La tormenta obligó a parar el recital de Amaia en el Bilbao BBK Live
El aguacero permitió solo 15 minutos de concierto | Antes KNEECAP la armaron con su rap pro Palestina
Kobetamendi se convirtió ayer, pasadas las 22.00 horas, en una piscina. El tremendo aguacero obligó a paralizar la actuación de Amaia cuando llevaba apenas un cuarto de hora en el escenario. Antes, la segunda jornada diurna del Bilbao BBK Live y antes del previsto estreno estatal en directo de la británica RAYE, en un cuadrilátero en el que el folk de Jessica Pratt tuvo que resistir contra el fiero aldabonazo sónico de alta intensidad protagonizado por los punkies australianos Amyl and The Sniffers y el hip hop irlandés y de proclamas de KNEECAP. La jornada arrancó agitada por tal contraste estilístico.
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Hubo de todo y para todos en la tarde del viernes en Kobetamendi ante de que el cierro se rompiera. Y eso que faltaban, ya de madrugada, las dos cabezas de cartel de la segunda jornada: RAYE y Bad Gyal. Iniciamos el maratón vespertino con la estadounidense Jessica Pratt. Nada más alejado de su folk de mesa camilla, con ella sentada y con la guitarra en su regazo, que un festival a las 19.00 horas, con sofoco climatológico y amenaza de tormenta.
La magia que desprende el repertorio de esta rubia y tímida cantautora californiana con su voz delicada y etérea, resistió el envite y a quienes entramos en su juego nos encapsuló, ajenos al espacio y el tiempo, en una especie de acampada hippie con unas canciones de raíz folk que reivindican el legado de Joni Mitchell y los cantautores angelinos de Laurel Canyon hasta abrirse, como refleja su último disco, Here in the Pitch, a la obra y a los sonidos estándar del Brill Building neoyorquino.
Con el apoyo sinuoso de cuatro instrumentistas, con teclados y saxofón incluidos, abrió sesión con la maravillosa World on a String. Su voz misteriosa y sugerente, nada ortodoxa, nos condujo entre canciones como Poly Blue, Back Bay, The Last Year o la vestida y rítmica Life is, entre la melancolía marca de la casa, casi siempre minimal y espartana, efluvios de bossa y cierto brillo y luz en su repertorio más reciente, alentado por melodías más pop y una orquestación más vestida. Una marcianada maravillosa.
Free palestine
La calma reparadora se convirtió en tempestad de decibelios y rabia con los irlandeses KNEECAP, trío de actualidad por su reciente paso por tribunales porque uno de sus MCs defendió a la guerrilla de Hezbola. Mo Chara, Móglaí Bap y Dj Próvai eligieron un nombre que significa tiro en la rodilla. Evoca tiempos de malos recuerdos ya extintos en Irlanda y Euskal Herria, pero aunque su clamor político contra el imperialismo y la guerra en Gaza, y su defensa de los pueblos sin Estado o del gaélico como vehículo nacionalista del republicanismo de su país fueron constantes, firmaron una fiesta difícil de olvidar.
Sí, su Dj portaba un pasamontañas con la tricolor irlandesay uno de sus MC llevaba un pañuelo palestino, pero en Kobetamendi confirmaron por qué son una de las propuestas más audaces del hip hop europeo actual. Colegas de compatriotas como Grian Chatten, el líder de Fontains D.C., fusionaron ritmos demoledores con letras –en inglés y gaélico– tan vitriólicas y concienciadas como gamberras, provocativas y juveniles, con alusiones a la farra, las drogas, una vida mejor, ser uno mismo, confiar en tus posibilidades y “vivir tu fantasía antes de que te coman y escupan”.
“Debajo del estruendo hay magia”, cantaron en 3CAG entre sirenas y risas. Su discurso es exageradamente nítido, sí, incluidas palabras y cánticos de un grupo de palestinos, pero está sustentado con creatividad y profesionalidad, con un MC que disparaba ritmos, muchos de corte electrónico, y dos rapeadores veloces como pocos a la hora de lanzar rimas. Combinaron hip hop contemporáneo y político, pero terriblemente divertido y con filosofía de vena henchida y punk en temas como -nos pareció reconocer Better Way to Live, Sick in the Head, Fine Art y H.O.O.D. Hubo pogo descontrolado, invasión de foso, lluvia, goras a Euskal Herria y Catalunya... jaia eta borroka.
Punk y el aguacero
Desde Australia, Amyl & The Sniffers demostraron con un directo energético e irreverente que dominan las claves del punk clásico, pero no se quedan ahí y son capaces, en parte gracias a su irresistible y salvaje vocalista, Amy Taylor, de aunar crítica y diversión. Tiraron de temas antiguos y de actuales, de Security y Freaks to the Front a Tiny Bikini, mostrándose capaces de abrirse al boogie y al pop, al modo de Blondie, en cortes como Do It Do It.
Y cuando una multitud se concentraba ante el escenario para escuchar a Amaia, a las 22.00 horas, la lluvia arreció y obligó a la organización a parar su actuación hasta que la climatología permitiera su reanudación. Vestida de azul y apretá, solo cantó 15 minutos: Tocotó, Magia en Benidorm, La vida imposible y La tarara.