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Ebuya da un recital de cross

El keniata vence y se exhibe en la prueba de Zornotza; su compatriota Korikwiang ganó en féminas

Ebuya da un recital de crossFoto: david de haro

amorebieta. Las campas de Jauregibarria presenciaron ayer un auténtico recital en el cross de Zornotza protagonizado por los keniatas, quienes poblaron el podio con el permiso de la valenciana Gemma Barrachina, que logró colarse en la tercera posición de la categoría femenina. La lluvia que cayó a lo largo de la mañana y cesó con el pistoletazo de salida de la prueba masculina, hizo que los aficionados esperaran unas carreras más abiertas de lo que las previsiones citaban. Pero no fue así. El actual campeón mundial de campo a través, Joseph Ebuya, y Pauline Korikwiang no dieron lugar a dudas y se colocaron la txapela de vencedores absolutos del cross de Zornotza, que contó con la colaboración de DEIA. De esta forma, se cumplieron las previsiones y los africanos no defraudaron a las expectativas, sobre todo Ebuya, que no solo ganó, sino que además dominó toda la prueba con una superioridad casi insultante para sus rivales.

A los escasos segundos de comenzar a correr, el keniata impuso un ritmo muy elevando, tanto que la mayoría de sus adversarios quedaron rezagados al acecho de la sombra del campeón mundial. Ebuya ya anunció que, tras dos participaciones sin triunfo, en esta ocasión buscaría la victoria con ahínco; y con su actitud sobre el barro y unos tiempos inimaginables en una prueba de estas características lo demostró. En tan solo 31 minutos y 27 segundos cubrió el recorrido total de 10.700 metros, dejando boquiabiertos a aficionados, adversarios y a la propia organización. Con esta hegemonía, la tensión de la carrera masculina quedó relegada a la lucha por el segundo puesto protagonizada por Vicent Chepkok y Lucas Rotich, que vieron desde la lejanía como Ebuya rompió el cordel de la victoria. Ambos corredores, también keniatas, fueron codo con codo toda la carrera y finalmente desempataron en un bonito sprint final que venció Chepkok por tan solo un segundo de diferencia.

La prueba femenina, por el contrario, estuvo muy igualada de principio a fin. Aunque si bien en los primeros kilómetros el grupo de cabeza estuvo formado por hasta cinco atletas; en el ocaso del recorrido el privilegio de ir líderes fue tan solo para dos keniatas: Pauline Korikwiang y Doris Changeywo. La primera resultó muy hábil en su estrategia ya que dejó a Changeywo marcar el ritmo, e incluso adelantarse un par de metros. Su propósito no fue otro que guardar fuerzas y esperar el momento adecuado para lanzar el sprint final. Y así fue. A diez metros de la meta, una vez superada la última subida del circuito, Korikwiang puso en marcha su quinta velocidad para superar a su adversaria, por cuatro escasos segundos, y proclamarse vencedora de esta 57 edición del cross de Zornotza. El público enloqueció con el desenlace de la interesante pugna entre estas dos africanas y dedicó una sonora ovación tanto a la ganadora como a Changeywo, reconociendo el gran esfuerzo físico desplegado en la carrera.

Por detrás de ellas, rompiendo la hegemonía keniata, se coló Gemma Barrachina, logrando dar la sorpresa de la carrera al vencer en su pelea particular con la marroquí Lakhouad Btissam. La valenciana fue una de las destacadas en el grupo de cabeza del comienzo de la carrera, pero a medida que avanzó la prueba decidió buscar su propio ritmo por detrás de las keniatas. Una gran jugada que le posibilitó subirse al tercer escalón del podio femenino.

Retiradas anticipadas El dominio de Joseph Ebuya en el circuito embarrado de Zornotza fue tal, que su impresionante ritmo se convirtió en el quebradero de cabeza de muchos atletas que por su culpa tuvieron que irse a la ducha sin pasar antes por la meta. Las normas del evento establecen que todo corredor que sea doblado estará automáticamente descalificado; y el campeón mundial no tuvo piedad con los más rezagados. Sin ceder un solo segundo en su exhibición de resistencia, Ebuya se deshizo de un puñado de corredores al tiempo que logró subirse al único escalón del podio que le quedaba por pisar después de que en 2007 fuera tercero y en 2008 besara la plata.