“Es complicado localizar el insecto, encontrar la pose adecuada para lograr que sea atractivo, y aplicar la técnica para realizar los retratos”, explica Pedro Luis Ajuriaguerra, un habitual en las entregas de premios de los certámenes fotográficos que se celebran por todo el mundo.

Cuando se trata de retratar insectos minúsculos resulta imposible obtener una imagen con de la nitidez que muestra Ajuriaguerra con una sola toma. “Es necesario realizar la técnica de apilado.

Algunas de las fotografías son tomadas en la naturaleza con un riel, digamos manual, colocado sobre el trípode, pero el número de disparos es menor y la calidad se resiente”, detalla. Además, siempre se debe fotografiar antes de que salga el sol “ya que muchos de los insectos aún no pueden volar por el frío o se encuentran en estado de letargo, lo cual es apropiado para este tipo de fotografía”.

Las fotos más extremas tienen lugar en un estudio fotográfico con un riel electrónico más sofisticado que el manual y con sistemas de luz y difusores. “El número de fotos aumenta significativamente, así como la calidad fina. Cada una de las fotos de la exposición está compuesta por más de cien imágenes, en algunos casos hasta el doble, para lograr esa nitidez, cada una con una parte del sujeto enfocada y fusionadas después con un programa específico”, revela.

En la Universidad de Jinan asombran los retratos a gran formato de libélulas, mariposas, avispas y mosquitos del fotógrafo bilbaino. FIAP

Entre las modelos que han posado para Ajuriaguerra se encuentra “la pequeña araña saltadora, con sus ojos voluminosos y pelos puntiagudos que parece decirnos aquí estoy, como si fuera un personaje de Barrio Sésamo”. Y se ha enamorado del mosquito zumbador “con su precioso plumero, que incluso puede recordar a Rossy de Fraggle Rock” y que no pica. También han realizado labores de modelaje “la pequeña polilla, que nos recuerda a un roedor cuyas orejas han sido sustituidas por antenas” o “los dos escarabajos enfrentados como si de un combate de boxeo se tratase, con sus antenas como si fueran guantes, que evocan al Alien de Ridley Scott”.

A lo largo de las prolongadas sesiones de retrato, el fotógrafo ha descubierto que los insectos “son seres increíbles, de una extrema complejidad, cada uno con sus particularidades y curiosidades”.

Ajuriaguerra comenzó el proyecto Insectos los pequeños desconocidos durante la pandemia y lo sigue desarrollando. “El aislamiento en mi casa de campo me permitió descubrir un mundo desconocido para mi como es la foto macro-extrema. Gracias a eso he retratado diferentes insectos dándoles un gran protagonismo y mostrando su belleza singular: libélulas, mariposas, arañas, coleópteros, avispas, mosquitos, moscas etc., a cada cual más extravagante y bella, con multitud de detalles”.

Hasta el próximo 17 de noviembre, una veintena de retratos de insectos en gran formato con la firma de Juan Luis Ajuriaguerra, cuelgan en las paredes de la sala de exposiciones de la Universidad de Jinan.

Tres lustros con la imagen como hobby

Un biólogo maestro en fotografía

Seleccionado. La Bienal de Fotografía de Jinan, una ciudad de casi 10 millones de habitantes, es este año el evento que acoge el congreso anual y las exposiciones de los siete nuevos Maestros de la Federación Internacional de Arte Fotográfico (FIAP) entre ellos Pedro Luis Ajuriaguerra. El autor nació en Bilbao en 1974 y es biólogo de profesión. Lleva tres lustros inmerso en la fotografía. A pesar de haber ganado decenas de galardones internacionales y haber publicado en medios de prestigio, sigue tomándose la cámara como un hobby. “Mi objetivo es valorar y descubrir la belleza de lo pequeño, que es imperceptible para la mayoría de nosotros. No pretendo mostrar la esencia de la naturaleza sino hacer arte”, asegura.