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Paul Collins: “Las buenas melodías nunca pasan de moda, pero es difícil encontrarlas”

El veterano músico estadounidense, considerado el rey del power pop, actúa en la Sala BBK de Bilbao este doming

Paul Collins: “Las buenas melodías nunca pasan de moda, pero es difícil encontrarlas”

El estadounidense Paul Collins, para muchos el auténtico rey del power pop, concluye su gira estatal este domingo 27 en Bilbao, en la Sala BBK, en el marco del ciclo Music Legends. “Las buenas melodías nunca pasan de moda”, explica en esta entrevista, en la que reconoce que estuvo a punto de tirar la toalla con la pandemia. En Bilbao rescatará “lo mejor” de Paul Collins Beat, su carrera en solitario y The Nerves, su primera banda. “Soy un maldito, pero me viene a ver cada vez más gente”, apostilla el rockero, que presentará su último disco, Stand Back and Take A Good Look (Jem Records).

Si algo caracteriza su carrera, que ronda el medio siglo, es su honestidad y fidelidad a un sonido.

Es verdad, ese tipo de música es el campo en el que me muevo y vivo. ¿Por qué cambiarlo? Dos guitarras, un bajo y una batería… ¿para qué más? Funciona muy bien.

¿Hay en la música algo tan enérgico, a la vez que bonito y melódico, que el power pop?

Mira, la inspiración para el pop viene de todos esos grupos de los 50 y los 60 como Chuck Berry, The Beatles, The Rolling Stones, The Kinks… Hoy en día cuesta mucho encontrar músicos similares en este plan, de tal importancia.

Energía, entusiasmo, contagio… Así es su música ¿verdad? Algo consustancial al power pop, a los sonidos con grandes melodías y guitarras eléctricas.

Las buenas melodías nunca se pasan de moda, son algo que gustarán siempre a la gente. Pero también es difícil encontrarlas, cuesta mucho. Al componer sigue siendo lo más difícil en mi caso.

Igual es que ha compuesto muchas ya.

Creo que tienes razón aunque si Paul McCartney puede seguir componiendo canciones como en los viejos tiempos… Es difícil aunque hay momentos en los que la creatividad regresa y sale. No es fácil, no.

Ha tardado cuatro años en grabar su último disco.

Porque soy vago (risas). Me cuesta mucho tener canciones suficientes y hacer un disco que valga la pena. Además, la pandemia tuvo que ver en el retraso. Con ella pensé que había llegado mi momento, que mi carrera se había acabado. El mundo se complicó y era imposible tocar, así que creí que era un buen momento para dejarlo. Luego vi que esta profesión, cuando la tienes metida bajo la piel, es muy difícil dejarla. Volví y mi banda estaba lista para trabajar. Ellos me dan mucho apoyo, muchas patadas en el culo (risas).

El contenido del álbum es una reivindicación de su carrera y de la de algunos de sus colegas, de The Nerves a Willy de Ville o Flaming Groovies. Sus discos aparecen en la portada.

Sí, al grabar la canción que le da título, que es de Jack Lee, que estuvo conmigo en The Nerves, me planteé hacer un disco ligado a estos tiempos, pero luego vi que tenía canciones grabadas que se habían publicado solo en España, pero no en mi país, así que creí importante que la gente de Estados Unidos escuchara temas como In Another World o You Can´t Go Back; y las incluí.

Creo que lo ha grabado el disco con algunos de los mejores músicos del power pop de las últimas décadas.

Esa es una gran suerte, no me podía imaginar agrupar a gente como Dwight Weilley, Chris Von Sneidern, miembros de The Shoes… Ha sido una maravilla.

Parafraseando uno de sus discos: ‘The Kid Is The Same’ ¿En qué no ha cambiado nada?

Ha cambiado todo, pero sigo igual en algunas cosas importantes. Por ejemplo, no quiero hablar de la guerra, y es algo que sigue vivo en la gente joven de hoy. Ellos quieren divertirse, lo que es bueno.

¿Qué ve cuando mira hacia atrás, como dice la canción que titula el disco?

Veo los buenos y malos momentos, los de luz y también los de oscuridad y confusión total. Como muchos otros, he tenido la suerte de seguir con mi profesión, que me ha dado momentos de todo tipo. No soy diferente al resto.

¿Qué momento inolvidable rescata y cuál en el extremo opuesto?

El primero sería cuanto toque en El Escalón. Fue el concierto que cambió mi vida. No estaba previsto, pero resultó un cambio brutal de la visión que se tenía de mí en España. Luego acabé viviendo aquí 12 años, me casé dos veces con dos mujeres españolas y tuve un hijo que es un sandwich mixto (risas). Y para olvidar diría que los escupitajos que recibí en los tiempos del punk rock cuando tocaba en Inglaterra en los 80. No se me olvida el primero que recibí en la cara. Joder… y no me paré para quitármelo porque soy un profesional.

¿Sigue siendo el rey del power pop?

Titulé así un disco, pero… Yo qué sé, uno de ellos, seguro, y estoy feliz de ser alguien que ama ese estilo.

¿Cómo se siente siendo venerado por sus compañeros, pero desconocido por el gran público?

Somos malditos, ese es nuestro papel. Me he acostumbrado y no me quejo. Además, en esta gira estoy tocando para mucha gente. En cada época y cada año voy sumando más.

En Bilbao tocarán en un ciclo llamado ‘Music Legends? ¿Qué convierte a alguien en una leyenda, lo es usted?

Ufff, yo qué sé. Que la gente diga lo que quiera, bueno o malo. Si hablan está bien para mí.

El rock y las guitarras eléctricas tienen cada vez menos espacio ante tanto pop latino y reggaetón, y no lo entendemos ¿Nos estamos haciendo viejos, la juventud está dando la espalda al rock?

El rock´n´roll ha aguantado mucha mierda y sigue haciéndolo. Al final, dentro de 200 años, seguirá sonando mientras un chico o una chica coja una guitarra y la enchufe a su amplificador y lo suba al 10, a la máxima potencia. Si eso sigue pasando, estaremos bien.

You Can´t Go Back’ se titula uno de los temas incluidos en el último disco. La nostalgia no es buena consejera ¿no?

Tienes razón, defiendo vivir el presente siempre y mirar hacia adelante, al futuro.

¿Se podría decir que este disco es un paso atrás para coger un impulso nuevo?

Sí, algo así, volver la vista atrás para mirar adelante. Es casi filosofía, sí, y no contemplo retirarme. No me deja la banda.

Alude en el último disco al cielo de Madrid y a las calles de Liverpool, dos ciudades especiales en su vida. En una vivió varios años y en la otra lo hicieron The Beatles.

Es que pasé aquí tiempos maravillosos en Madrid, con la suerte de vivir la Movida. Y respecto a Liverpool, inicié esa canción allí, en Inglaterra, y la acabé de componer en la calle Lope de Vega de Madrid. Y no hay que olvidar que The Beatles venían de Liverpool y son muy importantes para mí; los reyes auténticos.

¿Podría vivir sin subir a un escenario?

¡Yo qué sé! ¿Podría vivir sin mujeres? Creo que no (risas).

¿Qué escucharemos en Bilbao, un repaso a toda su carrera?

Todas las noches hacemos el mismo espectáculo: mucha energía y dar caña a tope con todos los amplificadores al 10.

Será ya complicado la elección de un setlist. ¿O lo tiene claro?

Muy claro, y lo he tocado en Japón, en California y aquí. Agrupa lo mejor de mi carrera, de Paul Collins Beat y de The Nerves. Son algo más de 60 minutos de pop sin descanso.