Pisando fuerte
Astore, suministradora de material deportivo de Aspe y Asegarce, comercializa las primeras zapatillas diseñadas exclusivamente para jugar a pelota.
la innovación no ha mezclado históricamente con la pelota, un mundo enraizado en lo más hondo de las tradiciones. Sucede que el progreso es un tren infinito que cabalga a todo velocidad y que no tiene intención de distraerse en el trayecto. Se tiñeron las camisetas blancas en rojo y azul; las paredes del frontón, blancas como las polos, mutaron en verde por la televisión; la pelota, negra, se hizo blanca y el angelus que se rezaba al mediodía, cuando las finales se disputaban de mañana, se evaporó de la programación. Sobre los mismo raíles la pelota dio ayer otro paso para dejar huella con la presentación de las primeras zapatillas exclusivamente desarrolladas para la práctica de esta modalidad. Astore, la empresa que viste a los pelotaris, tratará de calzarlos con las Pilotari Pro "una zapatilla para la pelota, adaptada a sus necesidades y que ha sido evolucionada desde el primer prototipo hasta su diseño final teniendo en cuenta las pruebas realizadas durante diez meses por un buen número de pelotaris profesionales", anuncia Unai Artetxe, responsable de prensa de Astore, compañía que se adentra así en el mercado de las zapatillas "después de muchos años de colaboración con la pelota mediante el suministro de prendas de vestir tanto de juego como de entrenamiento". La comercialización de estas zapatillas no implica, sin embargo, que los pelotaris de Aspe y Asegarce, probadores de las mismas, vayan a emplearlas obligatoriamente "porque las zapatillas son algo muy personal y tienes que sentirte a gusto con ellas. No es como una camiseta o un pantalón. El calzado es fundamental y lo importante es sentirte bien", coinciden en señalar los pelotaris con los que se ha puesto en contacto este periódico.
La aventura de Astore para darle pies a la pelota, comenzó el 8 de mayo de 2008 cuando responsables de la marca guipuzcoana iniciaron un ejercicio de cata entre los pelotaris suministrándoles los primeros pares de zapatillas para que las fueran testando en diferentes escenarios. "Se realizó un primer modelo teniendo en cuenta las características de otras zapatillas indoor (las que se emplean en varias disciplinas deportivas de interior y con la que juegan los manistas) y se fabricaron varios pares para que los probaran los pelotaris", describe Artetxe. El modelo maestro poseía una suela más ancha de las que había en el mercado. "Sin embargo los pelotaris las probaron durante varios entrenamientos y comentaron que preferían una suela más estrecha", subraya Artetxe. Fue el primer retoque de muchos, puesto que se fabricaron cinco modelos antes de llegar al que ha irrumpido en el mercado. "Los pelotaris transmitían bien lo que querían y ése era el fundamento para ir mejorando la zapatilla poco a poco porque han sido muchos los detalles que se han cambiado durante los diez meses que se han llevado a cabo las pruebas".
características propias El Astelena de Eibar, el Beotibar de Tolosa, el Labrit de Iruñea y el Atano III de Donostia, los principales recintos en los que se mueven los pelotaris, se convirtieron en los laboratorios de piedra "aprovechando los entrenamientos de los pelotaris tanto de primera línea como de segunda". Después de estrechar la suela, de adaptarla al gusto mayoritario de los probadores, en Astore tuvieron que ir puliendo el patrón inicial adecuándolo según las indicaciones que recibían con cada modelo que presentaban a los manistas. "Los zagueros prefieren zapatillas más anchas porque hacen más fuerza desde mayor distancia para pegar a la pelota que los delanteros, por lo que requieren más base y de mayor altura en el talón, mientras que los delanteros se decantan por un tipo de zapatilla más estrecha y ligera", matiza Artetxe. Así que en el diseño final se optó por un calzado más neutro "para que puedan usarlo todos". También tuvieron en cuenta los movimientos específicos que los pelotaris realizan en sus desplazamientos por la cancha y para ello optaron por soluciones técnicas propias para adaptarlas necesidades del calzado de los pelotaris tales como la estabilidad, la ligera, la amortiguación y la transpirabilidad.
Tras las diferentes comprobaciones, exámenes y probaturas con una veintena de pelotaris, el trabajo de campo lo dio por concluido Astore el pasado 9 de marzo e inició la producción de las zapatillas, aunque "eso no quiere decir que no quede algo por desarrollar y mejorar. Tendremos más información con las experiencia de los usuarios y así podremos ir mejorándolas en el futuro", avanza Artetxe sobre unas zapatillas en las que prevalece el blanco con detalles en rojo y azul en un claro guiño a los colores que mandan en la vestimendta de los pelotaris, y que saldrán al mercado con un precio de 65 euros para los adultos y de 40 para los niños.