El programa del Gobierno vasco de compra de arte que se deposita en el Artium llevará este año al museo gasteiztarra obras de varias generaciones de artistas, desde veteranos como Juan Mieg, Mikel Díaz Álaba y Darío Urzay a jóvenes como Kimia Kamwari o Natalia Suárez. En esta ocasión se incorporan a la colección obras diversas en discursos y técnicas aunque la mayoría son lienzos. Casi todas son de artistas vascos, aunque varios de ellos trabajan fuera de Euskadi. El único fallecido –el año pasado– es el americano Tom Johnson, del que se han comprado dos obras de tinta sobre papel.
En total, en 2024 se han sumado 28 trabajos de 17 autores, gracias a los 200.000 euros de subvención del Gobierno vasco. Pero para su próxima edición, la de 2025, la vicelehendakari primera y consejera de Cultura, Ibone Bengoetxea, anunció ayer, en Vitoria, que esta iniciativa, que comenzó en 2020, para paliar los efectos de la pandemia en el arte, comienza una “nueva andadura”, puesto que “vamos a aumentar en un 50% la financiación para comprar obras de artistas en activo”. Este nuevo impulso responde, como destacó Bengoetxea, “porque queremos dar un paso más con esta iniciativa que busca que la cultura, el colectivo de artistas, el arte contemporáneo y nuestra manera de hacer formen parte de la construcción de la Euskadi del futuro. Tenemos claro que el futuro pasa por acompañarnos”.
En este acto, en el que también estuvieron algunos de los autores cuyas obras entran a formar parte de la Colección Compartida, entre otros, Jesús Mari Lazkano, Gabriela Muñagorri, Juan Mieg, Natalia Suárez Ortiz de Zárate, Juan Aizpitarte, Darío Urzay y Claudia Rebeca Lorenzo, representantes institucionales y de los tres museos coincidieron en resaltar “el trabajo cooperativo, el compromiso y dedicación” que se ha hecho al respecto para el impulso de la cultura de Euskadi.
El diputado general de Araba, durante su intervención, sin ir más lejos, puso de manifiesto el “carácter público” de este patrimonio artístico contemporáneo, “que va a permanecer en manos de las generaciones que nos sucedan y que van a adquirir la responsabilidad de su conservación en el futuro”. Y también señaló el arco histórico “que aborda el núcleo principal de esta colección”, que comienza en la década de los 50 y se extiende hasta nuestro tiempo.
“Apoyo fundamental”
Por último, como presidente del patronato de la Fundación Artium, agradeció a la vicelehendakari su “apoyo fundamental” al Artium “para su crecimiento, evolución como espacio de arte y como referencia abierta a todas las personas”.
La directora de este museo de Gasteiz, Beatriz Herráez, por su parte, también puso en valor “la implicación y compromiso” de los que han hecho posible esta Colección Compartida, fruto de un “trabajo de fondo que se cocina en un año”.
Asimismo, agradeció el trabajo de los artistas “por su dedicación, compromiso y trabajo en el día a día, lo que da sentido a todo”, además de enfatizar el carácter intergeneracional de esta colección “mirando al presente y a esos huecos de la historia que quedaban por cubrir”.
El director del Bellas Artes de Bilbao, Miguel Zugaza, hizo hincapié en su discurso en “la importancia de las buenas iniciativas impulsadas por las instituciones, la necesidad de dar continuidad a los proyectos, especialmente en la en el arte, porque muchas buenas ideas quedan en la cuneta por no poder desarrollarse, y el trabajo en red, para saber valorar que somos más ricos cuando trabajamos conjuntamente”. Igualmente, la directora de Tabakalera, Edurne Ormazabal, puso en valor que los criterios fundamentales de la Colección Compartida son “la calidad artística y la diversidad sin géneros” para buscar el “equilibrio territorial, el de igualdad de género y el intergeneracional”.