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"Soy inocente, volveré a correr"

Marta Domínguez sigue imputada por un delito de dopaje después de declarar

"Soy inocente, volveré a correr"Efe

bilbao. Después de declarar durante aproximadamente dos horas y media en los juzgados de Madrid, Marta Domínguez, campeona del mundo de 3.000 obstáculos, se encontró con un muro insalvable: una pared alicatada de micrófonos y periodistas agitados. Ante el revuelo, reclamó la palentina -salió a la Plaza Castilla con los ojos escondidos tras unas gafas que retiró de su rostro al poco y una media sonrisa- serenidad, respeto y prudencia recordando su estado de embarazo y luego, en una tensa calma, habló y dijo que todo iba bien, que estaba tranquila pero contrariada: "Se ha hecho mucho daño a mi imagen, a mi familia y a mis seres queridos".

Icono del deporte español que se tambalea tras su supuesta implicación en la trama de dopaje en el atletismo que destapó la Guardia Civil con la operación Galgo, la atleta sigue imputada como sospechosa por un delito de tráfico de productos dopantes después de contestar a las preguntas de la jueza Mercedes Pérez Barrios, titular del Juzgado de Instrucción número 24 de Madrid, primero en calidad de imputada y después como testigo tras tomarla juramento. Esa duplicidad provocó la protesta de los letrados presentes en la causa al considerarlo "una aberración jurídica" que puede llevar a la nulidad de la declaración de Domínguez.

En libertad con cargos se encuentran también el doctor Eufemiano Fuentes, el preparador Manuel Pascua -que sigue trabajando-, el exbiker Alberto León, el atleta Alberto García, el técnico César Pérez y el agente Antonio Valero, que declararon anteriormente en el mismo juzgado y salieron libres, pero imputados y con la obligación de notificar inmediatamente cualquier cambio de residencia.

Como ellos entonces, Marta Domínguez, cuyo abogado es José Rodríguez, exciclista, expresidente de la asociación de corredores estatales y defensor del Paquillo Fernández cuando el marchista cayó en la operación Grial, también proclamó su inocencia. "Yo no me he lucrado de nada y nunca he suministrado sustancias dopantes a nadie", dijo.

También negó los rumores que apuntan a que la Guardia Civil se llevó de su domicilio en Palencia varios productos dopantes con los que supuestamente comerciaba. "De mi casa", se defendió serena, "no se han llevado nada porque nunca me he lucrado". Tampoco es cierto, según sostuvo, que exista un vídeo en el que se le observa intercambiando sustancias dopantes. "¿Entonces, por qué está involucrada en el caso?", le preguntaron. Respondió segura y lacónica: "Porque ha habido escuchas telefónicas". Luego recalcó: "Soy inocente, volveré a competir en cuanto me recupere del embarazo".

Las escuchas y las fotografías recopiladas por los agentes durante cinco meses de seguimiento, los extractos bancarios, el rastro del dinero que es lo que pudo conducir a la Guardia Civil hasta la atleta palentina, forman parte del núcleo fuerte de pistas de una investigación que llena más de 5.000 folios. También se han hallado en los diferentes registros realizados en las residencias de los imputados gran cantidad de anabolizantes, esteroides, hormonas, EPO, bolsas de sangre -cuatro vacías, recién utilizadas, en casa de Pascua, y el resto, llenas, en la de Alberto León en El Escorial-, material de laboratorio para su manipulación e importante documentación al respecto. Nada, o poco, en todo caso, comparado con la magnitud faraónica de la operación anunciada por las fuentes del Gobierno español, por lo que la Guardia Civil baraja la teoría de que exista un lugar en alguna zona de Madrid donde la trama almacenaba más bolsas de sangre.