Síguenos en redes sociales:

Compromiso oriental

Corea emplea a su Ejército para ultimar detalles del circuito de Yeongam, donde Webber hizo la "pole"

Compromiso orientalFoto: efe

Bilbao

La filosofía oriental hace gala de un grado de compromiso que roza con la radicalidad. Unos niveles que para muchos son incluso incomprensibles -como la curiosa manera de hacer huelga multiplicando las producciones-. La disciplina es extrema. Y como más de medio mundo estaba pendiente de que el circuito de Corea del Sur, en Yeongam, cumpliera sus plazos de construcción de cara a la fecha del Gran Premio de hoy, algo que ya casi parecía quimera, en el país de los ojos rasgados se pusieron manos a la obra. Nadie podía dejarles en evidencia. Y menos con el gancho de un producto que es la Fórmula 1, que acapara la atención de 600 millones de espectadores. Un escaparate, para lo bueno y para lo malo, comparable en cuanto a audiencia a los Juegos Olímpicos o el Mundial de fútbol. Así, mientras Bernie Ecclestone ponía el grito en el cielo -la inspección, que debería realizarse con tres meses de antelación con respecto a la carrera, se llevó a cabo el pasado martes día 12- pensando que el trazado no se concluiría a tiempo para hoy, el gobierno coreano tomaba cartas en el asunto, de estado éste. No en vano, reportará 1,8 billones de wones (más de 1.000 millones de euros) en siete años y generará 18.000 puestos de trabajo, además, Corea es el quinto país del mundo en producción de automóviles.

De este modo y ante las agudas necesidades, a poco más de un día para la celebración de la carrera, se decidió reclutar al Ejército coreano para que sus soldados ejercieran de operarios -sumándose a los 1.500 ya destinados-, trabajando 24 horas al día para habilitar el trazado surcoreano de Yeongam. Zonas de prensa, el paddock, los graderíos... Los hombres del camuflaje han sido encargados de todo lo que viste al asfalto, que ya encontraba un posible sustituto en el circuito aragonés de Motorland, lugar que sonaba como posible escenario en caso de fallar el coreano, que ha tenido un coste total de construcción y habilitación de aproximadamente 247 millones de euros.

El proceso ha sido exprés, a pesar de un retraso cercano a los dos meses. Tanto que quienes viajaron a primeros de esta semana a Corea se encontraron carreteras de acceso apelmazadas con tierra. Hoy es distinto; brilla el asfalto, casi caliente aún. Y precisamente unas de las inquietudes a lo largo de esta semana era la posibilidad de que el impermeabilizante se despegara del pavimento por su escaso margen para el asentamiento, que puede ser del orden de tres meses y éste se extendió la semana pasada. Una situación que ya se dio en el Gran Premio de Canadá en 2008, donde también se llegó a la carrera con la lengua fuera.

la batalla está servida Mientras unos se sorprendían ayer -"No sé dónde sacan los Red Bull ese medio segundo de ventaja", decía Hamilton-, otros se congratulaban de los resultados obtenidos en la última jornada de preparativos antes de la carrera. "El coche fue muy muy rápido. Estamos muy cerca de los Red Bull y tiene buena pinta. Intentaremos atacar en la curva 3", decía Alonso, tercero; "estoy muy contento", ilustraba el poleman Vettel; "empiezo desde la parte sucia de la parrilla y Fernando será sólido desde la zona limpia, pero esta salida no va a decidir ni a romper el Mundial, así que presionaré desde el primer momento", añadía Webber, segundo ayer y líder del Mundial a falta de tres pruebas. El piloto aussie cuenta con 220 puntos, con Vettel y Alonso a 14 de ventaja. Mientras, Hamilton tiene 192 y Button, 189.