Compuesta por Juan Carlos Pérez y escrita en euskera por el ondarrutarra Kirmen Uribe, Saturraran es la historia de una leyenda de amores prohibidos, recreada en la Ondarroa de los años 80. Ane, hija de un pescador de altura, y Luna, una joven andaluza que llegó en una furgoneta, se enamoran; un amor que la cerrada sociedad de un pueblo pesquero de esa época no estaba dispuesta a aceptar. Asfixiadas por la persecución social, el declive del sector pesquero y la trampa mortal de la heroína se ven empujadas a un trágico final.
La ópera se estrenó en el Teatro Arriaga de Bilbao los días 20 y 22 de junio de 2024 y fue todo un éxito. “Había que aprovechar la oportunidad de que la Diputación y el Arriaga hicieron esta producción; muchas veces se hacen las cosas y no queda ningún registro. Esa ópera se iba a montar, iba a tener dos representaciones, pero luego ¿qué? Además de hacer la grabación de EITB, era una oportunidad única también para levantar acta de cómo se hace una ópera, en esta caso la primera en euskera batua y del siglo XXI. Y luego enlazarlo con la historia de la ópera vasca, realizar un recorrido por nuestras creaciones operísticas”, explica Koldo Narbaiza.
Esta tarde, a partir de las 19.15 horas se proyectará en la Sala BBK de Bilbao el documental Euskal opera bat (Pudentetik saturraranera), dirigido por Gaizka Bourgeaud Zarandona y Álvaro Herrero. “El filme dura 70 minutos y recoge desde los primeros momentos de cómo se está preparando la ópera, además del proceso creativo de los que hicieron posible la ópera, la música, el texto, la escenografía, que estuvo a cargo de Lucía Astigarraga... Y luego, se añadió la parte histórica de lo que ha sido la ópera vasca”, explica Gaizka Bourgeaud Zarandona
Grabación
“Cuando estás en el fragor de componer todo ese gran monstruo que es una ópera, no tienes la claridad de ideas como para decir que estaría bien ir grabando en paralelo cómo se va haciendo la ópera, porque la verdad es todo un acontecimiento, pero este documental ha sido todo un acierto”, explica Juan Carlos Pérez, el que fuera una de las almas y compositor de la mayoría de las baladas de Itoiz.
Cuenta el músico mutrikuarra que, hace siete años, comenzó a barruntar un proyecto que se sostenía sobre dos únicos pilares: el primero, el género, la ópera; el segundo, que ésta debía tener la playa de Saturraran como escenario. Con estas dos condiciones como requisito imprescindible, el escritor Kirmen Uribe se unió a la aventura. “Para componer una ópera como esta hay que dedicarle mucho tiempo. Es la escritura del pensamiento, de comienzo al final. Han sido tres años y medio de reloj, luego montarla y aunar voluntades para que se pudiera estrenar. Hoy en día se escriben, sobre todo, óperas de cámara por temas logísticos y presupuestarios. Pero como contaba con la Sinfónica de Bilbao, con la Coral y mi trayectoria musical decidí escribir una con todos los sacramentos, como se suele decir, sin preocuparme mucho de que fuera el último grito estético o no estar en la vanguardia. He plasmado todas las experiencias que he acumulado como artista”, explica el músico y compositor.
Juan Carlos ha tocado muchos palos, pero desde niño tuvo muy claro que su vida era la música. Cantó en el coro de Mutriku y con 16 años se juntó con Foisis en el instituto de Ondarroa con la intención de formar un grupo. Más tarde, se les uniría Estanis Osinalde, Joserra Moreno y Joseba Mendizabal. La banda que germinó en Mutriku y creció en Ondarroa se disolvió en 1988, en la cima del éxito, con un concierto en Fadura y Juan Carlos Pérez inició una exitosa carrera en solitaria.
En la actualidad, le gusta estar a la retaguardia, escribiendo y componiendo música, más que en primera línea y actuando. Confiesa el músico que ya en los últimos años de Itoiz veía que el grupo tenía fecha de caducidad y que podía funcionar en solitario. “Lo del rock, lo de Itoiz, fue una cosa de juventud que nos enganchó y dimos todo lo que teníamos, nos lo tomamos muy en serio. Pero, desde entonces, yo no he parado de estudiar, en paralelo empecé a hacer otro tipo de música, vamos a llamarla clásica”.
La Bilbao Orkestra Sinfonikoa inauguró en 2007 la temporada con el estreno absoluto de Bizkaieraz, una obra compuesta por el músico en su primera experiencia en este terreno. Dos años más tarde, el vocalista, guitarrista y líder de la banda, dos décadas después de despedirse de los escenarios, desempolvó los discos y los apuntes de las canciones de Itoiz y reinterpretó, en forma de sinfonía, siete históricos tema.
Juan Carlos estrenó también en 2015 el poema sinfónico Deitzen dizut Virgilio, basado en un texto que Atxaga escribió durante su estancia en Nevada. Tener la oportunidad de componer Saturraran ha sido para él un sueño. “Ha sido increíble, he llegado a esa ópera después de una serie de experiencias que he ido acumulando a lo largo de mi carrera”, explica.
Pero el documental es también un recorrido por la historia de la ópera en euskera, ciento cuarenta años desde que se estrenó Pudente, la primera ópera íntegramente en euskera escrita en el siglo XIX por los donostiarras Serafín Baroja y José Antonio Santesteban, ambientada en una mina en Andalucía. En el documental, participan, entre otros, el director de Eresbil-Archivo Vasco de la Música, Pello Leiñeno, el que fuera director del Arriaga, Calixto Bieito o Natalie Morel Borotra.
 
        
     
                                             
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