bilbao. La jerarquía, el orden establecido del tenis, algo así como un tótem de estructura piramidal, un senado al que hasta hace no tanto tiempo y de cuando en cuando sólo accedían los patricios y algún que otro noble, recibió un tremenda y sonora bofetada, una más tras la eliminación de Rafa Nadal de la competición -sin ganar un solo set-, en Londres, donde la Copa Master, el torneo que corona el fin de curso, se ha convertido en un amotinamiento, en un abordaje, hasta desembocar en una inopinada final que enfrentará a partir de las 15.30 horas (La 2 de TVE) al ruso Nikolay Davydenko, valiente, preciso, agresivo y muy veloz a la hora de armar el brazo, que superó con suficiencia al rey Roger Federer (6-2, 4-6 y 7-5) y Juan Martín del Potro, que derrotó a Robin Soderling en un ejercicio agonístico (6-7, 3-6 y 7-6).

Plaf. Primero al rostro; luego, al orgullo. Un directo a la boca del estómago que alcanzó al estilizado Roger, malencarado ayer por su actuación, funesta al comienzo, gris en el entreacto y decididamente negra en el epílogo. El suizo finalizó tan cabreado por su escasa aportación, por su errático despliegue, que lanzó una derecha, ésa que le mutiló la constancia de Nikolay a modo de frustración contra la prensa después de que cediera al empuje de Davydenko cuando tenía todo a favor para cerrar su pase a la final. Y es que el número 1 sucumbió con un 5-4 y 0-30 a su favor en el tercera manga de mala manera. Un claro síntoma de su discretísimo final de campaña. "Acabo el año como número 1, no tengo nada que censurarme, y es mi última rueda de prensa, algo bueno porque no tendré que contestar a más preguntas". Decididamente al suizo no le quedaban respuestas, ni en la pista ni ante los micrófonos.

Sin reponerse el O2, el futurista estadio que alberga la competición, del impacto del bofetón que supuso la caída del helvético, asomaron a la cancha de piel azul celeste Robin Soderling y Juan Martín del Potro en busca del otro billete que daba acceso al duelo definitivo ante el ruso. Se resolvió el primer set en tie-break a favor del sueco, el primer reserva del torneo (sustituyó a Andy Roddick), del drive de acero. Se rehizo el argentino que gobernó con nitidez la segunda manga donde impuso su estilo y se la adjudicó por 6-3. Aún así nada se decidió hasta el tie-break del tercer acto que llevó a Del Potro al encuentro con Davydenko de donde saldrá un maestro inesperado.