"¡Qué mejor despedida que en la catedral del remonte y contra Koteto Ezkurra!"
Iñaki Lizaso es una institución dentro del remonte, pero hoy, en un estelar de campanillas, deja la especialidad después de 21 años en la élite. Recordados después de dos décadas en activo son sus enfrentamientos con Koteto Ezkurra, de quien dice que "me hizo mejor"
Bilbao. ¿Cómo toma la difícil decisión de dejar el remonte profesional?
No me lo he pensado muy profundamente. Ya lo había hablado con gente, que iba a hacer 40 años, 21 años jugando, muchas lesiones, ahora se ha jubilado mi madre y me ha dejado a mí el negocio de hostelería y andaba un poco justo... Tampoco lo tenía muy pensado. La verdad es que un día estaba haciendo meditación y me vino bien claro, desde adentro me vino: "Basta". Le dije a mi mujer directamente: "Ana, dejo el remonte".
¿Qué le dijeron su familia y sus allegados?
En mi familia están contentos, porque veían que no podía, entraba cansado a la cancha, no podía dar mi nivel. Iba un poco a rachas. Con el público, mientras, estoy sintiendo un calor sorprendente, la verdad es que me están apoyando mucho y la empresa también. Estoy muy contento, muy muy contento.
Haciendo balance de estas dos décadas en el profesionalismo, ¿qué sabor de boca le queda?
Cuando estás dentro no eres consciente de todo. Sobre todo, por ejemplo, hace quince años: solo piensas en ganar, llevarte txapelas... Vives en una burbuja. Al final, he sacado conclusiones y el remonte me ha dado todo: en triunfos, en fracasos, en mi vida personal... En todo. Las sensaciones son muy positivas, tanto a nivel deportivo como personal. He madurado como persona y como deportista y no puedo estar más que agradecido al remonte.
Además, son una familia.
Sí. Jugamos en Nafarroa y Gipuzkoa y nos conocemos todos, y más después de 20 años. El público es muy fijo, muy fiel al remonte, y somos una familia. Me he sentido muy arropado. He tenido mis broncas, mis aplausos y de todo, porque después de tantos años hay de todo, pero saco conclusiones positivas de todo lo vivido.
¿Cómo espera el día?
De momento quiero jugar muy bien, dar buena imagen y ganar el partido. Así de inicio. Porque además no puedo pedir más que retirarme en un estelar de campanillas con Urriza frente a Ezkurra-Etxeberria. Quiero darlo todo y ser competitivo. Y después con el homenaje... A ver cómo salen los sentimientos.
Contra Koteto otra vez.
Llevamos toda la vida jugando el uno contra el otro. Más de dos partidos a la semana rivalizando siempre. ¡Qué mejor despedida que en la catedral del remonte que es Galarreta y contra Koteto Ezkurra!
Estas últimas décadas parece imposible entender a Lizaso sin Ezkurra y a Ezkurra sin Lizaso.
Siempre hemos tenido batallas en contra. Cuando jugábamos juntos lo hacíamos contra tres, entonces siempre ha habido esa rivalidad en la prensa, en el público y en el remonte. Para mí es todo un honor, porque Ezkurra es el monstruo del remonte. Para mí, el estar solamente ahí con él es tremendamente positivo.
Las dos caras de la misma moneda.
Sí que hubiera ganado más txapelas si no estuviera él (risas), pero tampoco hubiera llegado al nivel que he llegado si no hubiera estado.
Koteto, supongo, tendrá la misma sensación.
Eso lo tendrá que decir él, pero mucha gente dice que yo revolucioné la forma de jugar como zaguero. Eso es porque tenía que inventar cosas distintas si quería ganar a Ezkurra. Quieras o no, la exigencia, si eres constante, te hace subir escalones.