BILBAO. Las negociaciones para la celebración del encuentro de la selección de Euskadi continúan sin pausa. Los estamentos federativos continúan dando pasos para intentar recuperar la tradicional cita navideña del combinado tricolor, un partido que representaba la auténtica fiesta del fútbol vasco y suponía los ingresos anuales más importantes para el fútbol de base.
Tras jugar en 2007 bajo la denominación de Euskal Herria, el año pasado el partido no pudo llevarse a cabo porque los jugadores no aceptaron volver a la tradicional denominación de Euskadi que había tenido en sus anteriores comparecencias. Todos los contactos mantenidos entonces por los directivos de la Euskadiko Futbol Federakundea (EFF) cayeron en saco roto, ante la negativa que encontraron en el colectivo de jugadores, que llegaron a firmar un documento en el que solicitaban a los rectores federativos dar más pasos en busca de la oficialidad del equipo nacional.
Los nuevos rectores de la EFF, encabezados por Santiago Arostegi, retomaron las negociaciones tras el verano. Entre unos y otros acordaron que la denominación para este año fuera la de Euskal Selekzioa, acuerdo aceptado por la plantilla de jugadores del Athletic, que tradicionalmente aporta el mayor número de jugadores al combinado que dirigen José Ángel Iribar y Xabier Expósito.
Ahora la pelota se encuentra en el alero de Zubieta, donde la plantilla de la Real Sociedad debe decidir si acepta la denominación y el partido puede celebrarse. Porque no parece que los jugadores de Osasuna, Real Unión y Alavés se negaran a acudir a la convocatoria de Iribar y Expósito.
Mientras tanto, en la EFF continúan también los contactos con los posibles rivales que estarían dispuestos a jugar en San Mamés en las próximas fechas navideñas. El año pasado, Irán cobró una indemnización tras la suspensión del encuentro. Ahora la posibilidad de su presencia en La Catedral parece diluirse ante la posibilidad de que sea una selección suramericana o africana la rival para el combinado vasco.
Lo que está claro es que el tiempo apremia y que los jugadores deben dar cuanto antes su respuesta, para que la EFF pueda ultimar los detalles que permitan a la afición disfrutar de un encuentro simbólico para Euskadi.