“Algo se mueve”. Con este enigmático anuncio en una red social, Fito ha vuelto a aparecer tras uno de sus habituales periodos alejados del escaparate público tras la conclusión de la última de sus exitosas giras. Está confirmado, el músico bilbaino ha vuelto y se ha rodeado de sus Fitipaldis, con los que, según ha confirmado DEIA, ya ensaya las canciones de su próximo disco, a editar en 2025, al que seguirán los conciertos para su presentación en directo.
Fito y su grupo, liderado, como en los últimos años por sus dos lugartenientes principales, el guitarrista y productor Carlos Raya y el saxofonista Javi Alzola, se encuentra ya ensayando y dando cuerpo a las canciones –“material nuevo”, explican fuentes de su entorno– que el rockero vizcaino ha ido configurando en los últimos años, desde que se retiró de los escenarios hace 621 días en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid.
Esa puesta en común del repertorio a través de estos ensayos iniciales se está haciendo en Madrid, segundo lugar de encuentro del vizcaino con el guitarrista y productor Carlos Raya, y sede también de Estudio Uno, donde Fitipaldis grabó su último álbum publicado hasta la fecha Cada vez cadáver (2001), con el que rompió nada menos que siete años de silencio desde el anterior: Huyendo conmigo de mí.
Previsiblemente, Fito y Fitipaldis tardarán menos en volver a encararse con sus seguidores, ya que todo parece indicar que los ensayos y la grabación del futuro disco avanzarán en los meses próximos y se podrá publicar durante 2025. Igualmente previsible es que antes de concluir el año próximo se anuncie la nueva gira del rockero y su banda.
Más música que letras
La exposición pública en el canal de Youtube de Txirula Musik, algo más que una tienda de instrumentos musicales ubicada en Iurreta, de una larga charla con Fito también confirma el cambio de clave del músico, su paso de la lejanía a la presencia mediática, lo que abona la recuperación del proyecto para 2025.
Fito confirma en esta conversación que lleva un periodo de dos años en los que “he querido hacer canciones”, a la vez que confiesa que ha estado en “ese modo”, utilizando la lectura, la música que escucha y lo que sucede a su alrededor “con la antena puesta”. Además, a la vez que reconoce que en su carrera “ha cambiado todo” a raíz del éxito, explica que no lo ha hecho a la hora de enfrentarse a la composición.
“Sigue siendo un bolígrafo y una guitarra. Siempre tengo cosas, cojo apuntes, grabo con el móvil. El proceso es como el de los pintores, nunca pintan un cuadro y luego otro, sino que tienen muchos y va dando pinceladas hoy aquí y mañana allí. A mí me sucede lo mismo con las canciones: tengo una idea, pero no una canción. Al final, junto las cosas, a veces salen unas más fáciles que otras, que no acabo de rematarlas”, explica.
“Tengo más músicas que letras, ya que me resulta más divertido estar cuatro horas con una guitarra probando un pedal o probando un amplificador. No estás componiendo, pero si sale algo, lo archivo. Tocar es más fácil que pasar el mismo tiempo con un bolígrafo y una libreta porque yo no soy escritor, soy escritor de canciones. Y eso me pone muy nervioso, necesito estar un poco despegado del suelo. Antes era más fácil porque tomaba drogas; no, en serio, no puedo escribir de oficio”, asegura.
El momento actual, el de la puesta en común con Fitipaldis en los ensayos, llega a raíz de que Fito pueda empezar a cantar los temas y los dé forma junto a Raya. “Cuando la canción la puedo cantar porque tiene una letra que me gusta y apasiona, una melodía y unos acordes, y puedo juntar varias de ellas, llamo a Carlos, viene a mi casa y hace como magia y que parezca todo profesional”, explica en la charla con Txirula.

Ese viaje ya se ha realizado, incluso el siguiente, el de reunión de la banda en Madrid para los ensayos. “Carlos será el productor y como me conoce tan bien, en estas últimas canciones ha sido como de dar un poco miedo. Igual en una tarde hemos tocado seis, y se le ocurren cosas como si lo hubiera estado pensando dos meses”, explica el vizcaino, que en la conversación tiene un recuerdo para su concierto en el Royal Albert Hall y, sobre todo, para los del Arriaga y San Mamés. “Los tengo interiorizados y el del estadio fue algo más que un concierto, fue una locura y una comunión de una ciudad con alguien de la ciudad”, aclara.