La Z. Así era conocida la revista Zona Cómic, impulsada por más de 70 librerías especializadas en historias gráficas y realizada por la editorial Laukatu, radicada en Bilbao. En mayo de 2024 llegó a las estanterías el número 125 de La Z. El postrero tras casi once años pasando por imprenta. “Probablemente esta haya sido la última revista impresa de divulgación general de cómic que exista. Conseguimos hacerla sin perder dinero. Ese fue el gran logro. Once años de una revista es una barbaridad. Y de una revista gratuita aún más, porque el ecosistema de un producto sin recompensa económica clara es muy frágil. Eso se suma a que los medios impresos, las revistas mismas, desaparecen. Uno va a un quiosco y es un erial. Habrá youtubers, habrá páginas web, pero ese rollo romántico del papel impreso de la revista, el olor a tinta... todo eso está muriendo”, expresa el director, Koldo Azpitarte.
La muestra inaugurada esta semana, y que permanecerá en la sala de exposiciones del centro cívico de Barrainkua hasta el 14 de octubre, recoge una treintena de las mejores y más representativas portadas de Zona Cómic además de originales espectaculares y piezas de dibujos en desarrollo y bocetos. “Se pueden ver en la exposición trabajos de gente como Miguelanxo Prado, Ángel Unzueta, Víctor Santos, David Rubín o Paco Roca. La mayor parte de ellos amigos, que nos dibujaban la portada más como una forma de contribuir a la causa y de promocionar su obra. Así pudimos conseguir que autores que trabajan para el mercado americano, que evidentemente por publicar una portada de Batman van a cobrar un pastizal loco, hicieran una portada para nosotros por eso, por amistad”, afirma Azpitarte. Para Mikel Bao, subdirector de Zona Cómic, “una de las de cosas guays de la exposición es que tenemos la posibilidad de ver el proceso de trabajo, del boceto a lápiz a la tinta y al color, que a menudo se aplica de manera digital. Los artistas han sido tan amables de cedernos los originales para poder exponerlos”. El mismo Bao es dibujante y coautor, con guion de Koldo Azpitarte, de una de las novelas gráficas del momento: El diablo y el señor Twain”.
Explica Azpitarte que “una de las principales razones por las que hemos decidido dar carpetazo a la revista es que Mikel y yo somos autores y tenemos una obra en marcha, acabamos de publicar otra, y claro, no nos da la vida”. La Z ha sido altruista y divulgativa. “Hemos terminado nuestro recorrido prácticamente en saldo cero; gastábamos lo que nos sobraba en cada número en una comidita con los colaboradores que escribían gratis”, añade. Según Bao el número 100 resultó espectacular. “Dijimos: venga, hacemos 100 páginas, va. Y fue una locura, pero lo conseguimos. Salió con una portada preciosa de Nadar, su formato libro con lomo”. Azpitarte está de acuerdo pero también presume del número 125. “Es muy bueno: un todo entrevistas, porque queríamos finalizar con lo que más nos gusta hacer, y fueron unas entrevistas muy significativas”, asegura el director. Entre los autores y autoras entrevistados por la Z se cuentan estrellas del cómic como Richard Corben, Carlos Giménez o el propio Ibáñez, además de los citados Paco Roca o David Rubin.
La divulgadora cultural y colaboradora de Zona Cómic, Patricia Millán, cree que la exposición “supone una oportunidad estupenda para distintos estilos, fijarte en aquello que te llama la atención, indagar en qué han trabajado esos autores y acercarte a ese mundo. La Z ha hecho el viaje del cómic durante diez años y se ha ido adelantado a las tendencias”. Concluye Mikel Bao revelando que una de las cosas que explica la longevidad de la revista es “el sorprendentemente bajo número de gilipollas que hay en la comunidad del cómic, nadie, ni siquiera a escala internacional, pone dificultades a colaborar”. Azpitarte fija con tinta esa línea de lápiz. “Quien está en el mundo del cómic es porque realmente ama el cómic”. Por eso, las firmas que adornan las paredes de la sala de exposiciones de Barrainkua asombran. No hay que perderse al mismísimo Capitán América pintado al óleo. Todo por La Z.
Kike infame, comisario de la exposición
Un viaje por la evolución del cómic
lBilbao y el cómic. “Las 30 portadas de la exposición describen cómo han cambiado el cómic a lo largo de los últimos diez años. Por ejemplo, no tiene nada que ver lo que hacía David Rubín, que es uno de los autores que ha cedido obra, con lo que está haciendo actualmente en Estados Unidos. Hay autores que vemos en sus comienzos, como Javi de Castro que ahora han estado nominado a los Premios Eisner de la industria. Creo que es un buen viaje en el tiempo”, expone el comisario de la muestra, Kike Infame. El también dibujante reflexiona sobre la importancia de Bilbao. “Bilbao se ha puesto hace ya mucho tiempo en el mapa gracias a una editorial, Astiberri, y a una librería, Joker, que este año celebra su 30 aniversario”.