Muere Frank Gehry, el arquitecto del Guggenheim y amigo de Bilbao, a los 96 años de edad
El autor del 'milagro de Bilbao' ha fallecido este viernes en su casa en Santa Mónica
El arquitecto Frank Gehry, autor del Guggenheim Bilbao, ha fallecido a la edad de 96 años de edad en su casa de Santa Mónica, según informa The New York Times. A Gehry le gustaba que le considerasen un “creador inacabado”, y con ese afán de superación, aprendiendo sin cesar, logró situarse en el olimpo de los arquitectos. El museo bilbaino, el edificio que se asienta en la antigua Campa de los Ingleses, fue el símbolo de la transformación de Bilbao y de su puesta de largo en el escenario internacional.
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Una de las últimas veces que el arquitecto visitó el museo bilbaino fue para una celebración muy especial su 85 cumpleaños. Frank Gehry, quiso cenar en su casa de Bilbao, en su Museo, acompañado de su familia –Berta y sus dos hijos– , y de sus amigos vascos. A la celebración se unió además un amigo muy especial: el célebre pianista y director de orquesta Daniel Barenboim que le regaló “un momento mágico”. Su interpretación de la Sonata en Re Mayor de Schubert y su Nocturno de Chopin llegaron al alma al arquitecto y a los 400 invitados que participaron en la celebración.
Su primer aterrizaje en Sondika
Hace ya casi tres décadas desde que Gehry aterrizó por primera vez en Sondika acompañado por el aquel entonces director de la Fundación Guggenheim, Thomas Krens, para buscar un lugar donde ubicar un museo. Entonces no lo sabía, pero estaba a punto de inscribir su nombre en el olimpo de la arquitectura y de paso, lanzar a Bilbao al futuro. Fue entonces cuando realizó los primeros esbozos en papel del Guggenheim Bilbao, unos simples garabatos que acabaron convirtiéndose en una gran obra maestra. El Museo Guggenheim de Bilbao, fue elegido por la revista Vanity Fair como el edificio más significativo de las últimas tres décadas. Gehry, por su parte, fue proclamado “el arquitecto más importante de nuestra era”.
Por un presentimiento
Ephraim Goldberg - el nombre de nacimiento de Frank Gehry- nació en Toronto (Ontario) en 1929 en una familia judío-polaca que emigró de Polonia. Su padre, Irving, que se dedicaba al comercio, amaba el arte y diseñaba sus propios escaparates, y su madre, Thelma, fue violinista de joven. Gehry llevaba el ADN del arte en la sangre. En 1947, siendo adolescente, se mudó con sus padres a Los Ángeles y adoptó la nacionalidad estadounidense. Fue entonces cuando el apellido de la familia adoptó el apellido de Gehry.
De adolescente trabajó como camionero para costearse los estudios en Los Ángeles City College. Gehry ha confesado siempre que estudió arquitectura por un presentimiento, pero pronto terminó sintiéndose atraído por los edificios, aunque su falta de destreza en el dibujo le pareciera un problema al principio.
Gehry conoció la popularidad con un proyecto residencial, la remodelación en 1977 de su propia vivienda, un bungalow ubicado en Santa Mónica, que convertiría en el símbolo del deconstructivismo. Con casi 50 años, este proyectista introdujo metales ondulados, suelos de asfalto y madera contrachapeado como novedades entre sus materiales. Gehry posee una gran habilidad de jugar con las formas geométricas para crear otras nuevas más complejas. Su primer encargo en el continente, la Fábrica de muebles Vitra de Basel y Vitra Design Museum de Weil-am-Rhein evidenció su nuevo rumbo que le alejó de la tradición arquitectónica moderna y lo adentró en formas cada vez más escultóricas.
El premio Pritzker
En 1989 recibió el premio más importante de arquitectura, el premio Pritzker en reconocimiento a su trabajo. Después de que el Guggenheim Bilbao abriera sus puertas en octubre de 1997, a Gehry le llovieron los proyectos. Decenas de ciudades querían sus museos Guggenheim. Pero como él mismo confesó “el milagro del efecto Bilbao es difícil de repetir. Este proyecto tan especial fue posible por el consenso alcanzado entre todos los agentes implicados para cambiar una comunidad de manera positiva, algo que me permitió explorar con libertad ideas que no había podido explorar en el pasado”.
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