delicias del respetable que llenó hasta la bandera La Esperanza en la despedida de Aste Nagusia de la mítica cancha del Casco Viejo.

Que no maduren, que sigan así, que jueguen despreocupados, con la pelota en la frente y con todo por ganar y nada que perder, porque lo vivido ayer en juveniles fue el réquiem de la especulación. Comenzaron los colorados más entonados. Los markinarras aprovecharon que Etxebarria falló la primera pelota para abrir una pequeña brecha, auspiciada por una dejada al txoko de Urizar convertido a delantero y un saque. Obligó Zubikarai a darle la vuelta al duelo con una tacada, basada en gran medida en su seguridad en los cuadros delanteros en la sujeción de un zurdo como Arrasate y en el dominio de Oier. Voltereta hasta el 5-8 con ya casi 180 pelotazos. Una paliza. Etxebarria, a pleno rendimiento, empezó a abrir brechas con Urizar y lo aprovechó Zubikarai, lo que les siguió dando réditos.

Pero Arrasate se guardaba un as. Si bien le pega de cine con su mano buena, tiene una derecha muy bonita. Se revolvió del dominio y buscó enredar delante para poner en liza su facilidad para terminar. Acabó poniendo contra las cuerdas a Zubikarai y, con el agua calmada, el zaguero de Markina reactivó su golpe para no acabar por penar ante el gallo de Lemoa. Empacaron el resultado hasta el 9-10 y superaron a sus adversarios después: 14-12. El zurdo dio toda una lección. Pero Zubikarai y Etxebarria no estaban muertos. Comenzaron el reparto de golpes: tanto para uno, tanto para otros, sin quitar el pie del acelerador. Incluso Etxebarria fue a mejor una vez roto a sudar. De hecho, el guardaespaldas de Lemoa le dio a la pelota con el alma hasta el final de un partido agónico, que se alargó por el buen hacer de los cuatro pelotaris. No obstante, la presencia de Arrasate delante dio un plus a los markinarras, que se encontraron con el viento a favor a pesar de verse dominados detrás. Andoni se cruzó con Jon para dar una imagen preciosa de un delantero artista y un peleón con alma de trilero. En definitiva, dos pelotaris de corte distinto que se mezclaron en una pelea en la que Etxebarria tuvo gran parte de culpa de la txapela.

Así, hasta encontrarse en un cara o cruz que acercó a los colorados hasta el triunfo, que no concretaron. Estuvieron los pelotaris de Markina 21-20, sin embargo una dejada en la punta de Zubikarai y un saque les derrumbaron de la ola del aplauso final. Y eso que los colorados andaban con el marcador a favor, con el partido casi finiquitado y unas sensaciones tremendas. Pero alguien tenía que ganar y Urizar, a pesar de todo lo que trabajó, acabó perdiendo una pelota que fue fundamental. Casi como la escapada de Oier con el 20-20. Al final, la victoria fue azul en un encuentro volcánico. A pesar de todo, las cuatro promesas se batieron el cobre a gran nivel. Arrasate, en el remate, y Etxebarria, como pegador, fueron las estrellas de cuatro colosos con un futuro aún que escribir.

Azpiri, un terremoto

Tras el partidazo de los juveniles, los mayores aterrizaron para tratar de dar el do de pecho. Pero Igor Azpiri estaba de por medio y se convirtió en un eclipse para el resto de los habitantes de La Esperanza. El delantero de Elorrio, a sus 24 años, está viviendo un momento de forma excepcional, es pura potencia y sabe de qué se trata esto. El elorriotarra formó con Kepa Kastillo para derrotar a Iñigo Aurtenetxe, que sustituía a Uriona que no pudo jugar por problemas físicos, y a Anartz Ajuria (8-22). El colmillo del delantero, un bulldozer, residió en su facilidad para darle velocidad a la pelota. De hecho, parecía que cuando el cuero le salía de la mano tenía una velocidad de más. Una sexta marcha. Aunque comenzaron con una desventaja notable en el luminoso, Igor cruzó con la cortada hacia dentro de modo que Aurtenetxe solo podía tratar de llevar y no hacer daño. Es decir, entregar. Fue dueño y señor del partido el manista de Elorrio, muy bien acompañado por Kastillo, por cierto. Potente por un corpachón con el que ataca y defiende de maravilla, Azpiri impuso su ley delante.

Sorprendentemente, el inicio fue azul. El primer cartón se fue al marcador azul por una pelota arriba de Kastillo y después el delantero lezamarra disfrutó. Fueron sus mejores momentos. Dos errores de Azpiri y un saque les dieron un colchoncito de cuatro tantos. Pero los fallos del de Elorrio solo eran un calibrado del punto de mira. Una tregua para lo que vendría después: que Azpiri sacó el rifle y se quedó solo. Delante y detrás. Porque tal era la velocidad que imprimía a la pelota que Ajuria también se veía atropellado. Al final, Azpiri dio la vuelta al inicio (11-6) en dos tacadas y cerró la contienda. Porque no hubo mucho más que el terremoto de Elorrio. Ganchos y cortadas a tutiplén. Una gozada.

Aurtenetxe se deshizo entonces ante el empuje de los dos contrincantes. Sobre todo, la furia descarnada de Azpiri fue la que le deslumbró. No pudo con él. Con una fuerza de la naturaleza que se lo llevó por delante sin oportunidad de reacción. Un error de Igor devolvió el saque a Aurtenetxe, pero no sirvió para cerrar la pasión. Y es que, apenas necesitaba pelotazos el elorriotarra para abrir brechas, le bastaba con su pegada, brutal, para remover a los azules y acabar con ellos. Alargaron la tacada hasta el 19-7 y cerraron la final con el 22-8. Quizás deslucida por la falta de igualdad, la batalla por la txapela sirvió para dar fe de cómo Azpiri está en vena.

Duración: 1h 07:00 minutos de juego.

Saques: 1 de Arrasate (tanto 3) y 3 de Zubikarai (tantos 7, 16 y 22).

Pasa: 1 de Zubikarai.

Faltas de saque: Ninguna.

Pelotazos: 650 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 11 de Arrasate, 1 de Urizar, 7 de Zubikarai y 6 de Etxebarria.

Errores: 3 de Arrasate, 2 de Urizar, 3 de Zubikarai y 5 de Etxebarria.

Marcador: 3-1, 4-2, 4-3, 5-7, 5-8, 6-9, 6-10, 7-10, 9-11, 10-12, 14-13, 15-16, 15-17, 16-17, 16-18, 17-19, 20-20, 21-21 y 21-22.

Incidencias: Final del torneo Aste Nagusia de mano aficionada de juveniles disputada en el frontón de La Esperanza d e Bilbao. Llenazo.

Duración: 45:00 minutos de juego.

Saques: 2 de Azpiri (tantos 6 y 11) y 1 de Aurtenetxe (tanto 4).

Pasa: 1 de Azpiri.

Faltas de saque: Ninguna.

Pelotazos: 368 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 12 de Azpiri, 2 de Kastillo y 3 de Aurtenetxe.

Errores: 2 de Azpiri, 2 de Kastillo, 3 de Aurtenetxe y 3 de Ajuria.

Marcador: 1-4, 3-5, 4-6, 11-7, 12-7, 19-8, 20-8 y 22-8.

Incidencias: Final del torneo Aste Nagusia de mano aficionada de primera disputada en el frontón de La Esperanza d e Bilbao. Llenazo.