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"La decisión de no afrontar la cumbre me ha salvado la vida"

"La decisión de no afrontar la cumbre me ha salvado la vida"David de haro

La nueva aventura de Alex Txikon es aclimatarse poco a poco en su vuelta a casa y recuperarse por completo de unas congelaciones que le harán pasar por el quirófano el 3 de mayo. Tras la trágica expedición invernal al Gasherbrum I, donde sus compañeros Gerfried Göschl, Cedric Hählen y Nissar Hussein desaparecieron en el intento por tocar la cima, objetivo que el montañero lemoarra decidió abandonar, Txikon admite sentirse aún extraño, con la cabeza en otro sitio. Por fin en casa. Después de tres meses fuera... quién nos iba a decir que iba a acabar todo así. Aún me cuesta hacerme a la idea. La primera semana siempre me cuesta ponerme un poco las pilas, estoy a gusto, estoy bien, contento... pero realmente disfrutaré mejor cuando lleve más tiempo. ¿Qué es lo primero que quiere hacer después de estos tres meses? Generalmente vengo con ganas de muchas cosas: ir al monte, estar con mis amigos, con mi novia... Pero este año, después de lo que ha pasado, es diferente. No sé cómo explicarlo, no tengo ganas de nada la verdad. Es decir, claro que tenía ganas de volver a casa, y lo hago con mucha ilusión, pero también con una sensación amarga. Pero supongo que es algo normal. Ha sido una tragedia que nos constará asimilar. Hace falta tiempo para saber en condiciones lo que ha pasado porque aún tenemos muchas preguntas sin respuesta. ¿Ha descansado algo desde que renunció a la cima del Gasherbrum? Sí hombre, la cima es lo de menos. No sabemos lo que ha pasado, si mis compañeros han llegado a la cumbre o no, pero si mis compañeros hubieran alcanzado la cima, yo hubiera estado feliz porque, gracias a nuestra labor, tres de los miembros de la expedición hubieran alcanzado la cima. Yo no hubiera estado físicamente arriba, pero hay que transmitir que no todos los miembros de la expedición tienen que pisar la cumbre para que sea un éxito, sino que con que lo hubieran hecho ellos tres estaba más que satisfecho. Osea que no le queda la espina de no haber hecho cumbre. No, para nada. Tampoco descarto volver algún día pero, aunque puedo ser bastante competitivo para ciertas cosas, en la montaña no, y si mis compañeros alcanzan la cumbre soy feliz. Somos todos un equipo y más en una expedición de estas magnitudes, donde se trabajó en dos equipos distintos, fijando una ruta... Así que ellos hubieran hecho cumbre hubiera sido un éxito de todos. ¿Puede ser la peor expedición de su vida? No sé si la peor, pero sí la más rara. Desde que les vi a ellos por última vez siempre tuve esa esperanza de que fueran a bajar, pero al final no acaban bajando y estás en el campo base esperando... Es entonces cuando todo es francamente duro. Ese puede ser el peor golpe, cuando uno piensa que va a volver a ver a los compañeros y al final no bajan. Y no sabes por qué ni qué ha pasado, no sabes si han tenido una grieta o ha sido una avalancha... Tenemos tantas preguntas, tantos porqués rondando nuestras mentes en estos momentos.... ¿Y si hubiera subido con ellos? ¿Siente que la decisión de no hacer cumbre le ha salvado la vida? Sí, eso es lo que pienso. Pero quién sabe, luego por otras cosas la expedición podía haber terminado de otra manera. Pero sí, hay que decirlo, esa decisión me ha hecho estar hoy aquí. Y todo ha sido gracias a la intuición, porque había algo dentro de mí que no lo veía del todo claro. ¿Cuántas veces se ha preguntado por qué no ascendió hasta la cima? Unas cuantas veces sí, pero el hubiera o hubiese debe desaparecer. No me gusta darle vueltas a las cosas porque si estamos venga a pensar en posibles uno no descansa. Y como lo que ha pasado no se puede cambiar, es lo que hay. Estuvo compartiendo dolor con las familias de las víctimas. ¿Qué les dice uno en ese momento? Estuve con la familia de Nissar y con el hermano de Gerfried y sobre todo les intentas dar información. En el caso del hermano de Gerfried, que fue también aventurero y escalador, más o menos ya sabía que su hermano podía no volver. Por eso, fue más duro cuando estuve en casa de Nissar. En las cinco horas que estuve allí sentí que no era momento de echarse a llorar, sino que debía dar ánimos e intentar contarles cómo fueron los últimos días de su hijo. Porque que entren varias personas en tu casa hablando otro idioma y con otra cultura, y te dicen que tu hijo no va a volver es muy duro. Así que lo que quise transmitirles fue tranquilidad y fuerza. Y darles respuestas. Sí, eso es. Intenté hablar con ellos, describirles cómo era Nissar en la montaña, qué significaba para nosotros... Sobre todo quería dejarles bien claro que él era uno más dentro de esa expedición. Una persona muy querida y muy respetada. ¿Se trae algo bueno de una experiencia tan mala? Quizás lo positivo de haber perdido a tres amigos es que ha sido haciendo lo que ellos querían, lo que amaban realmente. Esta aventura nos ha servido para saber cómo actuar en situaciones de este tipo. Ojalá no vuelva a suceder porque nadie está preparado para perder tres amigos, pero a cada segundo hay algo nuevo de lo que aprender. A pesar de lo ocurrido, ¿continuará con el 'ochomilismo'? Me gustaría seguir pero lo primero es recuperarse. Además, económicamente hacer expediciones de este tipo son muy costosas, tendría que empezar a trabajar de otra manera para poder gestionar los costes porque el ritmo que llevamos es muy alto y, si seguimos así, pagándonos el 70% de las expediciones, no sé cuánto tiempo podré aguantar. Por último, ¿cómo les explica lo que usted hace a quienes no comprenden esa exposición al peligro? Con vientos huracanados y temperaturas tan extremas es complicado explicar que ahí se disfruta. Estando allí nosotros también nos quejamos y no voy a decir que echo en falta eso, porque es mentira, pero cuando estás una temporada en casa sí que lo echas de menos. Estamos contentos ahí arriba porque no es solo subir a una cumbre o escalar, es el hecho de disfrutar viajando y de disfrutar conociendo a otras gentes y otras culturas.

"Hace falta tiempo para saber qué ha pasado porque aún tenemos bastantes preguntas sin respuesta"

"No sabemos si ha sido una grieta, una avalancha... ¿Y si yo hubiera subido con ellos tres?"

"Estuve con los familiares de los desaparecidos para darles información, tranquilidad y fuerza"

Alex Txikon vuelve del Gasherbrum I con los pies congelados, sin haber pisado la cima y con tres compañeros menos. Nadie sabe lo que ocurrió allí arriba, aún hay "muchas preguntas sin respuesta", pero el lemoarra luce la sonrisa de quien regresa por fin al hogar