La BOS conduce a Don Quijote y el ‘Bolero’ de Ravel al Palacio Euskaduna

“El publico puede disfrutar hoy y mañana de Asier Polo encarnando más que interpretando el Don Quijote”, resume la doctora Mercedes Albaina, en la presentación de este concierto. Y añade, “Strauss además reparte papeles para el lucimiento de la orquesta: la viola, el fagote, el clarinete bajo, la percusión…” Volverá a sonar la música de lsasi, que la orquesta interpretó la semana anterior en el Auditorio Nacional de Madrid, lo mismo que el célebre e hipnótico Bolero del compositor de Ziburu. Una fiesta bajo la batuta de Giancarlo Guerrero que además debutaba en Madrid.

Para Guerrero ha sido una gira muy especial pero cree que aunque cada país y región tienen su propia energía, “al final la música es la música y hay lugares como Madrid donde obviamente vienen muchas orquestas, solistas y directores así que quizás por eso tienen algo más de oferta, pero eso no significa que los conciertos como los de la semana pasada no hayan sido igual de especiales. Uno siempre trae lo mejor posible y hubo un montón de ingredientes especiales como la energía, el repertorio, el solista.. una combinación a la que el público respondió de una manera muy positiva. Dejando muy alto a la Sinfónica de Bilbao y a este país”.

Ahora en Bilbao se siente “volviendo a casa, con un público que viene semana tras semana y apoya a la orquesta”.

Giancarlo Guerrero ya ha dirigido el Bolero de Ravel con otras orquestas; “no solo es una de las favoritas del público sino también para las orquestas porque es un virtuosismo orquestado donde básicamente todos los principales de la orquesta son solistas”.

Sin embargo el hecho de tocarlo en el País Vasco tiene componentes diferenciales, más cuando se trata de una orquesta que fue dirigida por Ravel. “El ritmo tocando con la BOS es muy redoblante, con cierto orgullo a pesar de ser repetitivo”, señala el director que cree que ni el propio Ravel “hubiera pensado la dimensión que iba a adquirir y obviamente tocar ese repertorio en la zona donde vivió le da un poco más de valor histórico a la ejecución de la obra”.

Guerrero dirigirá también El Quijote, obra que no es nueva para el director en su repertorio pero que es la primera vez en la que colabora con Asier Polo. “A pesar de que no nos conocíamos, desde el primer ensayo fue como si nos conociéramos de toda la vida y eso permitió que ahondáramos más profundo en una obra tan increíble. Fue una de las partes especiales de trabajar estas semanas”.

Don Quijote Op 35 es uno de los diez poemas sonoros –así prefería llamarlos su autor– que compuso Richard Strauss (Múnich, 1864-Garmisch-Baviera, 1949), uno de los grandes representantes del género, que contribuyó a hacer del conjunto orquestal un eficaz transmisor de historias complejas, contadas sin palabras.

Con el subtítulo Variaciones fantásticas sobre un tema de carácter caballeresco, la obra está poblada de las aventuras de Don Quijote –personaje principal que cobra vida en la voz del violoncello de Asier Polo– Sancho Panza –representado por la viola– y un buen puñado de personajes que aparecen en la obra de Cervantes y que, vertebrando las ideas humanistas del escritor, dan pie a toda una serie de aventuras que crean no pocos quebraderos de cabeza al protagonista.

Para el director, conocer la historia de Don Quijote permite al público entrar en el concierto de forma más apasionada. “Para nosotros es una novela de obligada lectura en los colegios, a mí siempre me gusta revisarla porque es infinita y conocerla permite disfrutar más porque Strauss conocía la novela. Es una historia contada con orquestación. Don Quijote es Asier Polo, la viola Sanchopanza...”.

Los personajes de esta maravillosa obra literaria cobran protagonismo en cada uno de los instrumentos de la orquesta recreando una de las obras maestras de la literatura está vez convertida en música.

En cuanto a la obra de Isasi confiesa que fue una recomendación de Borja Pujol, director técnico de la BOS y “ha sido un gran descubrimiento. Creo que la voy a llevar no solo a los Estados Unidos sino al resto de América Latina. Realmente merece la pena”.

Don Quijote se estrenó en Colonia en marzo de 1898, apenas diez años antes de que Andrés Isasi (Bilbao, 1890-Getxo, 1940) llegara a Alemania para estudiar composición. Este es un hecho que lo alejó de otros compositores vascos contemporáneos como Guridi, Usandizaga o Donostia, que tenían su meta y su ilusión puestas en la formación que les ofrecía París. Músico precoz, Isasi asistía desde niño a los conciertos privados que se celebraban en casa de su abuelo, en la bilbaina calle de Bidebarrieta, en los que también participaba como pianista. Este contacto con la música alemana del momento encendió su inclinación hacia el género poema sinfónico al que pertenece la obra. Será hoy y mañana a las 19.30 horas.